Foto: Verónica Yáñez Pedrana
Foto: Verónica Yáñez Pedrana

La apertura de importaciones, habilitada por el gobierno nacional, preocupa a la producción local de frutillas. En lo que va del año ingresaron más de 160 toneladas de esta fruta a bajo precio, perjudicando las negociaciones de los productores con las industrias.

La localidad de Coronda, cabecera del departamento San Jerónimo, se encuentra sobre el río homónimo, a 47 km de la ciudad de Santa Fe y a 122 km de Rosario. Conocida, nacional e internacionalmente, por su producción de frutillas –cuyo cultivo comenzó en 1919–, la “capital nacional de la frutilla” ve afectada su economía regional ya que directa o indirectamente involucra en el mercado laboral a miles de personas. En este contexto y bajo la coordinación del Ministerio de Producción de la Provincia a cargo de Luis Contiagini, en conjunto con la Federación Industrial de Santa Fe se creó el Observatorio de Importaciones –Resolución 537/2016–, cuya principal función es monitorear el ingreso y la incidencia de los productos provenientes del extranjero. En su análisis sobre el impacto que tienen en las economías regionales, puede observarse que la importación de la fruta aumentó un 140 por ciento. En los meses comprendidos entre enero y agosto de 2015 ingresaron 68.730 kilos, mientras que en el mismo período de 2016, fueron 164.856 kilos.

En Coronda y su zona, la frutilla para consumo directo y como fruta estacional se cosecha hasta agosto/septiembre y, desde ese momento y hasta fin de año, para proveer a la industria que la utiliza en forma de pulpa en la elaboración de productos como dulces, helados, yogures. Son pequeños productores –generalmente distribuidos en campos de menos de diez hectáreas– los responsables de que esta ciudad tenga la mayor producción de frutillas. En cada hectárea se cultivan aproximadamente mil plantas y cada una de ellas genera un kilo de fruta madura en promedio.

La apertura de la importación se da en un período en el que los productores se encuentran negociando con las industrias el precio de la fruta. El presidente de la Asociación de Productores de Coronda, Daniel Dip, explicó que la frutilla congelada está siendo importada de Polonia, Marruecos y China a un precio de un dólar con cuarenta centavos –con impuestos–, mientras que de Argentina se exporta a un dólar con ochenta, por lo que la diferencia es muy grande. “Las empresas, con esa fruta, consiguen un precio muy bajo, nada que ver con el precio al que podemos producir en el país», agregó.

La situación de los productores se ve agravada en un año en el que las constantes lluvias dificultaron tanto la colocación de los plásticos que forran los camellones donde se cultivan las frutillas, como la desinfección de los suelos. «Es difícil producir con el año que estamos teniendo. Un año climáticamente difícil y encima, económicamente difícil. Los insumos han aumentado un cincuenta o sesenta por ciento. Todos los productos que nosotros usamos son dolarizados, de producción local no hay prácticamente nada. Las mangueras, los plásticos se producen en Argentina, pero la materia prima es importada», resaltó el productor.

Consultado por las medidas que adoptarán si continúa la importación, Daniel Dip contó que están en contacto con el ministro de Producción de Santa Fe y que ya alertaron a Buenos Aires. “Hubo una reunión en Rosario en la que estuvo Frigerio –ministro del Interior de la Nación– y algún periodista le preguntó cómo afectaba la apertura de importaciones y decía que no afecta, que era de un 0,4 %. Pero ya están alertados que si esto sigue ocurriendo de esta manera, el sector, que es grande en el país –son más de 1200 hectáreas–, va a sufrir mucho”, dijo el presidente de la Asociación de Productores de Coronda.

Con relación a las importaciones, la responsable de la oficina técnica del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria –INTA– en esa ciudad, María del Huerto Sordo, coincidió en que la cantidad de fruta no es significante, pero remarcó la importancia del momento en que ingresa y al precio en que lo hace. “En este momento los productores de Coronda y zona están negociando con las industrias el precio de venta. Si entra frutilla barata en este momento lo que hace es tirar abajo el precio de negociación. Si sigue entrando mucha cantidad de frutillas, sí va a afectar”, comentó y agregó que en esa localidad comienza a preocupar la posibilidad de que las grandes cadenas de heladerías y otras empresas de alimentación, que hasta el momento compraban la producción local, decidan importar las frutillas congeladas.

Sobre la importancia que tiene esta economía local, Daniel Dip se refirió a la cantidad de personas vinculadas laboralmente a la producción de frutillas. “En cada hectárea de frutillas hay entre cuatro y cinco personas en la quinta, luego hay gente en los galpones que es la que le saca el palito, la acomoda en las cubetitas o en las cajas más grandes para mandar al mercado; está la gente que carga, que descarga, el transportista y en los mercados un montón de gente trabaja alrededor de la frutilla. Cuando la planta va a la fábrica hay un montón de personas que trabajan haciendo la pulpa, haciendo el dulce. Es toda una mano de obra a la que va a afectar en grande. Y a todos los que venden insumos, que no sólo son agroquímicos. Hay un montón de gente que trabaja alrededor nuestro y que arregla la mochila, que arregla el motor, que arregla una camioneta que se nos rompe. Un montón de actividades están alrededor de esto. Coronda depende en un 60 por ciento de que a los frutilleros les vaya bien. Nuestra gente necesita que vendamos bien nuestra frutilla, así tenemos mucho más trabajo y podemos pagar mejores sueldos”, señaló.

Coronda no es la única ciudad que se ve afectada por la importación de frutillas. Algunas localidades cercanas y algunas de otras provincias –como La Plata, Florencio Varela, Mar del Plata, Tucumán o Corrientes–, también se caracterizan por tener una importante producción y distribución de estas frutas. En el actual contexto de estanflación, la importación no es el único factor que está perjudicando a las economías regionales: los tarifazos en los servicios, el aumento del dólar, la caída de los salarios reales trajeron como consecuencia el aumento en los costos de producción y la disminución en las posibilidades de comercialización y por consiguiente, en el consumo.

*Agencia Sin Cerco

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  1. […] La frutilla del postre del modelo […]

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