Referentes de distintos sectores comerciales nucleados en la Asociación Empresaria expresaron su preocupación por las consecuencias que los sucesivos aumentos tarifarios han generado en los costos de sus negocios.
“Desde hace un tiempo escuchamos las quejas de nuestros pares respecto del aumento, entendemos las razones, pero debemos advertir que los comerciantes vienen sobreviviendo al combo de las bajas de las ventas, la presión tributaria y el aumento de los servicios”, expresó Ricardo Diab, presidente de Asociación Empresaria de Rosario (AER).
Por su parte, la gerenta de la Cámara de Supermercados y Almacenes de Rosario (Casar), Verónica Solmi, sostuvo: “Estamos sumamente afectados, somos electrodependiente y vendemos productos de primera necesidad por lo tanto es imposible reducir los costos, más allá de todos los esfuerzos para mutar a energías renovables, pero las tarifas se han triplicado en un supermercado o almacén pequeño de 400 metros cuadrados manteniendo los mismos niveles de kilowatts gastados”.
“Por eso se está pidiendo al gobierno que subsidie a los comercios electrodependientes y que venden productos de primera necesidad, como sucede con la industria, y a su vez que se puedan hacer contratos por seis meses, donde la compra de energía se hace semestralmente”, añadió Solmi.
A su turno, el titular de la Asociación Industrial de Panaderos Rosario, Gerardo Di Cosco, indicó que “la energía es el insumo de mayor implicancia sobre nuestros costos y por ende su aumento es el que más nos afecta”, y agregó: “Nuestro consumo de energía no se produce solamente cuando tenemos el local abierto, sino que tenemos una importante demanda de producción durante la noche por parte de las máquinas y el personal que panifica”.
“Si bien la EPE nos dio la posibilidad de incorporar un medidor –pagando nosotros la instalación– que nos permite reducir en un 30 por ciento la tarifa que pagamos por el consumo de 8 de la noche a 6 de la mañana, no es suficiente porque en general los montos de facturación se han triplicado o cuadruplicado”, se quejó.
Uno de los sectores más golpeados es el que representa Andrés Ríos, presidente de la Cámara Industrial y Comercial del Helado Artesanal (Cicha). “Nosotros fabricamos, guardamos y repartimos helado a baja temperatura y no podemos evitar la corriente eléctrica, por eso la EPE es nuestro principal proveedor, lo cual significa que la quita de subsidios está afectando terriblemente a los costos y trasladarlo hoy por hoy a los precios, lo que genera una gran preocupación a corto plazo”.
El referente de los heladeros explicó que la única solución que les han brindado “es sacar créditos de línea verde para reemplazar maquinarias y artefactos para reducir los niveles de consumo”. “Eso no nos sirve porque como los heladeros somos electrodependientes siempre nos hemos actualizado para gastar lo menos posible. De todas maneras, esperamos soluciones como las del año pasado con tarifas de doble lectura para mantener la producción y sostener los puestos de trabajo”, sentenció Ríos.
En tanto, el vicepresidente de la Asociación Hotelero Gastronómica, Carlos Mellano, detalló: “El aumento interanual de la energía es del 110% , si a esto le sumamos el 70% de agua, la inflación que no está del todo detenida y la baja de la demanda, el combo es realmente explosivo”. Para el gastronómico, en épocas de crisis la gente reduce gastos en este tipo de actividad, como es salir a comer afuera, “con lo cual de ninguna manera podemos trasladar a los precios ese aumento de los servicios porque perderíamos muchos más clientes. Y hay que recalcar que estamos trabajando a rentabilidad nula”.
Por último, desde la Cámara de Estaciones de Servicio, Garages y Afines de Rosario (Cesgar), precisaron que las empresas asociadas se encuentran en una situación de caída de rentabilidad, en manos de costos crecientes e ingresos decrecientes. «La situación se agrava por el aumento de los costos operativos, entre los cuales el que mayor impacto representa es el servicio de energía eléctrica”, aseguraron.
“Los diversos reclamos que nos transmiten nuestros asociados se centran en el impacto de la tarifa de energía, para el cual tomando los últimos 12 meses, registramos aumentos que van desde el 75 al 90 por ciento, variación que depende de la modalidad contractual. Hay que considerar que las estaciones de servicio no son formadores de precios, por lo cual nos resulta imposible trasladar los aumentos de costos», lamentaron.