El Foro en Defensa de la Educación Pública, integrado por docentes y estudiantes de la provincia, lanzó dos movilizaciones durante la semana pasada para repudiar al gobierno nacional por la quita de los planes Progresar que afecta a medio millón de estudiantes en todo el país. En Rosario, los más perjudicados son los alumnos de los institutos terciarios y de escuelas medias para adultos que están al filo de abandonar las aulas.

El ajuste también se hace sentir fuerte entre los estudiantes universitarios. Las agrupaciones destacaron que la pérdida del Progresar se da en el marco de un ajuste económico generalizado, y que esa ayuda se destinaba en mayor parte para cubrir gastos de transporte y material de estudios. En ese marco, criticaron además el elevado costo del boleto de colectivo en Rosario.

La primera semana de Julio empezó con una manifestación simbólica frente a la sede local de Anses, convocada por el Foro y de la que participaron organizaciones sociales, sindicales, políticas y de derechos humanos. Durante la jornada de protesta, las organizaciones que integran el foro, como Amsafé y distintos gremios estudiantiles, denunciaron que el vaciamiento del programa se viene llevando a cabo progresivamente desde el año pasado.
En este sentido, señalaron faltas de pagos retroactivos, atrasos en los pagos, omisión de meses de pagos y hasta bajas directas del beneficio. A esto se le suma un cambio en los requisitos lo cual dificulta el acceso a la misma.
“El impacto del recorte se siente muy fuerte entre los terciarios. Al menos en el Normal 2. Cuando pasamos por los cursos consultando sobre problemas con el Progresar, prácticamente el 70 por ciento levanta la mano”, contó a El Eslabón, Ángel Druetta, quien cursa la carrera de Magisterio y preside el Centro de Estudiantes.

“Los terciarios son los más afectados por este recorte, en principio por la franja etaria a la que está orientado el programa –chicos y chicas de entre 18 a 25 años– y, además, porque el perfil del estudiante terciario es el perfil del estudiante trabajador que proviene de las clases populares, quizás a diferencia de los universitarios que por ahí cuentan con otro respaldo económico y pueden estudiar sin tener que trabajar”, explicó el presidente del Centro de Estudiantes del Normal 2, que integra el foro junto a todos los centros de estudiantes de los institutos terciarios de la ciudad, entre ellos, el Normal 1, el ICEF 11, la Escuela Provincial de Música, la Sabino, la Escuela de Teatro y Títeres, la Escuela de Teatro Isabel Taboga. Además, participan otros centros y agrupaciones estudiantiles del Instituto Olga Cosettini, del Iset 18 y del Galileo Galilei, entre otros.

“Lo que nos cuentan los compañeros es, lisa y llanamente, que tienen que dejar de estudiar. Con la beca les alcanza para pagar los colectivos y los apuntes, y nosotros desde el Centro de Estudiantes lo único que podemos hacer es organizar ferias de apuntes para resolver de manera solidaria, y compartir material de estudio entre los estudiantes”, describió Druetta.

“Los compañeros lo dicen muy claro, si dejan de cobrar se van de las aulas. Quitarles el Progresar es quitarles el derecho a estudiar, sobre todo en este contexto de ajuste generalizado, porque no es solamente el Progresar. De hecho, uno de los problemas que tenemos es el medio boleto de la Municipalidad, porque es muy exclusivo y no son muchos los que lo pueden obtener”, especificó el joven.

“La continuidad del plan de lucha que se inició el lunes pasado con la movilización simbólica frente a la Ansés para reclamarle al gobierno nacional, es este festival en la calle, porque como decía (Arturo) Jauretche, los pueblos tristes no vencen, entonces hacemos esta convocatoria para hacer visible nuestro reclamo y debatir con toda la comunidad cómo nos perjudica a todos el ajuste”, dijo el estudiante.

Por su parte, Clara Pereyra, de la agrupación Mate Cocido, que preside el Centro de Estudiantes de Humanidades, transmitió que en el caso de los estudiantes universitarios la beca del progresar “favorece, sobre todo, a hijos de trabajadores”. “Si bien la cifra de 900 pesos no resuelve toda la situación económica del estudiante, sí hace la diferencia para esos compañeros y compañeras que les cuesta llegar a fin de mes y les permite comprarse las fotocopias y material de estudio o poder bancarse el colectivo que en Rosario tiene un costo muy elevado”, señaló.

Por otra parte, Pereyra advirtió que las becas cada vez son menos y los cupos de los comedores tienen números irrisorios. Por ejemplo, en Humanidades llegan 60 menús al mediodía solamente. La presidenta del gremio estudiantil añadió: “Desde el año pasado, cuando asumió el gobierno de Macri, las becas que otorgaba la UNR dejaron de ser compatibles con las Progresar. Con el gobierno anterior, un estudiante podía cobrar las dos, hoy no”.

El festival que se llevó a cabo frente a la facultad de Humanidades fue organizado por la Mate Cocido y del mismo participaron el Centro de Estudiantes de la UTN y los de los terciarios. También se sumaron a la movida, que contó con la presentación de tres agrupaciones de la Escuela de Música, los centros de las facultades de Ciencias Médicas, Psicología y de Ciencia Política y Relaciones Internacionales. Además, estuvieron presentes los sindicatos docentes Coad, Amsafé provincial y Sadop.

Fuente: El Eslabón Nº 307

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