Una veintena de chicas de comunidades originarias de todo el país participaron de un encuentro nacional entre el 4 y el 8 de julio, organizado en Rosario por el Instituto de Género, Derecho y Desarrollo (Insgenar).

Mujeres provenientes de las comunidades Qom, Mocoví, Diaguita, Kolla, Mbya guaraní, de las ciudades de Rosario, Santa Fe, Chaco, Formosa, Tucumán, Jujuy y Posadas se congregaron en la sede de Insgenar, en Tucumán 3950, en el marco del Tercer Encuentro de Mujeres Jóvenes de Pueblos Originarios.

El objetivo principal de cada encuentro anual, promovido por ONU Mujeres: “Empoderarlas", una conjugación verbal tan poco común como necesaria para el género.

Las organizadoras explicaron que "empoderar" es algo así como una “iniciación en el proceso de participación, en la toma de decisiones y el protagonismo en los lugares donde se desenvuelven, ya sea dentro como fuera de sus comunidades”.

Marcela Chiarotti, coordinadora del encuentro, que se desarrolló desde el lunes 4 al vienes 8 de julio, afirmó: “Para eso nuestra propuesta es brindarles capacitación sobre los derechos de las mujeres, considerando como texto base la Convención para la Eliminación de todas las formas de discriminación contra las mujeres junto con la legislación nacional de la Convención de la Mujer y, además, orientarlas hacia las instituciones ante las que deben acudir y exigir que esa legislación sea respetada”.

La integrante de Insgenar señaló que “este encuentro busca dar herramientas para que ellas puedan conocer y hacer valer sus derechos". Y repitió, como para fijar el concepto: "Empoderarlas”.

Los ejes que se fueron abordando en los distintos talleres fueron, por un lado, la concientización en materia de derechos humanos y de la mujer. Por el otro, la capacitación tendiente al fortalecimiento de sus propias organizaciones a partir de prácticas sociales autónomas, como la política y la economía, contando con las nuevas tecnologías y el desempeño y gestión de medios de comunicación.

Chiarotti también contó que algunas de las jóvenes que participan del encuentro tienen formación política porque están organizadas dentro de sus comunidades. Sin embargo, otras no: “El cerco más grande es la discriminación, que impide que puedan desenvolverse con más autonomía, o al menos defenderse”.

Por ejemplo, Karina Paniagua, oriunda de la ciudad kolla de Humahuaca, Jujuy, habló de su experiencia en La Banda, Cuadrilla de Cajas y Copleros del 1800 en la que participa activamente. “Yo estoy encargada de promover todo lo que se refiere a lo cultural, porque es lo que más me gusta”.

Y con relación al encuentro, la coplera se mostró satisfecha: “Estoy muy contenta porque fue muy enriquecedor, todas nos vamos con la mente más abierta y con ganas de poner en práctica todas las cosas que aprendimos, sobre todo para fortalecer áreas flojas de nuestras organizaciones y comunidades, en materia de derechos que una desconoce”.

Por su parte Dalmasia, de la comunidad toba rosarina, se sintió agradecida y sobre todo entusiasmada: ”Quiero aprender cada vez más, sobre todo para participar en mi barrio, donde hay muchas personas que no hablan castellano ni saben escribir, porque esa es la situación en el barrio”.

Dalmasia además contó que llegó a Rosario hace diez años sin saber escribir. Hoy participa de talleres semanales junto a otras mujeres en el Dispensario Aborigen Argentino, de Rouillón al 440. “Ahí charlamos y nos formamos para después enseñarles al resto de los vecinos. En el grupo nos dividimos las tareas, y yo soy la encargada de hacer trámites”, relató Dalmasia.

Algunas hablaron más, otras un poco menos, pero todas las mujeres que vienen dándole forma a este encuentro participaron de todas las actividades, opinaron, se expresaron y compartieron experiencias vividas. Las que cada una trajo de su lugar de origen, pero también la que se llevan, como lo demostraron: una experiencia común, enriquecedora, que las impulsa a tomar protagonismo en la lucha por sus derechos.

Actividades del Encuentro

Los talleres atendieron fundamentalmente a los derechos humanos de las mujeres indígenas, la discriminación étnico-racial y la discriminación múltiple, como también el derecho a la autonomía física, "Reconociendo y decidiendo sobre nuestros cuerpos: nuestro territorio".

En este sentido, en uno de los talleres se trató el tema de los derechos Sexuales y reproductivos y la violencia contra las mujeres: “Cómo y donde reclamar por mis derechos: Mecanismos nacionales e internacionales”.

Respecto de las nuevas tecnologías, junto al Nodo Tau, se desarrolló el taller “Navegando por el ciberespacio: Buscando espacios a los que recurrir en defensa de mis derechos”.

Otro de los talleres consistió en la introducción al uso de los medios de comunicación: “Por qué, para qué y cómo acudir a los medios”, y los recursos para participar en ellos a través de gacetillas y comunicados.

Las jóvenes, además, realizaron prácticas televisivas y radiales, bajo la consigna “Los tratados que garantizan nuestros derechos y El derecho a la Comunicación”, en el marco de un entrenamiento en entrevistas radiales con la colaboración del Foro Argentino de Radios Comunitarias (Farco), que presentó un programa especial de 30 minutos con las voces de todas las mujeres.

Fotos: Javier García Alfaro

 

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