El Consulado local del Estado gobernado por Evo Morales promueve el acceso definitivo a tierra y techo para familias migrantes. Se trata de un aspecto más de la “diplomacia de los pueblos”, subrayó el cónsul Sixto Valdez Cueto.

En la comunidad boliviana de Corrientes se pellizcan para confirmar que no están soñando. Es que el sueño que ahora asoma como realidad no es menor: se trata de por fin acceder, en condiciones de dignidad, a techo y tierra para trabajar verdaderamente propios. Y terminar así con una historia casi siempre difícil, signada por el desarraigo y las dificultades para reinsertarse en un contexto muchas veces hostil.

La posibilidad comenzó a tomar forma como fruto de intensas y sostenidas gestiones del Consulado de Bolivia en Rosario, con jurisdicción en las provincias del Litoral argentino. En ese marco, hace unos días el intendente de la capital correntina, Fabián Ríos, rubricó un acta con vecinos de la comunidad boliviana para transferirles a las familias predios de una hectárea a cada una, donde tendrán sus viviendas y la tierra para continuar con su actividad de productores agrícolas. El objetivo del Consulado, según adelantó su titular, Sixto Valdez Cueto, es llegar al mismo logro con otras comunidades en otras provincias bajo su órbita, incluida Santa Fe. Entre las familias bolivianas que atraviesan una situación de precariedad en cuanto a tierra y techo propios, se cuentan las radicadas en localidades del gran Rosario como Villa Gobernador Gálvez, Alvear, Pueblo Esther, General Lagos, Arroyo Seco, Fighiera, Soldini y Pérez. “Con las autoridades de la provincia de Santa Fe ya tenemos acuerdos verbales iniciales para avanzar con los productores de Monte Vera y Ángel Gallardo; y vamos a iniciar las gestiones para el sureste santafesino”, informó el cónsul en Rosario.

Antes, en el inicio de la entrevista con este periódico, había encuadrado estas acciones por tierra y techo en la llamada “diplomacia de los pueblos”, planteada por el presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales.

“Es una diplomacia integral, profunda, humana, directa”, describió Valdez Cueto. “Esto no va en desmedro de las funciones iniciales. De hecho, en los tres años y medio que llevamos de trabajo hemos logrado que el 90 por ciento de los residentes en el Litoral estén documentados, siempre en colaboración con instituciones argentinas como Migraciones, municipios y comunas, sindicatos y organizaciones sociales”, señaló. “Pero un trabajo integral es hacer un seguimiento de compatriotas judicializados y detenidos, que quiero destacar que son muy pocos en esta jurisdicción. También es hacer un seguimiento de quienes están internados en hospitales o necesitan servicios de salud; y seguir también el trabajo contra las situaciones de trata y explotación laboral”, abundó.

En esa línea de vinculación con todas las problemáticas de los compatriotas migrantes, desde el Consulado rosarino se abordó la situación de los radicados en las periferias de centros urbanos, dedicados en su mayoría a la producción frutihortícola, pero en situaciones de propiedad muy precarias por estar instalados en terrenos fiscales, o arrendados, o en litigio.

En el caso de Corrientes, la que está por dar el gran paso es la comunidad de Santa Catalina, la zona donde las familias de productores bolivianos ya están instaladas, pero en predios a los que el municipio quiere destinar a otros fines de acuerdo con su plan de desarrollo de la ciudad. La propuesta, entonces, es que los productores se trasladen a otros predios de la misma zona, que el municipio les cede con un único requisito: sólo pueden ser destinados a la continuidad de la producción de hortalizas. Con esa condición cumplida, las familias bolivianas accederán a “la escritura traslativa del dominio de dichos lotes”, según indica el acta que rubricaron el intendente Ríos, el cónsul e integrantes del Centro de Residentes Bolivianos en Corrientes, presidido por el tarijeño Daniel Baldiviezo Álvarez.

La organización en un Centro de Residentes fue clave para avanzar con la gestiones ante la Municipalidad de Corrientes. Y también fue fruto del trabajo del Consulado, que promueve lo mismo en todas las comunidades de la región a su cargo. Así, se formaron los centros de Rafaela y Villa Gobernador Gálvez, por ejemplo. Y se apunta en el mismo sentido en cada lugar donde hay migrantes bolivianos, que además de a la agricultura se dedican a la ladrillería, la construcción, el comercio y otras actividades.

“La organización es importante para conocer deberes y derechos; y para todos estos proyectos para trabajar y vivir mejor”, subrayó Valdez Cueto.

Bien comunicados

Aunque ya son varios los destinos y funciones que le fueron asignados en ese ámbito, Sixto Valdez Cueto no es diplomático de carrera. Su oficio es el de la prensa y la comunicación, y siempre lo pone al servicio de sus funciones consulares. En ese sentido, en su gestión en el Consulado en Rosario impulsó una iniciativa cuya repercusión sorprende a propios y extraños. Se trata del sitio en internet www.consuladodebolivia.com.ar, al que actualiza diariamente con información de distinto tipo, que a tres años de su inicio está a punto de alcanzar los 3 millones de visitas y llegó a tener 70 mil en una sola jornada. Al respecto, el cónsul expresó su agradecimiento por la realización de la web a la Cooperativa La Masa –que produce este medio–; y celebró que esta organización rosarina de trabajadores de prensa autogestionados esté desarrollando también los sitios de otros consulados y la renovación del de la Embajada boliviana en la Argentina.

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