La Posilga, el grupo del barrio Ludueña, cumple 15 años con la música. Este sábado 16 de diciembre presenta su debut discográfico titulado “Hoy te quiero ver despierto”. Uno de sus integrantes cuenta como es la situación social actual del enclave del Ángel de la bicicleta caído en 2001.
Desde pibes llevan como bandera la herencia simbólica de Claudio Pocho Lepratti. Comenzaron siendo Los Ropes, un grupo de chicos entorno al trabajo social del Ángel de la bicicleta. Luego de su asesinato canalizaron sus experiencias a través de la música y pasaron a llamarse La Posilga. Durante una década y media tocaron en bares, plazas, clubes de barrio y en movilizaciones. Participaron del emblemático Carnaval de Pocho. Y tuvieron otro hecho que los marcó: la noche que actuaron junto a León Gieco, en marzo de 2009, en el anfiteatro Municipal Humberto De Nito.
Este sábado 16 de diciembre a las 21, en el Club Libertad, Matienzo 1149, presentarán su primera producción discográfica titulada Hoy te quiero ver despierto, a 16 años del disparo mortal que la policía santafesina le propinó al militante social en 2001. Un antes y un después.
César Fernández, El Coreano, es guitarrista y voz de La Posilga. Hoy tiene 30 años. En diálogo con este periódico recordó momentos clave de su adolescencia. “Nosotros empezamos a tocar después que lo matan a Pocho (Lepratti). Ya veníamos tocando con un grupo de jóvenes que se llamaba Los Ropes. Luciano (El Cuchi), mi hermano, se puso a tocar la batería. Estaba Leo, que tocaba el bajo, y ahora lo tenemos de visitante. Después de tres años me compré la guitarra. En ese tiempo, Lucas, mi otro hermano, era chiquito. Hoy tiene 24 años y también toca la guitarra”.
“Arrancamos la banda más que nada para estar juntos. Los hermanos y los amigos: la gente del arte, los pibes que acompañan a la banda para hacer cosas como salir a hacer pegatinas. Es gente que se sumó con el tiempo y que nos ayudó a pasarla un poco bien”, subrayó César, y a la vez contrastó: “Pasamos por un montón de mambos negros, perdimos un montón de gente querida, porque el barrio se pone turbio y de un día para el otro te levantás y se te muere un amigo y es un garrón. Y bueno, cada uno que se suma a la banda es un grano de arena para estar todos juntos y no bajar los brazos”.
El Coreano cuenta que la velada del sábado será muy importante. En el Club Libertad se venderán los CD de una edición “muy cortita” que el grupo hizo “por una cuestión económica”. El proceso final del material fue una construcción que llevó unos tres años. Y adelantó que no sólo van a presentarlo completo sino que van a estrenar nuevas canciones.
De sus raíces musicales, César recordó. “En esa época nos gustaba mucho el rock. El Vagón, Cielo Razzo, Vox Dei, Los Redondos y La Renga. Le fuimos dando forma a lo que queríamos hacer nosotros”, aclaró El Coreano, que dió un paso al frente como vocalista luego de la partida de Diego, el primer cantante.
“Siempre que vamos a los programas de radio, nos preguntan, ¿y ustedes que tipo de rock hacen?, para que les digamos, no sé, Los Redondos. Y no, nosotros tratamos de ser originales y aparte somos los que componemos y hacemos la música, le buscamos la vuelta para que nos guste a nosotros”.
Hoy te quiero ver despierto tiene 13 canciones. Algunos de las pistas ya están subidas a la web, como el tema Por las mañanas, Las Botas, y Alma de Hierro, que habla de las víctimas del 19 y 20 de diciembre de 2001.
“Si vos escuchas desde la primera hasta la última canción te genera cosas con relación al nombre del disco. Es un recorrido también por la historia de cada uno en el barrio, las cosas que pasaron, la muerte de Pocho. Los pibes que se fueron, la realidad de la comunidad. Lo que se generó después con el Bodegón Casa de Pocho”.
Atravesados por el barrio
Fernández hizo un pantallazo de la actualidad barrial: “Las problemáticas siguen estando. Ahora un poco más por la situación de los narcos. Como que hay un quiosquito cada media cuadra. Y como que la violencia pasa a ser parte de la realidad del barrio. Ahora, encontrás pibes peleando al toque, aflojando una bala o sacando un cuchillo. Eso da un poco de cosa o miedo. Nosotros todo lo contrario. Cuando tenía 15 años caminaba por el barrio y no me pasaba nada. Ahora no te podés regalar en ningún lado porque la pasas mal. Los pibes no respetan nada, ni siquiera te conocen. Yo antes caminaba por ahí y me saludaban todos. Yo vivo acá desde que nací, toda la vida. Todas las familias siempre se conocieron entre sí. También se sobrepobló mucho acá en Ludueña, en el costado de la vía. Es como que viene gente de otro lado. Entonces, los que vienen de otra provincia no quieren que le pisen la cabeza y los que están acá no quieren que los de afuera se hagan los malos. Entonces se pudre todo”.
La pluma y la palabra
César Fernández contó cómo nacen las canciones de su banda. “Los que componen son mis hermanos y Leo, el bajista, que de vez en cuando aparece. Yo canto esas canciones por una cuestión de hermandad. Hemos caminado juntos toda la vida”, dijo, y reflexionó sobre la presentación: “La verdad que para nosotros significa mucho. Es como cerrar una etapa de 15 años de laburo. Vamos a hacer todo el disco y unas seis canciones más que son temas que venimos tocando porque son cosas que nos están pasando ahora. Una se llama Te vendo mi alma, otra Miedo y frío, que habla de cuando vino la gendarmería. Cosas que no sólo pasa en Ludueña, sino en Empalme, en zona sur, en otros barrios”.
Actualmente el grupo cuenta con la participación de Anahí Peralta (Bandoneón), Belén Fernández (Coros), César Fernández, (Guitarra y voz), Luciano Fernández (Batería), Lucas Fernández (Guitarra), Joel Olivera (Guitarra) y Matías Frediani (Bajo).
León
El 13 de Marzo de 2009 La Posilga subió al escenario del Anfiteatro Municipal Humberto De Nito para tocar junto al músico León Gieco. “Eso nos marcó. Veníamos a pleno con los Carnavales en la Casa de Pocho. Fue sarpado, y no nos comimos ninguna, fue totalmente humilde, no es que fuimos y lo agarramos a los besos a León. Lo respetamos por su camino y sus canciones, muchas de ellas las hemos tocado durante años, las escuchamos. Poder contar con la ayuda de él, en ese momento para que la Casa de Pocho se pueda construir, fue muy importante. Ahora se está por terminar una sala de ensayo y una radio para el barrio”.