La foto de los Noble Herrera, pubicada en tapa del Clarín de este sábado.
La foto de los Noble Herrera, pubicada en tapa del Clarín de este sábado.

Las Abuelas de Plaza de Mayo informaron este viernes que "cerró una nueva etapa del cotejo de los perfiles genéticos de los hermanos Noble Herrera con familiares que buscan niños secuestrados entre 1975 y 1976".

El texto de Abuelas indica que "el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) comunicó que, en tres de las 55 familias cuyo perfil genético fue confrontado con el de Marcela, no puede determinarse si mantienen o no vínculo biológico con la joven, y que una de las 57 familias cotejadas con el perfil de Felipe, tampoco puede concluirse si mantiene o no parentesco". "Es decir, que deberá completarse la información genética de esas tres familias para determinar si Felipe y Marcela mantienen o no parentesco con ellas", agrega el texto.

Desde el diario Clarín, ya anunciaron exultantes que Marcela y Felipe “no son hijos de desaparecidos” y presentaron la noticia como una derrota al gobierno nacional.

“Si bien nunca existieron indicios de que pudieran serlo, esa falsa acusación fue construida y alimentada en el marco de una inédita persecución política y judicial a la familia Noble Herrera, que duró diez años y que se intensificó con inusitada dureza y ensañamiento en los últimos tres” dice la nota del “gran diario argentino” de este sábado, omitiendo, entre una larga lista de indicios y hechos comprobados, la adopción ilegal de los jóvenes ‒entonces unos bebés‒, y la propia confesión hecha años atrás, a través de una carta firmada por la accionista mayoritaria del monopolio mediático, en la que escribió: “Muchas veces he hablado con mis hijos sobre la posibilidad de que ellos y sus padres hubieran sido víctimas de la represión ilegal”.

La nota de Clarín tampoco da cuenta de que la justicia hace tiempo que sí comprobó que la adopción de los Marcela y Felipe fue ilegal, más allá de que sean o no hijos de desaparecidos.

Vale recordar la versión de Herrera de Noble, quien dijo que en mayo de 1976 encontró una beba adentro de una caja en su casa de San Isidro. La investigación judicial demostró en su momento ‒y esto ya no está en discusión en la cuasa‒, que los testigos presentados por la dueña de Clarín eran falsos. También se demostró que el supuesto cuidador de la morada vecina, otro de los testigos presentados por Noble Herrera, era en realidad el chofer de confianza de la familia. También se comprobó que la jueza Ofelia Hejt, quien intervino en otra apropiación de bebés ya probada, entregó en guarda al varón a los Noble en 1976, sin determinar las circunstancias del nacimiento.

La Justicia probó además que nunca existió la supuesta madre que en los papeles lo entregó en adopción. Esas pruebas fueron las datos cruciales que llevaron en su momento al juez Roberto Marquevich a ordenar en 2002 la detención de Ernestina Herrera de Noble.

La apropiación ilegal ya no está en duda, lo que está en duda es si los jóvenes son hijos de desaparecidos y si en el Banco Nacional de datos Genéticos (BNDG) están las muestras de sus posibles familiares, ya que el banco tiene un total de muestras que no llega a las 300, cuando el número de las embarazadas desaparecidas asciende a 500. Esto quiere decir que a pesar de que los cotejos con el BNDG den negativos, Marcela y Felipe pueden ser igual hijos de desaparecidos, pero que se de el caso de que los familiares de sus padres no hayan entregados sus muestras. De este tipo de casos sen cuentan por cientos.

Lo que está en juego entonces para Ernestina, es si el delito comprobado que cometió, la adopción ilegal ‒es decir la apropiación de bebés‒, constituye un delito de lesa humanidad o uno que ya prescribió.

Para Marcela y Felipe la cuestión es mucho más compleja, ya que se trata nada más ni nada menos que de saber quiénes son, cual es su identidad.

La noche de este viernes, a través de su comunicado, Abuelas indicó que "es sabido que el BNDG se encuentra en permanente construcción, ya que existen muchas familias que desconocían que sus hijas o nueras se encontraban embarazadas al momento de desaparecer. Gracias a investigaciones a partir de testimonios de sobrevivientes de centros clandestinos de detención, lentamente se han ido reconstruyendo casos de embarazadas e incorporando el perfil genético de sus familias al Banco" En este sentido, Abuelas solicitó a la Cámara Federal , en febrero último, que se realicen más de cuarenta exhumaciones para incorporar nueva información genética al BNDG.

Agrega además el texto que "el terrorismo de Estado borró todas las huellas de los desaparecidos y su descendencia. Por eso, las Abuelas partimos de dudas, nunca de certezas. El rompecabezas se va rearmando gracias a la información que la misma sociedad nos brinda, pero muchas veces resulta imposible completarlo".

"El cotejo con el resto del Banco continuará luego de la feria judicial. Sólo entonces habrá concluido la pericia. No existe un resultado negativo. Las Abuelas continuamos cautelosas y expectantes a los nuevos cotejos y a la posibilidad de que el Banco se complete para que tanto las Abuelas como Marcela y Felipe finalmente podamos saber si son o no hijos de desaparecidos" finaliza el comunicado.

Informe: Juane Basso

Fuente: Abuelas de Plaza de Mayo/ Télam / Página 12
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