El presidente Nicolás Maduro insiste con llamar a conversaciones y pidió la ayuda del Papa a través de una carta. Pero de parte de los golpistas la respuesta siempre es la misma: llegaron armas provenientes de Miami y sigue la presión internacional con noticias falsas y amenazas de invasión yanqui.

El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, insiste con llamar al diálogo para desactivar el nuevo intento de golpe de Estado. La oposición, en cambio, apuesta por la violencia (por ejemplo con armas que llegan de Miami, eterna sede de terroristas), las noticias falsas, y el creciente intervencionismo yanqui.

Los denominados “opositores” (que en otros países y circunstancias serían denominados “terroristas”) actúan como falsarios. Pretenden “vender” análisis ahistóricos y cínicos, como si este continente nunca hubiera sufrido las intervenciones imperiales. Actúan como fingidos o verdaderos ignorantes. Pretenden convencer al mundo de que EEUU va a traer paz, prosperidad y democracia a Venezuela. Un absurdo que violenta la razón y pisotea la memoria de los cientos de miles de asesinados por las dictaduras genocidas patrocinadas por EEUU.

Los medios hegemónicos dirigidos por EEUU fijan la agenda y ordenan poner bajo la lupa al gobierno de Maduro. Ordenan ponerlo en el banquillo de los acusados. Juzgarlo, analizarlo, caracterizarlo con rigor, aunque con conocimientos precarios, repitiendo discursos mediáticos. Como si en ningún otro país del mundo hubiese problemas, autoritarismo, atropello a los derechos humanos. Los hay, en muchos países. Pero sólo aquellos que se enfrentan a EEUU son juzgados, acosados y eventualmente invadidos, bombardeados y arrasados “en nombre de la democracia y los derechos humanos”.

EEUU establece la definición de “dictadura”: llámese “dictadura” a todo aquel gobierno que no acepte arrodillarse ante los dictados del Imperio. Y contrariamente, la más feroz dictadura puede pasar por democracia si está en línea con los intereses de Washington.

Un ejemplo reciente: El 2 de octubre de 2018, el gobierno de Arabia Saudita ordenó detener, torturar y descuartizar al periodista disidente Jamal Khashoggi en la embajada de ese país en Estambul. El hecho fue probado y difundido por la propia CIA, que instó incluso, junto con el Parlamento estadounidense, a una condena pública de parte del mandatario.

Pero la respuesta de Trump al informe de la agencia no fue la esperada. Lejos de condenar el atroz asesinato de la feroz dictadura saudí, Trump reafirmó que EEUU define la noción de dictadura según sus intereses y que usa tantas varas como sean necesarias. Pese a este infame acto público, se sigue justificando la injerencia yanqui y el indigno arrastrarse de los cipayos a su servicio, en el caso Venezuela.

“El asesinato pudo o no pudo haber pasado”, dijo Trump el 21 de noviembre de 2018 con relación al crimen de Estado de los saudíes. La fecha que merecería formar parte de la Historia Universal de la Infamia. La declaración echa por tierra todos los pseudo-argumentos de los cipayos que hoy defienden la intervención yanqui en nombre del retorno de la democracia a Venezuela. “Arabia Saudita es un socio firme de EEUU”, siguió diciendo Trump, por si no quedó claro. “Porque acordó invertir una cantidad récord de dinero”, señaló el presidente de EEUU y, para algunos, campeón de la democracia y los derechos humanos. “EEUU pretende seguir siendo un férreo aliado de Arabia Saudita”, insistió.

Es comprensible el sufrimiento de millones de venezolanas y venezolanos que padecen la inflación, el desabastecimiento y la crisis política. Lo que no es comprensible es que quieran convencernos de que van a solucionar estos dramas, reales y concretos, con una invasión de EEUU.

La historia argentina estableció un significado claro de la palabra “dictadura”. Y también de la lucha contra ella. Levantar una bandera yanqui no forma parte de esa lucha.

Una carta de Maduro al Papa

El mandatario le escribió al Papa para que colabora en el “fortalecimiento del diálogo” en aquel país para lograr la paz. Además, se inició el miércoles 6 una jornada de firmas contra la intervención de EEUU. Maduro le escribió a Francisco para pedirle “su mejor esfuerzo, su voluntad” para ayudar a una negociación entre las partes. “Le envié una carta al papa Francisco”, contó en una entrevista difundida este lunes 4 por el canal italiano SkyTG24, que fue filmada en Caracas. En el escrito, el mandatario venezolano dice que “está al servicio de Cristo”, y agrega: “En ese espíritu le he pedido que nos ayude en un proceso de facilitación, de fortalecimiento del diálogo”.

“Los gobiernos de México y de Uruguay, todos los gobiernos del Caribe, el CARICOM, y el de Bolivia, han llamado a una conferencia por el diálogo y la paz en Venezuela, el 7 de febrero” en Montevideo, añadió. “Pido al Papa que ponga sus mayores esfuerzos y voluntad para ayudarnos en ese camino del diálogo, y ojalá tengamos una respuesta positiva”, insistió el Presidente.

