Unos 28 millones de argentinos comenzaron a votar a partir de las 8 de este domingo en las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias en un proceso electoral sin antecedentes en el país. En Santa Fe, donde 2.438.983 ciudadanos están habilitados para votar, es la tercera vez que se concurre a las urnas en lo que va del año, habrá una cuarta y podría darse una quinta.
Calificadas por muchos como una gran encuesta, estas elecciones introducen normas y parámetros electorales inéditos en Argentina, deja sin efecto las internas partidarias, acota el casi infinito universo de participantes de antaño y democratiza la distribución de espacios de difusión proselitista en los medios, entre otras innovaciones.
El precandidato a vicepresidente por el Frente para la Victoria, Amado Boudou, indicó, ante una consulta que le realizaron al momento de concurrir a votar, que "decir que esto es una encuesta es banalizar la elección", y consideró que “las primarias son una nueva instancia para que la ciudadanía exprese su opinión".
Este parecer fue compartido por el gobernador santafesino, Hermes Binner, quien manifestó que “este es un momento extraordinario para que la gente exprese con su corazón lo que quiere para el país”.
Candidatos y analistas coinciden en que la consecuencia principal de estos comicios resultará indefectiblemente en una muestra –aunque no definitiva– del espectro electoral de aquí a las elecciones generales.
Pero más allá de la relevancia de los datos que surjan a partir del escrutinio, el proceso electoral en curso se estrena junto con una serie de cambios en la tradición política argentina.
El más enfático al referirse sobre ese aspecto fue el jefe de Gabinete Aníbal Fernández, quien este domingo sostuvo que con las elecciones primarias "se termina la burocracia partidaria".
"Se terminaron las internas, se terminó la burocracia partidaria y el financiamiento no conocido. Ahora sabemos de dónde sale y todos tenemos que estar tranquilos", dijo el ministro coordinador al llegar a la escuela media número 15 de Quilmes, donde votó a las 10.14 en la mesa 108.
"Con estas elecciones, ya no es el eje el partido o el afiliado sino la sociedad argentina", destacó el jefe de Gabinete y señaló que anteriormente "el sistema se financiaba con dinero que no se sabía de dónde venía y hoy las cosas han cambiado".
Por otra parte, defendió el piso del 1,5 por ciento de los votos válidos emitidos que deben sacar hoy los partidos para poder participar de las elecciones generales de octubre y señaló que "este país tiene que poner sus límites para que podamos mejorar la calidad institucional".
En ese sentido, elogió la campaña que llevó adelante el Frente de Izquierda, al señalar: "Me pareció bárbaro y honesto que en su campaña plantearan con mucha seriedad que necesitan el 1,5 por ciento de los votos".
En tanto, dijo no estar de acuerdo ni con la implementación de la boleta única ni con el voto electrónico y, respecto a este último, recordó que los países que lo implementaron -como Alemania- lo están abandonando.
Por último, afirmó que "en Argentina es imposible el fraude por la forma de votar que tienen los argentinos" y destacó que "nuestro sistema electoral es muy bueno".
Se estima que alrededor del 70 por ciento del electorado concurrirá a votar en estas elecciones. Los resultados, en tanto, se empezarían a obtener recién a partir de la medianoche de este domingo.
Foto: Javier García Alfaro
