A días de finalizar agosto, la llegada de la tormenta de Santa Rosa no es la única duda. En Rosario tampoco se sabe el destino del sistema de transporte público. La versión actual vence el 31 y a pesar de la inminencia de la situación, aún no hay noticias al respecto. En los pasillos del Palacio Vasallo hay silencio de radio sobre el tema y los ediles afirman que en su momento dieron todas las herramientas para resolver la cuestión y que la noticia llegará desde el otro Palacio, el de Los Leones.
En la actualidad, el servicio de Transporte Urbano de Pasajeros (TUP) se gestiona a través de tres empresas: Rosario Bus (privada), Empresa Mixta de Transporte Rosario (capitales mixtos) y Semtur (de gestión estatal). En septiembre de 2017 se anunciaron los nuevos actores, licitación mediante: la empresa estatal Movi (Mixta y Semtur), la firma mendocina El Cacique y Rosario Bus.
Pero el tiempo pasa y este nuevo sistema pensado como red integrada para cubrir toda la ciudad con 800 unidades, no da señales.
“En realidad es un tema pendiente de la ciudad y del Ejecutivo, más que del Concejo”, afirmó Osvaldo Miatello, edil de Compromiso con Rosario. Y dijo que el Cuerpo que integra ya le dio a la intendenta Mónica Fein, todas las herramientas que necesitaba para llevar adelante el cambio anunciado.
“En su momento se le otorgó una prórroga de tres años a Rosario Bus porque el Ejecutivo no llegaba a tiempo con los pliegos, luego el Concejo los aprobó, después se hizo el proceso licitatorio que terminó en septiembre del año pasado, y la intendenta, entre las elecciones primarias y las generales, anunció los ganadores de la licitación”, secuenció el edil de activa participación en el tema.
“No hay decreto de adjudicación, obviamente no se puso en marcha el nuevo sistema, el 31 de agosto vence la prórroga que se le dio a Rosario Bus, y a menos de diez días de esa fecha, en un acto de mucha irresponsabilidad y de falta total de transparencia, el Ejecutivo aún no decidió qué va a pasar con el sistema de transporte”, detalló Miatello.
Para el edil, no se trata de una cuestión meramente formal o legal: “El nuevo sistema preveía una mejora sustancial en la calidad del servicio con la incorporación de nuevas unidades, la posibilidad de hacer trasbordos, unidades acondicionadas para personas con discapacidad y nuevos recorridos para conectar zonas que hoy no lo están”.
“Estamos preocupados pero es muy poco lo que podemos hacer porque lo que teníamos que hacer ya lo hicimos. Ahora es responsabilidad exclusiva y excluyente del Ejecutivo”, dijo Miatello. En referencia a que el Concejo otorgó la prórroga, aprobó los pliegos licitatorios e incorporó las facultades para que la Intendenta pueda modificar las tarifas.
“Lo que ahora hacemos es exigir información, en estos diez días algo van a tener que resolver, no sé qué”, planteó el edil. ¿Qué puede suceder si no se adjudica? Echar mano a dos versiones de prórroga según el tiempo. Si se piensa en dos años, debe otorgarla el Concejo en forma indubitable, pero ante un caso de emergencia, y como la ciudad no se puede quedar sin transporte, el Ejecutivo está facultado para aplicar una extensión por 365 días.
Según Miatello, lo esperable es la adjudicación de las licitaciones ganadas y por lo tanto el debut del nuevo TUP. “No quiero ni pensar qué sería para las empresas salir a comprar vehículos con el precio del dólar y la falta de crédito, es una variante complicada, pero me parece que lo mejor para la ciudad sería que adjudiquen, que haya empresas nuevas y que tengan la obligación de invertir”, argumentó.
