Estudiantes del ISET 18, el terciario ubicado en Moreno 965, denunciaron que el sistema informático del programa de Progresar eliminó de su listado a la institución. “De esta manera se nos imposibilita solicitar la beca”, explicaron.

El ISET 18, donde cursan alrededor de 1800 alumnos, es el único terciario público de Rosario y la zona donde pueden estudiarse las carreras de Bibliotecología, Diseño Equipacional, Fotografía, Locución, Periodismo y Publicidad.

“Al igual que en otros institutos superiores no universitarios del mismo tipo, hasta ahora el programa nacional era la única ayuda económica existente para cientos de estudiantes con dificultades para acceder a la educación”, señalaron desde el Movimiento Terciario Evita a través de un comunicado de prensa con el que dieron a conocer la situación.

Daniela Ledesma Argüello (de la carrera Fotografía y Periodismo), e Ignacio Hiayes (de Periodismo), ambos representantes del Movimiento Terciario Evita e integrantes de la Secretaría de Derechos Humanos del Centro Estudiantes, informaron que ya “se
han presentado los reclamos formales a las autoridades del instituto para que se contacte al Ministerio de Educación provincial y se le exija a Nación la inmediata reparación de lo acontecido”.

Recortes en el Progresar

El pasado 30 de enero el presidente Mauricio Macri anunció la “ampliación” del programa de becas para estudiantes Progresar, un sistema creado durante la gestión de Cristina Fernández de Kirchner. Pero para los investigadores Marcelo Ochoa –magíster en Derechos Humanos y Democratización para América Latina y el Caribe (CIEP-Unsam)–, y Nora Gluz –doctora en Educación, docente-investigadora Filosofía y Letras y Ciencias Sociales (UBA) y UNGS–, el decreto 90/2018 “anuncia una reestructuración en los criterios de asignación y en la cobertura, que, al presentarse como un rediseño, genera la ficción de dar continuidad a lo que, para ser precisos, hace desaparecer”.

En un artículo publicado en el portal Infobae, los investigadores señalaron que “aunque los anuncios auguran incrementar de 900 a 1600 pesos el monto base para todas las categorías de becas, el «nuevo» Progresar no significa un verdadero incremento”. “El primero es que estaba literalmente congelado desde el último aumento que concedió Cristina Fernández, en febrero de 2015, quien llevó el pago de 600 a 900 pesos mensuales”, plantearon.

Y añadieron: “Desde entonces el ingreso mensual para los estudiantes se vio licuado por el proceso inflacionario. Los datos oficiales reconocen un 40 por ciento de inflación en 2016, un 25% en 2017 y proyectan una ya cuestionada inflación del 15 por ciento para el presente año. Si la erogación se incrementa un 77 por ciento, el aumento no es más que un sinceramiento del ajuste”.

“Dcen ampliar lo que en realidad fueron reduciendo. A finales del año 2015, Progresar contaba con cerca de un millón de perceptores. Durante 2016 y 2017, los denominados “errores” técnicos en la carga y la validación de información repercutieron en la expulsión del programa de al menos el 50 por ciento del total de inscritos”, agregaron los investigadores en su artículo.

Para Ochoa y Gluz, “las bajas arbitrarias continúan siendo hoy un problema que ninguna instancia gubernamental ha asumido y reparado”.

“El nuevo Progresar fusiona en un solo programa una serie de becas preexistentes a nivel nacional. En el nivel superior, por ejemplo, las becas incluían población de cualquier edad o de hasta 35 años. El nuevo decreto, más que ampliar lo existente, impone nuevas restricciones al acotar el universo de potenciales postulantes al restringir las edades, hasta 24, y valorar el promedio académico”, remarcaron los investigadores.