Si todavía no se sintió toda la dureza de los tarifazos, fue por las protestas de las multisectoriales que enfrentaron las subas. Foto: Andrés Macera.
Si todavía no se sintió toda la dureza de los tarifazos, fue por las protestas de las multisectoriales que enfrentaron las subas. Foto: Andrés Macera.

Los confusos discursos del ministro de Energía de la Nación, Juan José Aranguren, y las piruetas que dan antes de brindar precisiones desde el gobierno de Santa Fe, más la solidaridad con los oficialismos que practican los grandes medios de comunicación, se complotan para que todos queden mareados y nadie entienda cuánto va a doler en la cartera de la dama o el bolsillo del caballero la suba anunciada, sea ésta de la luz, gas o agua. Un marasmo que puede prolongarse hasta que asome la factura por debajo de la puerta. Pero también existen organizaciones que se dedican a revisar esos rebuscados números, fórmulas y porcentajes, hacerles un sistemático seguimiento y avivar a la gilada. “Lo que ocurrió en 2016 es que con los tarifazos se ha pulido buena parte del salario de todos los trabajadores”, explica Alberto Muñoz, titular de la Asociación de Usuarios y Consumidores (AUC), y advierte: “Este año, además de nuevos fenomenales aumentos, tendremos lo que yo llamo la cuota post elecciones, es decir: para que no quede tan grosero el incremento, antes de los comicios se deja planteada la hipótesis de que más adelante puede haber un reajuste”.

El defensor de los usuarios tiene en la cabeza todos esos guarismos y ante la consulta sobre el último anuncio en la suba del servicio mayorista de energía eléctrica realizado por el ex CEO de la Shell, dispara: “La tarifa de luz subió entre noviembre de 2015 y marzo de 2017, en 15 meses, un 170 por ciento. Una parte por decisión del gobierno provincial, y otra por la quita de subsidios del gobierno nacional. A este 170 por ciento se le va a sumar lo que devenga de los anuncios nacionales últimos de Aranguren”.

El aumento que se agregará en Santa Fe, ilustra Muñoz, será por el componente “generación”, porque en el caso de la “distribución” hay que recordar que el gobierno provincial ya aumentó la tarifa con anterioridad y que esa suba ya está rigiendo desde el 1° de enero.

Pasando en limpio: para este año que recién arranca, en la EPE ya rige un aumento del 15 por ciento desde enero, que se completará con otro del 19,1 aprobado para marzo. A eso hay que sumarle un 12 desdoblado en febrero y marzo, que será atribuido por la provincia al incremento anunciado por Aranguren en el valor de la energía mayorista. En total, en sólo el primer trimestre de 2017, los santafesinos se morfarán una suba del 46,1 por ciento en la factura de la luz.

“Nosotros tuvimos hasta el año pasado –señala el dirigente social– toda una época en que no aumentaba para la provincia de Santa Fe el precio mayorista, por eso venían las facturas con una leyenda que decía «subsidio del gobierno nacional». Pero durante ese período, la EPE siguió subiendo las tarifas a tal punto que tenemos una de las tarifas más altas del país. De hecho las dos empresas más caras son la de Santa Fe y la de Córdoba”, aclara.

Muñoz remarca un reclamo histórico de las organizaciones de usuarios y consumidores. “En Santa Fe no tenés autoridad regulatoria, ni marco regulatorio, por lo que no podés controlar si los compromisos de obra se cumplen”.

“Lo más importante a tener en cuenta es que ya, aún sin saber los porcentajes que van a devenir del incremento anunciado por Aranguren, hasta ahora (desde noviembre de 2015) la energía aumentó un 170 por ciento, mientras que las paritarias fueron entre el 31 y 33 por ciento, el aumento de las jubilaciones del 30, y los no sindicalizados tuvieron aumentos en torno al 18 por ciento”, repasa el defensor de los usuarios y consumidores, para luego rematar: “imaginemos lo que ese 170 le rebanó al salario de todos los trabajadores”.

Para Muñoz, otro detalle importante es que “la gente todavía no vio el impacto verdadero del incremento”. Y amplía la idea: “El aumento grande de quita de subsidios fue a partir del 1° de febrero del año pasado. Por lo tanto, no se vio reflejado en los meses de mayor calor de diciembre y enero, no se vio el peso del aire acondicionado del año pasado. Se va a ver ahora en marzo y abril, cuando con esas facturas, con el aumento del año pasado más el de este año, la gente va a recibir facturas que van a ser descabelladas y no tienen ninguna relación con las paritarias que vivimos”.

Dale gas

“El gas subió entre noviembre de 2015 y el mismo mes de 2016, para el rango R31, que es una casa de familia normal, un 1336 por ciento”, apunta Muñoz. “Como hubo una gran pelea, encabezada por las multisectoriales contra los tarifazos, se postergó el aumento para el invierno pasado, entonces la gente va a ver el verdadero incremento recién en este invierno, en las facturas de julio y agosto. Pero a eso habrá que agregarle el aumento del gas que va anunciar Aranguren en abril”, se lamenta el dirigente.

“En el caso del agua –dice Muñoz–, el aumento del año pasado fue del 48 por ciento, y ahora tenemos uno anunciado para el primer semestre de 28, más 10 acumulativos”. Y luego, como si con eso ya no tuviéramos suficiente, advierte: “Pero ojo, que en la misma resolución de Aguas Santafesinas se plantea que, más adelante en el año, van a ver los números de la empresa para estudiar si no hace falta un ajuste. Tendremos lo que yo llamo la cuota post elecciones. Es decir, para que no quede tan grosero el incremento antes de los comicios, se deja planteada la hipótesis de que más adelante puede haber un reajuste”, subraya.

Por último, Muñoz destaca que “todas las tarifas estuvieron por encima de los incrementos salariales durante 2016, aún las más bajas, como los impuestos municipales y provinciales”. “Tanto la Tasa General municipal como el Impuesto inmobiliario provincial estuvieron por encima del 50 por ciento. Lo que ha ocurrido en 2016 es que se ha pulido una parte del salario de todos los trabajadores”, concluye el dirigente de los usuarios y consumidores.

Descontrol eléctrico

“La Asociación de Usuarios y Consumidores a la que yo pertenezco, hace seis años entabló un juicio para que la EPE en su reglamento interno acatara la Ley de Defensa del Consumidor”, cuenta Alberto Muñoz, para graficar la pelea para que haya un control ciudadano más certero de los números de la empresa. “Lo ganamos en primera instancia –siguió el dirigente–. La empresa, lejos de cumplirlo, lo apeló. En segunda instancia, nos volvieron a dar la razón y ahí recién la empresa se sentó con el juez para acordar su reglamento interno a ley de Defensa del Consumidor, lo cual es una barbaridad porque tenemos esa ley desde 1993”.
“Ahora tenemos una con plena vitalidad, a partir de 2008, que es de las mejores del mundo, pero la empresa se niega permanentemente a cumplirlo”, se quejó finalmente Muñoz.

Fuente: El Eslabón

Más notas relacionadas
Más por Juane Basso
Más en Ciudad

Dejá un comentario

Sugerencia

Literatura y memoria en las aulas secundarias

Una experiencia educativa en la que las y los estudiantes son invitados a leer y a produci