Tras la efectiva movida de Lífschitz en campaña para reclamar la deuda de Nación a Santa Fe, la Casa Rosada le bajó el pulgar a las expectativas provinciales. Voluntad sobra, recursos escasean, dijo Frigerio. Un debate teñido por el proceso electoral, en el que cada cual quiere construir el escenario más favorable a sus posibilidades.

La disputa por la cancelación de la deuda que Nación posee con Santa Fe, unos 50 mil millones de pesos reconocidos judicialmente por la Corte Suprema, se metió, previsiblemente, en la campaña electoral. Y esa, parece, será su próxima morada por un plazo indeterminado. A un mes de las elecciones primarias, el gobernador Miguel Lifschitz primerió con una idea eficaz desde lo político: reunir a los representantes de todas las fuerzas para reclamar, como provincia e independientemente de los colores partidarios, lo que a Santa Fe le corresponde por derecho. Al jefe del radicalismo, el intendente santafesino José Corral, logró descolocarlo. Y reinstaló una idea-fuerza empleada en otras ocasiones por el socialismo: unir sus intereses con los del Estado provincial, como una misma cosa. La reacción de Cambiemos tardó casi diez días: el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, aceptó lo ineludible. “Vamos a pagar lo que debemos”, dijo. Y agregó sobre la modalidad de pago: “En la medida que tengamos recursos”. Aclaró, por las dudas, que Mauricio Macri recibió “un Estado quebrado”. Teniendo en cuenta que, si eso fuera así, los 18 meses de Cambiemos en la Casa Rosada no lograron modificar sustancialmente –para bien- aquél panorama recibido, Santa Fe deberá esperar pacientemente.

¿Pagadiós?

La respuesta que esta semana brindó Frigerio al planteo formal de Santa Fe sobre el pago de la deuda –que incluyó una propuesta concreta elaborada por la Casa Gris de pago en cuotas y mediante títulos públicos- tuvo interpretaciones disímiles.

“Nación rechaza plan de pago de Santa Fe por deuda de $50 mil millones”, tituló el diario económico Ámbito Financiero, mirada compartida por otros medios. “La deuda con Santa Fe la vamos a pagar”, eligieron otros medios como título, dando a entender que la Casa Rosada aceptaba el plan de pagos presentado por Lifschitz.

Del análisis de las declaraciones del ministro del Interior se desprende que ni una ni otra interpretación son estrictamente correctas. El funcionario dijo que el Gobierno posee voluntad de pago, pero no dio ninguna precisión de cómo lo hará. Hizo un repaso por los recursos que recibe Santa Fe de Nación y dijo que no tienen más plata. “Una parte la estamos pagando y a otra parte la vamos a pagar”, sostuvo Frigerio en declaraciones a Radio Universidad. “Nosotros somos respetuosos de la Justicia, la que estamos pagando desde el primer día de la asunción de Mauricio es la restitución del famoso 15 por ciento de la coparticipación, les estamos pagando a tres provincias, Santa Fe, Córdoba y San Luis”, detalló.

En rigor, no se trata de deuda, sino del cumplimiento del fallo de la Corte Suprema que obligó al Gobierno a dejar de detraer el 15 por ciento de la masa coparticipable a esas tres provincias, dinero que era destinado a financiar la seguridad social.

Sobre la deuda que se originó por los años que Nación descontó esos fondos a Santa Fe, Córdoba y San Luis –en realidad lo hizo con todos las provincias pero sólo esas tres acudieron a la Justicia para reclamar el cese del descuento-, “la vamos a pagar”, afirmó Frigerio.

El ministro recordó que la gestión macrista también resolvió dejar de descontar el 15 por ciento de la coparticipación a los demás distritos, “pero a lo largo de los próximos cuatro años”. “No tenemos más plata, porque si no lo haríamos antes. Nosotros heredamos un Estado quebrado desde el punto de vista fiscal y financiero, en la medida en que tengamos los recursos vamos a pagar todas las deudas”, amplió Frigerio. Allí radica lo central. En la medida en que dispongamos del dinero, vamos a pagar. Pero estamos quebrados. Es decir, por ahora no vamos a cancelar vuestro crédito, amigos santafesinos.

