Gonzalo García, quien tuvo el privilegio de dirigir a los tres rosarinos que representan a la selección argentina en el campeonato ecuménico del deporte de la ovalada, se prendió en un mano a mano con El Eslabón.

El buen andar de Los Pumas en el Mundial que se está disputando en tierras inglesas, tiene a tres jugadores rosarinos como protagonistas: Juan Imhoff, Leonardo Senatore y Jerónimo de la Fuente, todos dirigidos en algún momento de sus carreras por el Tato, quien en la previa al choque de este domingo ante Irlanda –por los cuartos de final– repasó la trayectoria de los créditos locales.

“Los tres eran jugadores diferentes, con grandes condiciones técnicas y físicas. Juan, con su velocidad, se destacaba del resto; Jerónimo, con su condición técnica, también; y Leo, al ser un forwards pesado y grandote, tenía una gran técnica”, describe García, quien contó con estos rugbiers cuando comandaba el plantel del Seven de Los Pumas entre 2009 y 2010. “A De la Fuente lo tuve en la Primera de Duendes también”, aclara el ex coach del club del barrio Las Delicias, donde también conoció al actual backs del Racing Metro de Francia, y resume: “El denominador común de los tres eran el fanatismo, la dedicación al entrenamiento y el conocimiento del juego. Saben mucho de rugby y eso a un entrenador le facilita el laburo”.

De Rosario al mundial

El entrevistado recordó con “orgullo” el momento en que Daniel Hourcade anunció la lista definitiva de la delegación que viajaría a territorio inglés, con los tres rosarinos adentro. Para el joven De la Fuente, que con apenas 24 años todavía tiene un largo camino por recorrer, Inglaterra 2015 significa su primera experiencia mundialista. Distinta es la situación de Imhoff que ya tiene sobre sus espaldas la copa pasada disputada en Nueva Zelanda, y experiencia internacional. De todas maneras, el más veterano con la albiceleste es Leonardo Senatore, cuya trayectoria se inició en Gimnasia y Esgrima de Rosario (GER) y quien también está disputando su segundo mundial.

García sostiene que “el hecho de que sean de Rosario, independientemente que los haya entrenado, es lindo porque uno lo siente cercano”, con el agregado de que “a los dos de Duendes los vi crecer y tengo una relación de amistad, con ellos y con sus padres, ya que en el club somos una gran familia”.

El ex forward verdinegro con pasado –tanto como jugador y entrenador– en la selección local y en Los Pumas Seven, asegura que significa “un gran orgullo” la posibilidad de “que haya jugadores convocados a la selección argentina representándonos dignamente, desde el himno hasta el desempeño deportivo”, y resalta: “Los tres, además, son muy buenas personas adentro y afuera de la cancha, son muy queridos en el ámbito local y nacional, son muy respetables, muy educados y sobre todo, muy dedicados al rugby. Por todo eso es que a uno lo pone contento cuando les va bien”.

Buscando el Trébol

Tato, como lo conocen en el ambiente, observa con optimismo el presente de la Selección, y a pesar de que considera que “tuvo una zona poco complicada”, sostiene que “les ganó muy bien a los equipos que tenía que ganarles, y desarrollando un buen rugby”. Es que después de la caída ante los All Blacks en el debut del Grupo C, tras una pareja primera parte, Los Pumas no pararon de sonreír en las cómodas victorias frente a Georgia, Tonga y Namibia. “Esto es importante porque no se había visto en los mundiales anteriores. Se nota que la impronta que el entrenador le da al juego, los jugadores pudieron plasmarla en la cancha, entendieron la idea y la pudieron ejecutar, que muchas veces no es sencillo”, agrega.

Gonzalo subraya que alcanzar el nivel actual es importante por “el crecimiento que le ha dado como equipo para plantarse de igual a igual a cualquier selección del primer mundo del rugby”, lo que significa “una gran satisfacción” y “a uno le hace crecer las expectativas” de cara al futuro.

“Irlanda es un muy buen equipo y juega intensamente en todas las situaciones de contacto, tiene un nivel de intensidad muy alto durante los 80 minutos. Creo que estamos preparados para aguantar ese ritmo, aunque el tema también pasa por si nosotros podemos imponer algo de nuestra táctica. Será una pulseada desde el primer minuto hasta el último”, analiza García en referencia al partido de cuartos de final entre Los Pumas y el Trébol, de este domingo a las 9 hora argentina.

Por último, remarca que “esta es una instancia en la que debe estar Argentina, por el nivel que ha demostrado en estos últimos años, por merecimiento, por el trabajo que se ha hecho para el crecimiento de nuestro rugby, que le ha permitido encontrar un lugar dentro del plano internacional”, y concluye: “Me parece bien que Los Pumas estén entre los primeros seis puestos y ojalá se pueda llegar a disputar la final. No sé si ganarla, pero llegar sería un gran premio”.

Historia de duendes

“Mi viejo jugó al rugby desde joven, en su Tandil natal, después lo hizo en Neuquén y cuando nos vinimos a Rosario nos acercamos a Duendes”, repasa García al ser consultado por el orígen de la pasión que siente por el deporte de los tackles y los tries, y agrega: “Mi hermano más grande con edad de juvenil fue el primero en acercarse, con varios compañeros de la escuela, y como además mi viejo empezó a entrenar las infantiles mi llegada era casi inevitable”.

El Tato, que además es cardiólogo y está al frente de la medicina deportiva en uno de los cinco centros regionales de entrenamiento que la Unión Argentina de Rugby tiene a lo largo del país, remarca que entró a la familia verdinegra a los 9 años “participando activamente de la vida social y deportiva del club”, y añade: “Fui jugador, representé al club en torneos nacionales y eso me abrió la posibilidad de integrar el seleccionado de Rosario y de jugar en Los Pumas Seven”. Tras colgar los botines, García se calzó el buzo de entrenador y en ese rubro dirigió los seleccionados rosarino y argentino en la modalidad Seven (equipos de 7 jugadores en lugar de los 15 del estilo tradicional), y a la Primera del club que prácticamente lo vio nacer. “Es un paso muy importante en mi carrera, sobre todo por la actualidad que tiene Duendes en el rugby nacional”, destaca, y tras remarcar que “tengo a mi hijo y a mi sobrino jugando en Duendes, que es como nuestra segunda casa”, y que “tengo la camiseta en la piel, como dice Maradona”, concluye: “Amo a este deporte, porque además de darme amigos, me ha dado valores que me ayudaron a desarrollarme para la vida futura, profesional y familiar, y lo sigo disfrutando desde el lugar que estoy”.

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