La mamá de David lee la carta en la esquina donde su hijo fue asesinado|Foto: Manuel Costa.
La mamá de David lee la carta en la esquina donde su hijo fue asesinado|Foto: Manuel Costa.

Con su madre Lorena Torres a la cabeza, acompañada por familiares, amigos y organizaciones sociales y de derechos humanos, unas doscientas personas marcharon este martes por el corazón de barrio Azcuénaga para reclamar justicia para David Moreira, el joven asesinado hace cinco meses en un hecho que trascendió en todo el país como “el linchamiento de Rosario”.

Tras unas breves palabras de Lorena y del abogado de la familia, Norberto Olivares, la movilización partió a las 15.40 desde la plazoleta de Mendoza y Camilo Aldao hacia la esquina donde fue asesinado a golpes David, por haber participado presuntamente del robo de una cartera.

“No puedo ni dormir de noche pensando en la muerte que tuvo mi hijo, pensando que cada mañana cuando me levanto no lo tengo más conmigo”, dijo la madre de David a la rueda prensa improvisada en el lugar. “Él era un chico tranquilo, demasiado dulce, que le gustaba ayudar a los demás, que trabajaba, que había dejado sus estudios para seguir trabajando para ayudar a la familia. No se merecía esa muerte”, agregó la mujer.

“No tienen derecho a quitarte la vida”, exclamaba un pasacalle portado al frente de la marcha por hermanos y amigos del joven asesinado, seguido por una bandera que exigía “Justicia por David”.

La procesión hizo un breve recorrido desde Mendoza al 5100 hasta la cortada Marcos Paz y Liniers, la ochava donde fue ultimado David, en un hecho que tomó trascendencia nacional por su brutalidad y porque –fundamentalmente– las imágenes del linchamiento fueron registradas por los teléfonos móviles de algunos testigos y luego subidas a las redes sociales.

Con un megáfono y ante un notable silencio en el barrio –los manifestantes señalaron que negocios de la zona cerraron sus persianas y lo mismo ocurrió con las ventanas de muchos de los domicilios de la cuadra–, se realizó un pequeño acto en el que se leyó un documento redactado por diferentes organizaciones sociales y de derechos humanos que acompañaron la movida y una carta redactada por Lorena Torres.

“Vamos a mantener la memoria viva de David, para que no haya ni un David menos. No toleramos que sucedan estos hechos que reflejan la barbarie en la que vivimos”, señaló el texto leído por Alicia Bernal de la Unidad Antirrepresiva de Derechos Humanos (UADH).

“No aceptamos que la respuesta estatal ante el conflicto social que genera la obscena desigualdad actual sea la represión de los sectores populares, la estigmatización y la injusticia” continuó el documento, en el que luego se añadió: “Tampoco aceptamos que la respuesta de la sociedad frente a los delitos callejeros sea la de organizarse para llevar adelante conductas barbáricas, homicidios, lesiones, linchamientos”.

La madre de David también leyó una palabras. “Acabo de venir del cementerio”, contó Lorena, que luego describió la postal familiar de la mañana de este martes: “El quinto mes, la misma rutina. Mi hijo chiquito llevando unas flores a la casita de su hermano, sin comprender nada. El otro serio, inquieto, limpiándose la cara, cayéndosele una lágrima. Sus hermanos consolándose entre ellos. Cada mes pasa lo mismo: la tumba se llena de cosas, de flores, amigos, familia”.

“Pero ya no quiero eso –continuó la mujer, que vive en una zona bien humilde de Empalme Graneros–. Lo que quisiera para aliviar un poco ese dolor es que se haga justicia”, leyó la madre de David y luego se preguntó: ¿Si a él lo mataron de una forma tan cruel, cómo no hay culpables? ¿Si había tanta gente, como nadie vio nada? ¿Y los que filmaron? ¿Los que pedían que lo dejen, dónde están? ¿De qué tienen miedo?”.

“¿En qué nos convertimos?¿Volvemos a ser cowboys en el siglo 21?”, inquirió la madre de David, para después reclamar: “Yo pido justicia por todos los jóvenes que eran el futuro de este país. Pido que no discriminen lo que tienen más. No tienen derecho. Somos seres humanos y todos tenemos los mismos derechos”.

En el último tramo de su texto, Lorena pidió a otras madres que “no se callen”. “Griten como yo. Y aquellas que tienen la suerte de no pasar por esto que tampoco callen, les puede pasar, nosotros pensamos que no nos iba a pasar y hoy lo estamos padeciendo”, remarcó la mujer que concluyó su carta con la frase: “Una mamá más que sufre”.

Uno que dio testimonio

“Yo soy el que contó a (José) Maggi –periodista de Rosario/12 y LT8– que los que se ensañaron con el pibe fueron los que se juntaban en el club Unión y Amistad, y en un kiosquito de acá a la vuelta”, dijo a este cronista uno de los presentes en la marcha. “Acá en el barrio nadie quiere contar nada, son todos muy cerrados”, agregó.

Puente Negro

“Mi hijo también fue asesinado, lo mataron los mafiosos en Puente Negro”, contó una mujer de Parque Casas que se acercó al equipo de Redacción Rosario presente en el acto. “Se llamaba Juan Andrés Farías, lo atacaron el 2 de agosto y murió dos días después. Vine a darle un abrazo a la madre de David”, dijo.

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Un comentario

  1. noemi

    31/08/2014 en 9:49

    Fui docente de Davide en su escuela secundaria.y mis oraciones ,son para que no haya más David , ni tantos otros que hemos perdido.Como padres cuidemos a nuestros hijos, y como ciudadana, !Que la justicia sea mas eficaz, que nos protejan, y que el Estado se ocupe de tanta inseguridad que estamos todos expuestos…Mis saludos a la familia de David como a todas las que padecen éste dolor.

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