Por otra parte, durante la conmemoración del Día de la Dignidad Nacional y el 27 aniversario de la rebelión militar del 4F (4 de febrero de 1992) comandada por Hugo Chávez, Maduro, informó que a partir del miércoles 6 se iniciará en todo el país una gran jornada para recolectar firmas por la paz y contra la intervención militar, que serán enviadas a Estados Unidos.

Encuentro en Uruguay en busca de una salida política

El presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, el canciller de ese país, Rodolfo Nin Novoa, y el secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, se reunieron en Montevideo el miércoles 6 en el marco del primer encuentro del Grupo Internacional de Contacto sobre Venezuela para abordar la crisis.

Según informó el diario Página|12, en el marco de una gira de trabajo en Uruguay, Ebrard sostuvo un encuentro con Vázquez en su residencia de Suárez y Reyes de Montevideo, en la que discutieron “sobre la iniciativa de diálogo presentada por ambas naciones con respecto a la situación que vive Venezuela”, según informó la Secretaría de Relaciones Exteriores de México. Ebrard encabeza la delegación del país norteamericano que arribó a Uruguay para participar en la conferencia internacional sobre la situación en Venezuela.

Además del encuentro con Vázquez y Nin Novoa, el canciller mexicano también “sostendrá reuniones bilaterales con la delegación de Uruguay y con las naciones caribeñas que pertenecen a la Comunidad del Caribe (Caricom), entre otras”, aclara el comunicado. “México participará en las reuniones a celebrarse tanto el 6 como el 7 de febrero guiado por la intención de construir un diálogo fructífero entre la comunidad internacional que contribuya a encontrar una salida política frente a la polarización”, añade el texto.

De esa forma, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador busca refrendar “su convicción por el diálogo y la diplomacia como la mejor alternativa para evitar el conflicto, proteger los derechos humanos y construir una paz democrática en Venezuela”.

El grupo de contacto no nace con vocación de mediar entre las partes en Venezuela sino de “promover un entendimiento común y un enfoque más concertado entre actores internacionales” sobre la situación en el país, con vistas a lograr una “solución pacífica y democrática a la actual crisis”. Pretende además “construir confianza y crear condiciones necesarias para que emerja un proceso creíble, en línea con las provisiones relevantes de la Constitución venezolana, que permita a los venezolanos determinar su propio futuro a través de la celebración de nuevos comicios con todas las garantías para un proceso electoral justo y libre, supervisado por observadores internacionales”.

Por el momento participan en el grupo la UE como institución y ocho de sus Estados miembros (España, Francia, Alemania, Italia, Holanda, Portugal, Suecia y el Reino Unido), así como Bolivia, Costa Rica, Ecuador y Uruguay por la parte latinoamericana.

La oposición sigue optando por las armas y las noticias falsas

Siempre estuvo claro que la oposición al gobierno de Maduro rechazó el diálogo. Tras dos años de negociaciones, y por expresa orden de EEUU, se negó a firmar el acuerdo del que participaron en calidad de mediadores mandatarios extranjeros. La apuesta fue siempre por la violencia. La violencia de las mentiras (las “noticias falsas” conocidas con el nombre en inglés de “fake news”) están a la orden del día. Los medios hegemónicos, por ejemplo, llegaron a difundir imágenes de una movilización de taxistas madrileños contra la empresa Uber como una protesta contra Maduro. Y también la violencia a secas, la más brutal, la de las armas, la que ya costó cientos de vidas en los sucesivos intentos de golpes de Estado contra Maduro.

Un importante lote de material bélico fue incautado el martes 5 en la zona de carga del aeropuerto internacional Arturo Michelena de la ciudad venezolana de Valencia, ubicada en la zona centro norte del país y a 150 kilómetros de Caracas. El procedimiento fue realizado por efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y del Sistema Integrado de Administración Tributaria (Seniat).

El armamento había llegado en un avión de carga que llegó desde Miami. Las autoridades venezolanas consideran que el armamento estaba destinado a grupos que son partes de los sectores opositores que alientan el golpe de Estado.

Según informó el viceministro de Prevención y Seguridad Ciudadana, Endes Palencia, incautaron 19 fusiles con sus accesorios, como 118 cargadores; 90 antenas de radio y seis celulares de última generación. El funcionario indicó además que ese material bélico había ingresado a Venezuela a través de la empresa transportista 21 Air Cargo y que aterrizó el domingo en el aeropuerto de Valencia.

“La GNB y organismos de seguridad del Estado están realizando las investigaciones correspondientes, para dar con el paradero de las personas responsables de esta situación que afecta la seguridad y tranquilidad ciudadana”, aseguró Palencia.

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