Tras la promulgación del decreto nacional que prohíbe el rubro 59, la Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina (Ammar), repudió la medida y la calificó de punitiva y discriminatoria, en tanto consideran que perjudica el ejercicio del trabajo sexual voluntario.
“Entendemos que estas medidas, claramente punitivas, no hacen otra cosa que seguir arrastrando a las mujeres a la clandestinidad y al manejo de las grandes mafias”, expresó el sindicato de trabajadoras sexuales, a través de un comunicado de prensa.
“Estas acciones no hacen otra cosa que atentar con el derecho constitucional al trabajo (Art. 14) y sus modos de manifestación proclamados por la OIT y acordados en el 2005 con Néstor Kirchner bajo el decreto No 1086/05 que promueve la legislación de esta actividad de subsistencia bajo las normativas de un trabajo formal”, detalló el escrito.
En este sentido, Ammar ratificó que el trabajo sexual no es un delito, y que “el trabajo sexual voluntario ejercido por mujeres mayores de edad no es igual a la trata de personas” en tanto, “la trata de personas no es exclusiva del trabajo sexual”.
También opinaron que “es una medida severamente discriminatoria, ya que se pondera esta actividad como la más oscura y terrible, cuando millones de personas en todo el mundo sufren estos atropellos, por grandes imperios comerciales, como marcas deportivas, de cosméticos, de construcción, etcétera”.
Asímismo el comunicado continúo: “Sabemos, y está comprobado que hay personas que son tratadas, violadas, vendidas, a talleres de costura, a casas como empleadas domesticas, aserraderos, empresas agropecuarias y a cortaderos de ladrillos. ¿También deberíamos prohibir las publicidades de estas multinacionales? Es de público conocimiento que utilizan el trabajo esclavo e infantil para realizar los grandes productos de moda”, indicó el escrito.
Por otra parte, el repudio sectorial a la medida que prohíbe publicar en cualquier medio de comunicación avisos que promuevan la oferta sexual, radica en que no se tuvo en cuenta la participación y opinión de las mujeres nucleadas en la organización.
Respecto a la trata de personas, el sindicato sostuvo en el parte que “la forma idónea de combatir la trata de personas en el ámbito del trabajo sexual, es la regulación legislativa de la actividad desarrollada por nuestras asociadas, dándole un marco de protecciones laboral, social y sindical. Y no persiguiendo a estas mujeres, sostén de familia, como las verdaderas delincuentes, cuando las redes siguen actuando con el aval de fuertes fuerzas políticas y económicas”, concluyó.
