IAPI
Cada vez más voces reclaman la necesidad de crear un ente estatal que intervenga el mercado y la industria de los alimentos y marque la cancha frente a las maniobras especulativas de los grupos concentrados de la economía. «Queremos un ente que regule, con una buena administración entre lo público y lo privado, donde las cooperativas tengan un rol protagónico», demandaron productores medianos, pequeños y del asociativismo.

«Queremos un ente que regule, con una buena administración entre lo público y lo privado, donde las cooperativas tengan un rol protagónico», demandaron pequeños productores que se sumaron a denunciar “las maniobras especulativas” de grandes grupos concentrados de la economía.

«El pool de siembra es el gran beneficiario de esta devaluación, que compró productos con dólar barato, hoy los vende a más caros, a un precio extraordinario. Y luego tiene plata para alquilar nuestros campos, comprar nuestra producción. Así no podemos crecer. Nos compran a nosotros, los pequeños productores, lo juntan y lo venden en el momento oportuno», se quejó por estos días el secretario de la Federación de Cooperativas Federadas (Fecofe), Alfredo Camilletti, una de las voces que se sumó a proponer, como salida al proceso especulativo creado por los grandes grupos ligados a la alimentación, la implantación de un ente estatal que regule ese mercado.

Las entidades que reúnen a pequeños productores asociados, reclamaron una fuerte defensa de la producción, contra las «especulaciones económicas de los grupos concentrados que en la actualidad retienen la producción y cuando escasean, las venden mucho más caro», según el secretario de la federación que nuclea a 70 cooperativas, entre asociadas y vinculadas, en casi todo el país.

Según indicaron desde las empresas cooperativas que agrupan a pequeños y medianos, no pueden competir, ya que el productor cosecha la producción y tiene que vender para pagar las deudas atrasadas de cosechas anteriores. No tienen la capacidad de acopio de las empresas concentradas, por lo tanto siempre están en desventaja.

De acuerdo a un artículo del periodista Raúl Dellatorre, publicado en Página 12, las multinacionales cerealeras Cargill, Nidera, Bunge, Noble Grain, ADM y Topfer, representan un importante grupo de presión contra de las políticas económicas oficiales.

Frente a ese contexto, un ente regulador podría estabilizar y democratizar esta situación, aseguraron desde Fecofe, en coincidencia con otras instituciones como el Foro de Agricultura Familiar, que en las últimas horas expresó: «Los pequeños productores, que somos la inmensa mayoría del campo argentino, que también producimos para el mercado interno garantizando la soberanía alimentaria de nuestros compatriotas, no queremos volver a la época de campos hipotecados, desocupación y éxodo».

El referente de la Agrupación Grito de Alcorta, Pedro Peretti, opinó que «el país necesita imperiosamente una agencia estatal de regulación de granos, que ponga límites a los manejos monopólicos tanto en la comercialización como en la producción de alimentos».

«El gobierno Nacional está en condiciones de generar una profundización en las políticas en defensa del sector cooperativo, que es en defensa de la sociedad argentina, porque generamos trabajo, inclusión y una actividad económica en el interior del país que es muy importante y necesaria», señaló el presidente de la Asociación de Cooperativas Hortícolas y Frutícolas (Acohofar), Jorge Morales.

Instituto

El gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri adelantó días atrás que presentará ante la presidenta Cristina Fernández de Kirchner un proyecto para crear un Instituto Nacional de Comercio Agropecuario, «que defienda al pequeño y mediano productor y fomente la producción de granos, cereales y carnes junto con todas las economías regionales, para recuperar la comercialización de los granos en la Argentina».

Por su parte, en declaraciones realizadas al programa televisivo 678, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, tampoco descartó la creación de un organismo similar y citó ejemplos de entidades de ese tipo en Canadá y Australia, y deslizó que la posibilidad «es real y efectiva» ya que, según expresó, «la intervención del Estado tiene que ser creativa por el interés del país».

La Junta Nacional de Granos (JNG) fue un organismo estatal creado con el fin de intervenir ante distorsiones en los mercados granarios. Nació en 1933 durante la presidencia del gobierno de Agustín P. Justo, aunque no como JNG sino que su nombre original fue Junta Reguladora de Granos. En 1946, bajo la presidencia de Juan Domingo Perón se creó el IAPI (Instituto Argentino de Promoción del Intercambio) y finalmente, en 1963, fue bautizada como JNG bajo la presidencia de José María Guido. En 1991, durante el menemismo, la JNG fue disuelta en medio del proceso de desregulación de los mercados.

El Instituto Argentino de Promoción del Intercambio (IAPI) fue un ente público creado por decreto-ley 15.3501 el 28 de mayo de 1946, que si bien fue firmado por el Presidente Edelmiro Farrell, formaba parte del conjunto de medidas que el coronel Juan Domingo Perón y su equipo de asesores habían proyectado, funcionó bajo la órbita del Banco Central, con el fin de centralizar el comercio exterior y transferir recursos entre los diferentes sectores de la economía.

El instituto pretendió promocionar la calidad y diversidad de los productos locales y generar estrategias de defensa de los precios de los mismos en el mercado internacional, ante el eventual deterioro de los términos de intercambio, protegiendo a los productores locales frente a los cambios en los precios internacionales y la acción de los monopolios internacionales y de los países importadores de productos argentinos.

El IAPI, en el plano comercial, se encargaba de comprar los cereales, carnes y derivados a los productores, para luego exportarlos. También cumplía funciones financieras, asignando fondos a ciertas reparticiones públicas, gobiernos provinciales e incluso al sector privado para la adquisición de bienes de capital. El IAPI regulaba de hecho el mercado interno en la medida en que sus decisiones afectaban diversos aspectos del sistema económico.

Fuentes: Agencia Ansol, Tiempo Argentino, Wikipedia.

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