Este sábado 18 a las 21.30, en el teatro Broadway, el ingenioso guionista y conductor radial se presentará junto al equipo de La Venganza Será Terrible, el envío clásico nocturno que lleva tres décadas de escucha.
La Venganza Será Terrible, el espectáculo radial llevado al teatro que conduce Alejandro Negro Dolina, no para su gira mágica, y vuelve a la ciudad de Rosario, este sábado 18, en el teatro Broadway, San Lorenzo 1223.
En esta oportunidad, el escritor argentino, será acompañado por Patricio Barton, y los músicos Gillespie; y El trío sin nombre, integrado por Manuel Moreira, Martín Dolina y Ale Dolina.
En diálogo con este medio, Alejandro Dolina describió el envío que hoy en día se transmite por AM 750, en Capital Federal, de lunes a viernes a la medianoche, y en Rosario y zona de influencia a través de AM 1330, y FM 106.1: «Es un programa de horizontes amplios en virtud de su desorden; no por el talento sino por la ambición que tenemos todos, estamos embarcados en un programa que es musical pero también humorístico, y a menudo se desliza por toboganes del pensamiento, tiene un componente teatral bastante fuerte y una serie de personajes que van variando, también puede suceder lo que dicen nuestras tías, que el que mucho abarca, poco aprieta».
El autor de Crónicas del Ángel Gris y Bar del Infierno, ponderó el «aquí y ahora» del encuentro radial con su público en vivo y directo. «Vamos mucho por interior del país, y el Gran Buenos Aires, donde los artistas van poco», y analizó: «Son muchas las diferencias cuando hacemos el programa con el público presente. Es un especie de termómetro, no siempre exacto, ya que muchas veces el público aplaude por puro fervor, y uno cree que ha estado muy bien y no fue tan así, pero eso acompaña, es como un eco que uno necesita».
Consultado por la coyuntura actual, el Negro Dolina opinó sobre las políticas neoliberales que se están llevando a cabo por el gobierno y el rol del peronismo: «Creo que hay que advertir cómo está funcionando, hay que preguntarse por qué están ganado las elecciones, siendo lo que son y, tal vez, en ese análisis nos demos cuenta que hay formas de comunicar, y formas de influir a la opinión general, formas hasta de manipular a las muchedumbres, formas que son nuevas y que los liberales manejan mucho mejor que los peronistas»; y afirmó en referencia a cómo la derecha se hizo del gobierno a través de las elecciones: «No sólo ganó en las urnas, sino que tiene el poder absoluto, que ni siquiera los regímenes militares tenían. Es decir, no hay casi ninguna provincia, hay pocos municipios, incluso, es muy poco el poder económico que puede manejar el peronismo y como el actual, es un gobierno de empresarios, el apoyo que recibe de estos sectores, es prácticamente unánime, entonces estamos ante un realidad nueva, y es indisimulada, la gente parece pensar que hay que darle más dinero a los empresarios, que ellos saben que hacer con él».
Ante un panorama adverso, el creador de la opereta Lo que me costó el amor de Laura, coincidió en que «tenemos el humor, tenemos la poesía, pero nosotros tenemos que ser un poco más astutos, y ver cuál es la estrategia de esta gente y bueno, combatirlos con mayor inteligencia, indignarnos porque Shell gana quince licitaciones, esta bien, pero creo también que deberíamos esforzarnos en no responder automáticamente cada una de las medidas del gobierno, una por una. Y creo que deberíamos también mostrar nuestro mejor rostro, seria mejor, quizá, mostrar en este momento el rostro de artistas que hacen bien lo que hacen, de tipos que tocan bien, que cantan bien, que eventualmente escriben bien, ese rostro es mejor, el rostro del talento y la inteligencia».
El conductor también está presentando La Venganza Será Terrible, 30 años, una gruesa publicación que definió como «un libro de recuerdos con una multiplicidad de autores que al mismo tiempo son los protagonistas de las historias, y que cuentan muchas cosas, algunas de las que yo no recordaba. Hay muchas fotos, y hay transcripciones de muchos fragmentos del programa, que son charlas más o menos serias, radiocines, que eran unos radioteatros que hacíamos en un tiempo, y fragmentos que fueron rescatados por oyentes, y algunos compañeros que tenían archivos mejores de los que podía tener yo».
