El centenario medio gráfico entrerriano de la familia del ex presidente de la Sociedad Rural y actual ministro de Agroindustria macrista, agoniza. El fin de semana pasado no salió. Más de 130 puestos laborales directos están en riesgo. Los cuervos revolotean. El grupo Vila – Manzano mete su nariz. Historia de una debacle familiar.

El ministro de Agroindustria del presidente Mauricio Macri, ex hombre fuerte de la Sociedad Rural Argentina, Luis Miguel Etchevehere, aparece muy de vez en cuando en público en medio de la crisis de la sequía que azota la pampa húmeda. Eso sí, ha sido nombrado mucho más en el último tiempo por las graves denuncias en su contra, una de las más resonantes de su propia hermana por estafa y lavado de dinero en la empresa familiar que maneja El Diario, de Paraná, centenario medio que desde hace un par de años viene en caída libre y que está al borde del colapso. Además, son parte de esta desventura algunos viejos conocidos: uno de los accionistas de El Diario es el empresario televisivo rosarino Ramiro Nieto y anda revoloteando el grupo Vila-Manzano, dueño de La Capital, por una posible adquisición. Sus empleados aún no terminaron de cobrar enero y tiene caído un convenio de pagos por deudas salariales que se remontan a mediados del año pasado.
El fin de semana pasado se marcó un triste hito en Paraná: por primera vez en su historia El Diario fue cerrado con candado por sus dueños y no salió a la venta viernes, sábado y domingo.

La situación es terminal pero la crisis viene de vieja data y según periodistas consultados por El Eslabón, todo se desmoronó luego de la muerte de Luis F. Etchevehere, el padre del actual ministro, quien falleció en 2009. El legado del diario pasó a sus hijos y estos se fueron desprendiendo de su participación. Entre los que se quedaron está el actual funcionario macrista, apuntado como uno de los principales responsables de la debacle del periódico por negociados espurios, vaciamiento y abandono. Y quien lo denuncia es, ni más ni menos, que su propia hermana.

Del orgullo a la vergüenza

Marcela Pautasso, periodista que trabajó más de quince años en El Diario, vivió desde adentro ese momento bisagra. “Para muchos de los que estábamos en Comunicación, una de las metas era trabajar en El Diario, un medio centenario, en el que además se pagaba bien, y era un diario que todo el mundo lo leía. Pero después cayó en la decadencia total. El diario lo manejaba Etchevehere, el padre del actual ministro. Muere y lo empieza a manejar uno de sus hermanos y ahí comienzan las disputas”, relató.

En 2010, los hermanos deciden vender la mayoría accionaria e ingresa el empresario Walter Grenón, un financista de Santa Fe, con lo que, según coinciden los periodistas consultados, El Diario “se hizo hiper oficialista” en la época que gobernaba la provincia Sergio Urribarri y cambió su estilo.

“Ahí ya comenzaban a pagarse con atraso los sueldos y las condiciones de trabajo se desmejoraron”, cuenta Pautasso sobre el comienzo del declive empresarial. “Después Grenón decide vender sus acciones y aparece en 2012 el empresario Ramiro Nieto, de Rosario, quien en ese momento manejaba la televisación del Fútbol Para Todos. Él compra el 60 por ciento de las acciones y el otro 40 por ciento está en manos de la familia Etchevehere. Y ahí también empiezan las diferencias entre la familia Etchevehere y Nieto”, comenta la ex empleada.

La denuncia familiar

El 31 de octubre pasado, Luis Miguel Etchevehere era designado por Mauricio Macri como ministro de Agroindustria. Dolores Etchevehere, hermana del flamante funcionario, salió luego a los medios a recordar que ella misma lo había denunciado y que tenía causas “por evasión y lavado de dinero”. “Es gravísimo que Macri lo elija”, sostuvo. Resaltó que uno de los principales delitos que investiga la Justicia a partir de sus denuncias por fraude es el de “vaciamiento” de Sociedad Anónima Entre Ríos (SAER), editora de El Diario, de la que es socia. En esas operatorias de “vaciamiento”, dijo, participaron sus familiares y denunció por estafa a su madre Leonor María Magdalena Barbero Marcial de Etchevehere, y a sus hermanos, Luis Miguel, Arturo Sebastián y Juan Diego.