Además, dijo que si se aplicara cualquiera de los formatos de prórroga se estaría “extendiendo el mal sistema que tenemos ahora, así que no lo veo como deseable”. Para Miatello la falta de información es evidente ya que “ni siquiera la tiene la representante del Concejo en el Ente de la Movilidad de Rosario (EMR), la concejala Renata Ghilotti, por lo tanto sólo hay rumores de pasillo, más aún no sé si lo sabe el propio Ejecutivo, si ocultan información o no tomaron la decisión. Con las dos hipótesis estamos al horno”, ironizó.
Hermetismo
El Ente de la Movilidad de Rosario es un organismo autárquico descentralizado administrativa y financieramente, que tiene bajo su competencia la movilidad urbana en todas sus modalidades. Su directorio está integrado por dos representantes del Ejecutivo y uno por la oposición en el Concejo. Ese lugar lo ocupa la concejala Renata Ghilotti (Cambiemos).
“No tenemos ninguna información sobre qué puede ocurrir, está en manos de la intendenta (Mónica Fein), que deberá tomar la decisión de firmar el decreto de adjudicación del nuevo sistema o si opta por lo que le da el sistema actual que es prorrogar por un año sin autorización del Concejo, o enviar a este Cuerpo una solicitud de prórroga tal como prevé el pliego actual”, explicó la edila.
Claro que no pasó por alto que cualquiera de las tres variantes deben aparecer en el término de la próxima semana. “Es una falta de respeto que los concejales no estemos anoticiados sobre lo que piensa hacer el Ejecutivo”, enfatizó Ghilotti. Dijo que por ahora lo que reina es la incertidumbre, y aclaró que como integrante del EMR, tampoco tiene información, ya que en los últimos meses no fue convocada para reuniones. Consultada sobre un eventual proyecto de municipalización del servicio, Ghilotti señaló que “no hay demasiada información sobre ese tema para dar una mirada responsable, por supuesto que cuando lo plantea el peronismo pareciera hasta romántico”.
Silencio de radio
En paralelo a los interrogantes, el concejal Eduardo Toniolli (Partido Justicialista) generó expectativas en las redes sociales por una nueva edición del Observatorio Social del Transporte, cuyos resultados se conocerán en breve. “A priori se confirma que el servicio nocturno no cubre las necesidades del usuario”, adelantó. Además, calificó de silencio de radio a la actitud del Ejecutivo con respecto al 31 de agosto.
“Hay algunos indicios, que de alguna manera se adjudicarían a Rosario Bus por un lado y a algunas de las empresas El Cacique o Ersa (primera y segunda en la licitación), pero en realidad son comentarios de pasillo, trascendidos”, explicó.
“Más que el Concejo, los rosarinos deberían tener una respuesta, porque hay una incertidumbre total y el Ejecutivo, o el oficialismo para ser más preciso, en campaña hizo uso y abuso de la difusión de los supuestos beneficios que iba a traer el nuevo sistema de transporte y ahora dicen que se va a poder aplicar parcialmente, cosa que en términos legales no existe: los contratos se cumplen o no, así que estamos a la espera”, comentó, y dijo que “hoy el Concejo lo mira desde la tribuna”.
Con respecto a una salida del laberinto por arriba, con la municipalización del sistema del TUP, Toniolli aclaró que su planteo al respecto no es ideológico, sino más bien pragmático. Al respecto, recordó que unas décadas atrás, el TUP tenía un número importante de empresas prestando el servicio, incluso privados, y en ese momento era útil. Pero después se dio un brutal proceso de concentración con un sólo ganador, Rosario Bus, y que generó un sistema terriblemente deficiente que se ajusta en contra del usuario.
“El sistema de transporte de Rosario se funda en una ficción, en la idea de que hay un servicio que se está prestando efectivamente y que de alguna manera lo que hay que hacer es mejorarlo. Nosotros, en cambio, decimos que se trata de un servicio que es constitutivamente deficiente y que no se arregla mientras existan actores privados dentro del sistema. Desde una perspectiva pragmática, creemos que tiene que haber una gestión municipal directa”, argumentó.
Fuente: El Eslabón
