Comenzó la cuenta regresiva y la marea verde sigue creciendo. El proyecto que propone legalizar la interrupción voluntaria del embarazo será tratado por Diputados este miércoles en el Congreso y miles de mujeres de todo el país se movilizaran a las inmediaciones para seguir de cerca el debate que marcará un antes y un después en la lucha de los colectivos feministas de la última década. Los votos a favor y en contra, hasta ahora marcan una paridad que sólo se definirá sobre el filo de la sesión.
Durante abril y mayo pasados, las diferentes plazas del país se llenaron de pañuelos verdes, siguiendo por pantalla gigante los debates en el Congreso.
En Rosario, el punto de encuentro fue la plaza San Martín, en donde se organizaron festivales, radios abiertas, ferias y lecturas de poesía. Allí, muchas oradoras tomaron el micrófono para manifestarse y argumentar a favor de una ley que promueve los derechos de todas las personas gestantes.
A su vez, el pasado domingo, en el marco del 3J, se realizó una movilización convocada por sindicatos como Amsafé y organizaciones de izquierda como Pan y Rosas-FIT, Plenario de Trabajadoras, Izquierda Socialista, la Campaña por la Emergencia Nacional, entre otras, y que finalizó con un multitudinario festival, en el cual tanto mujeres como varones se manifestaron al grito de: “¡Aborto legal, seguro y gratuito!”
Así se prepara el séptimo intento de aprobar un proyecto de interrupción del embarazo que tiene una extensa historia en las última décadas, y que por primera vez cuenta con un importante apoyo de diputadas y diputados nacionales de todos los espacios políticos.
Éramos tan progres
La Mesa Directiva del Partido Socialista (PS), presentó un documento mediante el cual reafirmaron su posición frente a la despenalización y legalización del aborto, definiéndolo como una de las banderas de lucha del partido, apoyando de este modo al proyecto que se tratará el miércoles próximo en Diputados.
Pero esto no fue de la mano de los argumentos presentados por el único representante del partido a nivel nacional, el diputado Luis Contigiani, quien manifestó su posición negativa frente al proyecto, que él mismo catalogó de “extremista”, entre otros calificativos expresados en un documento de 23 ítems publicado y difundido por el propio legislador.
El presidente del PS, Antonio Bonfatti, hizo referencia a los dichos de Contigiani y lo llamó a la reflexión recordándole que el Frente Progresista está integrado por ocho partidos políticos, de los cuales el Socialismo tiene una postura completamente diferente respecto a los derechos de las mujeres.
Hasta el propio gobernador Miguel Lifschitz llamó a la reflexión a Contigiani, como a otros legisladores que se oponen a la despenalización del aborto, y recalcó que lo que se está discutiendo “es el derecho a la igualdad de todas las mujeres”.
“Todos los legisladores tienen la opción de elegir su voto, pero para este caso, tanto para Luis, como para otros legisladores que tienen una posición legítima en lo personal, citaría lo que le dijo el presidente de Francia, Valéry Giscard d’Estaing al papa Juan Pablo II: «Soy un ferviente católico y me opongo al aborto, pero soy presidente de un país laico y como presidente de Francia tengo que defender los intereses de los ciudadanos»”, señaló Lifschitz al ser consultado por el tema.
La postura de Contigiani fue expresada por él mismo en un extenso documento en el que recurre a argumentos similares a los que esgrimen los grupos religiosos, y tiene también un tinte político cuando intenta relacionar la problemática del derecho al aborto con “la crisis del capitalismo” o con “la globalización neoliberal”.
“Hace tiempo que en Occidente el único ordenador de los vínculos sociales, culturales, económicos y políticos es el neoliberalismo, el modelo tecnocrático y la razón instrumental. Es un proyecto de aniquilación de la vida y del planeta. Genera una sociedad abortiva de la dignidad del hombre”, definió en el texto.
Las redes sociales hirvieron de indignación feminista por la postura del diputado.
La UNR ya tiene protocolo contra violencia de género
En otro orden, el martes pasado se aprobó por unanimidad el protocolo de acción contra la violencia y discriminación de género en la Universidad Nacional de Rosario (UNR). La nueva norma busca garantizar un ambiente libre de discriminación, hostigamiento y violencia, y condiciones de igualdad y equidad.