“¿Por qué elige como Ministro a una persona que tiene causas penales en la Justicia Federal y que vació la empresa del Diario Paraná, donde debe sueldos hace tres años?”, expresó entonces Dolores, en diálogo con el programa Crónica Anunciada, emitido por FM La Patriada.

En su momento denunció que lo primero que encontró fueron firmas falsificadas en el expediente de la sucesión a la muerte de su padre, Luis F. Etchevehere. Acusó que le falsificaron su propia firma y la de su padre fue la punta del ovillo de otros presuntos delitos, como la toma de créditos a tasas subsidiadas por el Estado para fines productivos que, al final, terminaron en los bolsillos de sus familiares.

En la nota radial, Dolores dijo que existen “17 causas tanto en el fuero civil y comercial como en el penal, en la Justicia ordinaria y Federal”, y agregó: “Las empresas de mi hermano están todas intervenidas judicialmente, y los balances no están aprobados”.

El fantasma del cierre

Fabián Reato trabaja en El Diario, es periodista y escritor, y describe la situación actual:
“Llegamos por ejemplo a diciembre pasado y teníamos que nos debían octubre, noviembre, diciembre, medio aguinaldo y unos retroactivos que nos corresponden por convenio. En enero, se firmó un convenio en donde la empresa se comprometía a saldar diciembre completo y a la deuda pagarla en ocho cuotas sin intereses, a lo que se llegó después de una ardua negociación porque al principio las condiciones eran peores. Nunca pagaron ni la primera cuota del convenio ni siquiera el sueldo de enero. Dimos por caído el convenio y retomamos las medias de fuerza”.

Pero el peor momento se vivió el viernes de la semana pasada, cuando retomaron el plan de lucha para cobrar lo que les deben. Periodistas y empleados gráficos de El Diario se encontraron con sus puertas cerradas con cadenas y candados, y el diario no salió durante todo el fin de semana.

“Gran parte de los compañeros sentían que ya no iba abrir más y que habían perdido su fuente de trabajo”, contó Reato. “A todo esto se suma que no es un empresa donde haya un vocero claro y autorizado, siempre terminamos hablando con gerente que son interlocutores pero no tienen decisión”, agregó.

Reato cuenta que él oficia de vocero de los trabajadores pero que no tienen delegado, ni representación sindical, si bien cuenta con el respaldo del Sindicato Entrerriano de Trabajadores de Prensa y Comunicación (Setpyc) que se enmarca dentro de la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (Fatpren). “El Setpyc se formó hace sólo un par de años y todavía no tiene personería gremial. La organización se formó porque el histórico Sindicato de Prensa lejos de defender los derechos de los trabajadores funcionaba como un apéndice de la patronal”, contó.

El pasamanos y la indiferencia gubernamental

El actual gobierno entrerriano de Gustavo Bordet, uno de los mandatarios justicialistas que coquetea con Cambiemos, ha sido muy tibio en el seguimiento del conflicto y se ha mantenido distante. “Nosotros hemos tenido mucho contacto con el gobierno para tender puentes y sobre todo asesoramiento legal pero, por otro lado, por ejemplo la Secretaría de Trabajo se ha mostrado indiferente, no interviene prácticamente”, sostiene Reato. “El tema es muy complejo porque, por ejemplo, el diario no puede manejar cuentas bancarias porque están embargadas por la Afip, entonces es un problema cobrar las pautas ya sean oficiales o privadas. Ahí parece que esas facturas se venden a financieras por menor valor y lo mismo hacen con los cheques, y nosotros terminábamos cobrando en billetes porque no nos pueden depositar en las cuentas sueldos porque no pueden hacer movimientos bancario”, relata el periodista.

