La periodista y editora Nadia Fink estuvo la semana pasada en Rosario para presentar la colección Antiprincesas/Antihéroes, y el libro Ni Una Menos desde los primeros años, Educación en géneros para infancias más libres, del sello Chirimbote. La colección Antiprincesas incluye las biografías para niñas y niños de la artista mejicana Frida Kahlo; la cantautora chilena, Violeta Parra; la guerrillera y libertadora del Alto Perú, Juana Azurduy; y la escritora brasileña, Clarice Lispector. La última en incorporarse fue Gilda, cantante tropical y santa popular argentina.
“A romper estereotipos”, es la consigna de “la cruzada antiprincesas” que, desde una mirada latinoamericanista, propone cuestionar, de manera más didáctica que narrativa, la asignación de roles del heteropatriarcado y los cánones de belleza que la industria cultural hegemónica impone, por ejemplo, a través de las princesas de Disney. Para ello, narran historias de mujeres reales de nuestro continente. “Si bien el prefijo «anti» es rupturista, nuestra idea es bastante propositiva. En nuestros libros no se acuchilla a ninguna princesa sino que se ponen a jugar otras formas de ser mujer, de vivir, de desarrollar una idea en paralelo con las princesas europeas, que por otro lado van a seguir estando, porque desde hace siglos nos cuentan los mismos cuentos de princesas”, señaló sobre la propuesta Nadia Fink, un rato antes de subirse al escenario del Distrito Siete (Ovidio Lagos 790) para presentar la colección que dirige junto al dibujante Pitu Saá, en una actividad denominada “Infancias más libres para ciudades más justas”, que tuvo amplia convocatoria y a la que también asistieron niños y niñas de todas las edades.
“Los abordajes de cada historia no se toman con una mirada de género desde lo académico, sino que tiene más que ver con feminismos populares, si se quiere. Pusimos las historias de estas mujeres a jugar en lo cotidiano, y si tiene contenido político es porque justamente creemos que todo lo que hacemos en nuestras vidas es político. También porque son mujeres latinoamericanas con todo lo que eso implica, además de los paisajes y los colores, y porque hasta nuestros cuerpos son diferentes”.
En este sentido, la narradora de las historias de estas mujeres detalló que “hay una Frida en un contexto post revolucionario, una Clarice Lispector que salió a marchar en contra de la dictadura, una Gilda que rescataba las radios comunitarias, es decir, encontramos una forma de mostrar una multiplicidad de mujeres y propusimos la rotación de países para dar cuenta de nuestra América, para dar una mirada de conjunto. Y, por otro lado, mostrar en todas las disciplinas en las que se puede desarrollar una mujer y todas las formas que hay de la feminidad, que son millones”.
En la charla, Fink estuvo acompañada por Caren Tepp, concejala de Ciudad Futura, quien –entre otras cosas– destacó que la colección también ofrece una forma de pensar a la mujer “lejos del mundo de la fantasía y la ficción, y del ideal de felicidad como algo que se alcanza en un momento dado y para siempre con el rescate de algún príncipe. Esto ayuda a construir para nuestros chicos y chicas otra idea sobre la felicidad, menos frustrante, y que tiene que ver con la toma de decisiones”.
Sobre las repercusiones que tuvo la colección desde que salió en 2015 junto con el sello Chirimbote –que va rumbo a convertirse en una editorial cooperativa– Fink reconoció que “en general fue recontra positiva”, salvo algunas críticas provenientes de sectores más conservadores. “Nosotros vamos y lo hacemos, y esto tuvo una repercusión que no esperábamos ni en nuestros mejores sueños”, aseguró la periodista sobre un proyecto que ya forma parte del material pedagógico de maestros y maestras en escuelas y bibliotecas populares de todo el país.
En tren de reconocimientos, el Concejo acaba de declarar de Interés Municipal a la colección, en el marco de una iniciativa impulsada por el bloque de Ciudad Futura y con el apoyo de las concejalas Fernanda Gigliani y Maria Eugenia Schmuck, quien además estuvo presente en la charla.
Fink, que además de periodista –actualmente es redactora del diario Marcha– fue maestra jardinera y dirigió durante varios años un taller de cuento con chicos de cuarto grado, indica: “Siempre me interesó muchísimo la literatura infantil y en este caso en particular, sobre el abordaje de género en infancia, tomamos algunas decisiones que tienen que ver con lo que los chicos y chicas pueden trabajar”.
Al respecto, amplió: “A Juana se le murieron 4 niños, si poníamos eso sobre el tapete las críticas recaerían ahí y no en otros aspectos que quisimos destacar. El Che también se fue y dejó a los cuatro pibes con su madre, pero nadie dice nada. O del amor libre de Frida en ese contexto revolucionario. A Violeta Parra también se le murió un hijo cuando se fue a Polonia y, aunque ese bebé quedó a cargo de un padre, se la culpabiliza como madre abandónica. No se trata de ocultarle la verdad a los chicos, sino tratar de poner el foco en otra cosa que queremos destacar. ¿Si estas mujeres sufrieron? Sí, como todos.”
Antihéroes
La otra colección de Chirimbote. que no goza de tanta popularidad como las antiprincesas, se lleva todos los elogios por ofrecer al público lector infantil a referentes hombres de la cultura popular y de la historia de Latinoamérica. Ante todo, Nadia Fink aclaró que, en principio, “la colección iba a llamarse «AntiSuperhéroes»” para contraponer una mirada también alejada de los estereotipos que por su puesto también alcanzan a la masculinidad, pero era demasiado largo. Los antihéroes por el momento son dos: el escritor argentino Julio Cortázar y su colega uruguayo Eduardo Galeano. “No fue intencional que ambos fueran escritores. En realidad, a Galeano tuve el honor de entrevistarlo dos veces y se había muerto hacía menos de un año cuando yo me empecé a reunir con Elena, su compañera de más de 40 años, quien me contó otras cosas de él, de su perfil más cotidiano, y se entusiasmó mucho con la propuesta”, contó Fink, aunque no adelantó cuál será el próximo anti Superhéroe.
Infancias más libres
Ni una menos desde los primeros años, educación en géneros para infancias más libres, es la novedad de Chirimbote y en la jornada que se realizó en El Distrito Siete, también se dio lugar a su presentación. Se trata de una compilación que hicieron Nadia Fink y Cecilia Checha Merchán. Al hablar con el eslabón, Fink contó que se trata de una reedición de un libro de 2010 que hicieron Las Juanas Editora junto a la editorial Madres de Plaza de Mayo, pero aquella tirada se agotó enseguida. “Ni Una Menos es una reedición a la que le sumamos capitulos nuevos para dar cuenta de lo que se está discutiendo hoy. En 2010 el tema era la Ley de Matrimonio Igualitario y abordábamos la cuestión de los niños y niñas criados en familias homoparentales, pero hoy pedimos que no nos maten”, ejemplificó la compiladora sobre este volumen que a través de diferentes textos “busca respuestas y plantea propuestas para avanzar en una sociedad más igualitaria”. Para empezar “desde los primeros años, por quitar los prejuicios y estereotipos que rodean la idea de los vínculos familiares, los de género y los roles que se nos atribuyen desde el momento en que nacemos”. La compiladora destacó que entre los nuevos textos que se incorporaron hay relatos “escritos por personas trans que cuentan sus experiencias y proponen encarar las elecciones de género de modo que estén menos atravesadas por el sufrimiento”.
Articulo publicado en la edición 266 del semanario El Eslabón.