En ese sentido, desde el consejo superior de la UNR explicaron que mediante el mismo la institución busca adoptar medidas de prevención como principal método para combatir este tipo de acciones, generando espacios de contención y confianza para que las personas afectadas puedan denunciar su situación y lograr así el cese inmediato de las mismas.
Para alcanzar la implementación plena del mismo se conformará, previo concurso, un equipo interdisciplinario integrado por referentes o responsables de los espacios de atención de situaciones de violencia de cada unidad académica y de la universidad, que funcionarán bajo el ámbito de la Secretaría General. Los elegidos permanecerán el cargo por un lapso de 24 meses.
El premio de la polémica: el “Baby Etchecopar”
Este jueves 7 de junio se conmemoró el Día del Periodista, y el colectivo Ni Una Menos Rosario invitó, desde su cuenta en Facebook, a votar a figuras de los medios locales para galardonar, con el premio “Baby Etchecopar”, al periodista rosarino más misógino y machista. La lista empezó con unos pocos y con el correr de las horas se amplió a casi una veintena .
El ganador absoluto fue el periodista deportivo de “De 12 a 14”, Miguel Ángel Tessandori, seguido por el conductor radial Alberto Lotuf, ambos del grupo Televisión Litoral. También estuvieron en la lista, y recolectaron muchos votos como “el periodista más machirulo de Rosario”, otros integrantes de esa empresa. Tampoco faltaron postulaciones, y abundante suma de sufragios, para otras figuras del medio catalogadas como “progres”. Es decir, no se salvó casi nadie.
A última hora del día, mediante un comunicado en la misma cuenta de Facebook, las integrantes del movimiento feminista explicaron: “Nuestra intención, al momento de proponer esta votación, es visibilizar que los medios (y los sujetos que los ocupan) siguen en muchos casos siendo impermeables a las transformaciones, a la inclusión de la perspectiva de género, a la igualdad de oportunidades y trato, a interpelar y erradicar las formas de violencia sexistas que reproducen y producen hacia adentro. También que la mayoría de secretarios y jefes de redacción son varones, que los conductores radiales son hegemónicamente varones y que las fuentes citadas como voces expertas son mayoritariamente de varones”.
A la vez, admitieron que la lista era en cierto sentido arbitraria: “Podemos reconocer que no son todos lo mismo, y que con algunos de los incluidos en este listado (armado de forma arbitraria con algunos periodistas reconocidos o en posiciones de poder de diversos medios) podemos tejer alianzas e incluso han tenido gestos igualitarios hacia adentro y hacia afuera de los medios. No todos son unos machirulos, o no de la misma forma, y eso está reconocido por compañerxs y también por las personas que interactuaron con esta publicación”.
Además, aclararon que la propuesta intentó ser lúdica, y provocar una interpelación. “Esa a la que muchos esquivan con un ímpetu similar con el que minimizan, cuestionan o banalizan nuestros reclamos como mujeres y como trabajadoras de prensa. Los invitamos al diálogo, a la introspección, al encuentro, y a avanzar hacia un campo en el que también puedan hacer suyas las demandas específicas de las mujeres del sector”.
Antes, habían saludado: “Queremos celebrar y reconocer su labor, su insistencia y su pasión en esta profesión que muchas veces también es un campo de batalla. A las que han soportado y soportan acoso laboral y ninguneo por parte de sus pares varones. A las que han transitado y transitan infinitos modos de precarización laboral y destrato profesional. A las despedidas. A las que sin jamás recibir una compensación económica llevan adelante o participan de valiosísimos proyectos autogestivos. A las que además trabajan “de otra cosa” para poder seguir haciendo periodismo. A las que resisten en los medios hegemónicos, esos núcleos duros del patriarcado, convencidas de que hay que transformar desde adentro. A las que dejaron de callarse. A las que se empoderaron, se animaron y comenzaron a dar, a pesar de todas estas adversidades, la disputa de sentidos en sus espacios. A las que sostienen y construyen la agenda feminista, una agenda que nosotras le ganamos a los medios”.
Fuente: El Eslabón