Ingratos

Para suavizar ese sapo, Frigerio brindó un detalle de todo lo que Nación envía a Santa Fe. Que, en rigor, es lo que corresponde. “Nunca” esta provincia “recibió tantos recursos de origen nacional”, aseguró.

Detalló que “Santa Fe recibía 19 mil millones de pesos en los primeros seis meses de 2015, y en los primeros seis meses de 2017 fueron transferidos desde el Gobierno nacional 36 mil millones de pesos. Pasó de 19 mil a 36 mil en 18 meses de gestión”, sostuvo, como si hubiese sido discrecional el aumento, por la buena voluntad de Mauricio.

No. El incremento de la masa coparticipable se explica, en parte, por el fallo de la Corte que obligó a Nación a dejar de descontar el 15 por ciento de los recursos mensuales que envía a Santa Fe por coparticipación, y el resto corresponde a inflación (mayor recaudación).

La ley de coparticipación sancionada en 1988 por el Congreso no fue modificada; cada provincia sigue percibiendo los porcentajes establecidos entonces.

Frigerio también buscó alivianar el pagadiós con un detalle de las inversiones nacionales en obra pública. “También reciben obras, porque no sólo reciben recursos, desde el Gobierno nacional hacemos obras en Santa Fe como nunca se hicieron”, aseguró. En la Casa Rosada afirman que Cambiemos se limitó, hasta ahora, a completar trabajos iniciados por el kirchnerismo, como la avenida de Circunvalación y el metrobús de avenida Alberdi. Los santafesinos deberían agradecer, planteó el ministro, “lo que Mauricio se comprometió a hacer cuando asumió: el plan de infraestructura más ambicioso de nuestra historia”.

“Y Santa Fe, que fue durante muchos años ninguneada, discriminada por parte del gobierno nacional, hoy encuentra en el gobierno nacional un aliado para proyectos de desarrollo, de crecimiento y también de soluciones a los problemas concretos de los santafesinos”, cerró Frigerio.

La clave del éxito

Arrastrar a Frigerio a aceptar que Nación no puede -¿o no quiere?- pagar la deuda de 50 mil millones a la provincia es parte del éxito obtenido por Lifschitz, que relativiza su pertenencia partidaria resaltando la defensa de los intereses del conjunto.

El 18 de julio el gobernador reunió a casi todo el arco político provincial en la ciudad capital para presentar una propuesta de pago a Nación, razonable, por cierto. A menos de un mes de las Paso, en las que el Frente Progresista quiere buscar un lugar entre la polarización de Cambiemos y el kirchnerismo.

En medio de la campaña, la movida re-suma ingenio. Obliga a las demás fuerzas políticas a ubicarse del lado de la tradición federal del brigadier López o abrazar la causa del fastidioso unitarismo porteño. Allí fueron todos en fila detrás de Lifschitz.

Con excepción del presidente de la UCR e intendente de la ciudad de Santa Fe, José Corral, que pegó el faltazo. Al día siguiente, el radical hizo saber que había presentado una nota solicitando a provincia y Nación ser parte del debate, puesto que la ciudad capital también debería recibir parte del crédito reclamado.

“A los intereses de Santa Fe hay que defenderlos con responsabilidad. La convocatoria del gobierno provincial se podría haber realizado por afuera de la campaña electoral, no en este momento”, le dijo al diario La Capital, luego de haber quedado afuera de la foto. Corral es el líder los radicales que abandonaron el Frente Progresista para saltar a Cambiemos. Tal vez esa exposición lo lleve a sobreactuar su defensa del gobierno nacional, lesionando su “santafesinismo”.  