Mientras la crisis se agudiza y no hay referentes empresariales serios, los movimientos y traspasos se conocen entre bambalinas, como en una película clase B, según comenta el propio Reato. “A todo esto, hubo un proceso de ventas de las acciones de Ramiro Nieto, lo dijeron oficialmente, a un grupo que no se identifica pero que –se habla– sería del grupo Manzano. Entonces parece una historia de película: hay una financiera en Buenos Aires que prestaría dinero para los sueldos. Esa financiera, dicen los rumores, estaría vinculada a Manzano. Entonces, iría generando deuda del diario hacia Manzano, o hacia ese grupo, con el objetivo de quedarse con las acciones de Nieto. Pero parece que no llegaron a un acuerdo en el traspaso de acciones porque Ramiro Nieto exigiría además dinero para recuperar algo de lo que le puso en su momento. Entonces esa crisis sería lo que detiene todo y paraliza la operación”, reconstruye a modo de rompecabezas el periodista.

Desde el grupo Vila Manzano salieron a desmentir cualquier relación y que tienen interés en quedarse con el diario; el Uno de Paraná, es la única competencia que tiene el centenario medios, resalta Reato.

“Originalmente el diario Uno era del mismo grupo de Vila Manzano aunque hoy en el ambiente circula la versión de que tiene vínculo solo con Vila. Pero también puede ser que el objetivo sea quedarse con todo el mercado, porque el diario Uno tiene otro perfil, más popular y El Diario, tradicionalmente, ha sido para los sectores medios, altos y profesionales”, analiza.

El Luis Miguel que no canta

Foto: NA/Mariano Sánchez/GGL

El ministro de Agroindustria Luis Miguel Etchevehere asumió en noviembre pasado en reemplazo de Ricardo Buryaile, un cambio sorpresivo que desató distintas especulaciones, y hasta algunos analistas lo leyeron como un premio para las grandes patronales del campo que respaldaron políticamente la represión y persecución contra el pueblo mapuche, en la crisis que desató la desaparición de Santiago Maldonado, luego encontrado “ahogado”.Además, Macri lo ungió a pesar de que venía sumando acusaciones en abanico desde hace tiempo, en especial la que lo investiga por vaciamiento y administración fraudulenta.

Una de las denuncias más resonantes contra el mandamás de la Sociedad Rural Argentina (SRA) fue en 2014, cuando el entonces titular del extinto Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios (Renatea), Guillermo Martini, denunció que «había peones de más de 50 años que no sabían leer ni escribir» en uno de los campos de la familia Etchevehere, y que se trataba de trabajadores no registrados» que «vivían en unidades sin energía eléctrica, agua potable y baños». Por su parte, el año pasado, su hermana Dolores lo ratificó: “Ellos trabajaban en el campo de mi hermano en condiciones de indigencia, sin baños. Ante esta denuncia, Luis los llevó a declarar frente a un escribano y les dio 10 mil pesos a cada uno para que se callen la boca”, contó.

En tanto, a fines de 2016, Etchevehere fue denunciado junto con el entonces presidente del Banco Nación, Carlos Melconian, por «negociaciones incompatibles y administración fraudulenta» en el otorgamiento de 900 mil pesos de la entidad bancaria a Las Margaritas SA, en el marco de un programa de Prevención y Mitigación de Emergencias y Desastres Agropecuarios destinado a «agricultores familiares y en situación de vulnerabilidad».

En tanto, al asumir como ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere le exigió a la Sociedad Rural –de la cual era presidente antes de asumir la función pública– que le pagara $500 mil en concepto de bono de «gratificación» por los 5 años que presidió la entidad.

El caso podría enmarcarse en la figura de pago de dádivas de una entidad a un funcionario y/o violación a la Ley de Ética Pública.

Fuente: El Eslabón

 

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