Se respira clima de Mundial. Explota el planeta fútbol. El campeonato de Rusia 2018, evento deportivo del año, está por comenzar y genera expectativas. Se venden camisetas y Smart TV. El equipo de Jorge Sampaoli, con Messi a la cabeza, ilusiona. ¡Pero atención!, a no distraerse ni dejarse manipular, ya que el partido económico que le gusta jugar al macrismo no para de arrojar malos resultados para buena parte de la sociedad argentina. Es así que la actual situación pone al país en el podio mundialista de quebranto económico, puntualmente al analizar diferentes variables, según se desprende de un informe que publicó el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav), donde se contrastan números financieros y económicos de los 32 países que disputarán la Copa del Mundo.

“Al comparar los números de cuenta corriente, Argentina está en el podio de países de mayor déficit. El año pasado, nuestro país tuvo un déficit externo en torno a los 31.000 millones de dólares, sólo por detrás de Inglaterra y Australia. Cuando se compara este déficit en relación al PBI, la situación no es mucho más auspiciosa: nuestro país se ubica en la quinta posición, sólo detrás de Túnez, Senegal, Egipto y Panamá”, se indicó en el estudio universitario.

“Parte de este resultado se determina por un importante aumento del déficit comercial”, se destacó, y se ejemplificó: “Por caso, las importaciones en Argentina aumentaron un 19,7 por ciento en 2017, lo cual nos posiciona en la cuarta posición del ranking de países mundialistas, sólo con un menor aumento que Rusia, Senegal e Islandia”.

Otro rubro en el cual la economía argentina llegó “a semifinales” del Mundial de Decadencia Económica es el de déficit público. “Ocurre que, lejos de subsanarse el resultado negativo de la relación local entre gastos e ingresos, en los últimos dos años el mismo se ha financiado con deuda, redundando en un notable incremento de intereses. Así, el déficit financiero argentino del 6,1 por ciento fue en 2017 el cuarto mayor del panel de países analizado, sólo detrás de Egipto, Arabia y Nigeria”, se refirió en el informe económico mundialista.

En el trabajo de la Undav, que dirige el economista Santiago Fraschina, también se hizo hincapié en el campeonato de inflación y devaluación, donde peleamos la punta. “Debido al proceso de «recomposición tarifaria» y los saltos cambiarios en una economía altamente dolarizada, nuestro país se encuentra entre los de mayor inflación. Entre los países que disputarán la Copa del Mundo, el 24,8 por ciento acumulado en 2017 sólo fue superado por Egipto, que mantuvo un aumento de precios cercano al 30 por ciento en igual período”, reveló el informe, y agrega: “Sólo cinco economías de las 32 mundialistas han devaluado su moneda más de un 20 por ciento en los últimos dos años. Argentina es una de ellas”.

El informe le dio contexto a los pésimos resultados en la era Macri: “Los cambios económicos suscitados internamente a partir del advenimiento del nuevo modelo redundaron en una radical transformación en el andamiaje económico local. De un esquema institucional más proclive a la producción local y el mercado interno, se migró rápidamente a un perfil aperturista, con énfasis en la competencia por mercados externos a partir de la agregación de valor sobre las ventajas de la especialización primaria”. Cambiemos juega al endeudamiento, tira el achique y le da la casaca Nº10 a la especulación financiera.

Donde levantamos la copa, y ganamos por goleada, es en el rubro “tasa de interés”. Con la capitanía de Federico Sturzenegger, presidente del Banco Central, cuyo esquema de juego se reduce a “metas de inflación” y la “bicicleta de Saturno”, Argentina chapea con el 40 por ciento en la tasa de referencia (Lebac) y supera por 22 puntos porcentuales a Irán (18%) y por 23 puntos a Egipto (16,8%).

En cuanto al nivel de actividad económica, parece un match difícil de remontar. “Si se computa el acumulado de los últimos dos años, Argentina fue el tercer país en el podio de los que menos crecieron (+0,5%), sólo por detrás de aquellos que vieron mermada su producción: Nigeria (-0,5%) y Brasil (-2,6%)”, se señaló en el informe.

En caída de reservas nos llevamos la Copa del Mundo: en el último trimestre Argentina fue el país de mayor deterioro acumulado, con una merma del 8,3 por ciento. Pero igual… “¡vamos ganando!”, repite el coro de propaganda oficial, aunque nos metan goles de todos lados.

Así, el país, conducido por “el mejor equipo de los últimos 50 años”, también se sube al podio de pérdida en el poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores. Según el informe de la Undav, “desde 2015 Argentina tuvo una brutal pérdida salarial, sólo superada por Nigeria y Egipto, que han sufrido también fuertes devaluaciones. El salario mínimo perdió 35 por ciento medido en dólares, en los últimos dos años y medio. Con todo, nuestro país está entre los cuatro mundialistas de peor desempeño económico en los últimos dos años”.

Problemas de Fondo

“Lo que nos pide el mercado es lo mismo que nos va a pedir el FMI, que además es lo mismo a lo que nosotros queremos llegar”, dijo con soltura el ministro de Finanzas Luis Caputo, mientras besaba la camiseta del ajuste. La corrida cambiaria y el precipitado regreso del Fondo Monetario a la escena económica local tienen relación directa con la especulación financiera y el feroz endeudamiento externo.

“Un aspecto importante de cara al 2019 es que los dos logros que el gobierno estaba seguro de poder mostrar han entrado en zona de riesgo: la desaceleración de la inflación (a pesar de que antes de la corrida ya se descontaba el incumplimiento de la meta del 15%) y un crecimiento del PBI que no sea meramente estadístico”, se indicó en el último informe de coyuntura que presentó el Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala.

La economía está estancada. La corrida del dólar, con una devaluación del 25 por ciento, impactó fuerte en los precios. Un informe del Centro de Economía Política Argentina (Cepa) y el Instituto de Economía Popular (Indep), titulado “precios en dólares, salarios en pesos”, determinó que la canasta básica aumentó entre marzo y mayo un 14,4 por ciento, alcanzando casi el tope fijado por el gobierno en las negociaciones paritarias. También van por la senda inflacionaria el nuevo aumento del precio de los combustibles y el veto del presidente Mauricio Macri a la ley sancionada en el Congreso que ponía freno al tarifazo.

Fuente: El Eslabón

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