La defensa de los intereses de la provincia es el eje de la campaña del Frente Progresista. Uno de los spot televisivos lo muestra al gobernador Lifschitz afirmando que sabe que “Luis”, por el ministro de la Producción Contigiani, primer candidato a diputado nacional, “va a defender los intereses de la provincia”.

La Constitución reserva a los senadores la representación ante el Congreso de los intereses de los distritos subnacionales. Es decir, las provincias. Los diputados, en cambio, son elegidos a través de esas jurisdicciones pero representan a la Nación. Una nimiedad formal en la que nadie va a detenerse.

El Frente Progresista avanzó, de esa manera, en su objetivo de alambrar la provincia y convertir la discusión nacional en una de pago chico. Lo que está en juego no es la continuidad del cambio –en la óptica del oficialismo- ni la chance de frenar el ajuste –en opinión del peronismo opositor-, sino la defensa de Santa Fe.

La efectividad electoral del intento será justipreciada por el resultado de las elecciones, que a nivel nacional –es decir, en la provincia de Buenos Aires, que los medios porteños llaman “Provincia” y la escriben con mayúscula- se polariza entre Cambiemos y Cristina Fernández de Kirchner. Por ahora la pasión está puesta en la campaña. Y no llegará ni un mango.

La deuda

El fallo de la Corte Suprema, de diciembre de 2015, reconoció una deuda de Nación con Santa Fe de 23 mil pesos. Según la Casa Gris, la actualización de aquél monto lo hace trepar, ahora, a unos 49 mil millones. La indexación no es un camino único, ofrece distintas variables, por lo que el número final del crédito también es discutible.

El gobierno de Miguel Lifschitz propuso que la Nación cancele la deuda de la siguiente manera: con una transferencia de $15 mil millones en 24 cuotas mensuales, iguales y consecutivas de $625 millones, aplicando la tasa Badlar sobre el saldo, con vencimiento de la primera cuota en enero de 2018.

El resto, con la emisión y entrega de títulos públicos nacionales por un monto de $34.840 millones, “teniendo en cuenta que los mismos deberán pertenecer a especies con alto volumen de circulación en el mercado internacional, con períodos de amortización de hasta 40 años y admitiéndose nuevas emisiones en similares condiciones financieras a las ya realizadas”, detalla la propuesta oficial.

Y agrega: “La propuesta elaborada facilita el cumplimiento de pago por parte del Estado Nacional, evitando presiones adicionales sobre el Presupuesto para futuros ejercicios. El monto anual de los desembolsos propuestos significa el 0,32 por ciento de los Gastos Totales previstos en el Presupuesto 2017 de la Administración Nacional. En tanto, el monto a pagar en títulos públicos del Tesoro Nacional representa tan sólo el 0,80% del stock de deuda pública neta del Sector Público Nacional al 31 de diciembre de 2016”.

Las partes se reunieron en varias ocasiones para afinar el lápiz. Cuando las negociaciones parecían estancarse, formaron una comisión con funcionarios de ambas administraciones. Sin embargo, tampoco se arribó a un acuerdo. Todas esas tratativas se llevaron adelante con la discreción que brindan los encuentros entre cuatro paredes. Hasta que se largó la campaña, y el tema adquirió presencia pública.

Más notas relacionadas
  • Agredidos y organizados

    Gremios de la CGT y la CTA y organizaciones sociales de Rosario resisten “las políticas de
  • Calentamiento local

    Abuelas e Hijos Rosario denunciaron amenazas a una abogada querellante en causas de lesa h
  • La reacción de los agredidos

    Con la complicidad de los medios mainstream que discuten sobre caniles, las organizaciones
Más por Luciano Couso
Más en El Eslabón

Dejá un comentario

Sugerencia

En Diputados no hubo quorum para tratar el presupuesto de las universidades

Unión por la Patria había pedido una sesión especial para tratar el tema junto con la rest