Un informe privado señaló que la relativa quietud en la cotización de la divisa es como una olla a presión y que no hace más que ocasionar mayores perjuicios a la economía real.
La paz cambiaria por la relativa estabilidad del precio del dólar no tiene nada que ver con un buen clima económico, como quiere transmitir el gobierno de Cambiemos, sino que oculta daños a la economía real y deja entrever una nueva corrida del precio del billete verde para la segunda mitad del año. Así se indicó en un informe del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP), que dirige el presidente de Unidad Popular (UP) y economista Claudio Lozano, titulado “No hay ninguna virtud en la calma cambiaria actual”.
“La supuesta tranquilidad del dólar es resultado de un salto cambiario monumental, pasando de 17,70 a fines del 2017, a más de 37 pesos en la actualidad, y de la recreación de un contexto en el que se combinan tres condiciones básicas: descomunales tasas de interés, una brutal recesión y definiciones moderadas de la Reserva Federal Norteamericana respecto a la eventual suba de las tasas de interés de los bonos norteamericanos”, se sostuvo en el informe.
Sobre la tensa calma cambiaria, en el reporte se indicó que “no es el resultado de una solución, sino la consecuencia de una encerrona trágica que sólo agrega problemas sin resolver ninguno”.
Las políticas económicas de Cambiemos –devaluación, eliminación de retenciones, desfinanciamiento del Estado, apertura y desregulación– han producido, según la cuenta que expone el informe, la salida de la Argentina de 124.000 millones de dólares en sólo tres años. El ajuste para suplir la fuga recayó sobre las políticas públicas destinadas a los sectores más vulnerables, los subsidios, las jubilaciones, y los salarios.
“El ajuste fiscal del año en curso equivale a cuatro veces el del año pasado, dejando en evidencia que no habrá expansión de la demanda por vía del gasto público, sino todo lo contrario. El efecto de la intervención estatal sobre la economía en el 2019 será nuevamente recesivo”, anticipa el informe del IPyPP.
En este sentido, se aseguró que la inversión -que se desplomó un 19 por ciento en diciembre pasado respecto al mismo mes de 2017 y cayó un 5,6 por ciento en el acumulado de 2018- “no experimentará recuperación alguna en el 2019, habida cuenta de la contracción del mercado interno y de un contexto de tasas de interés del 50 por ciento anual con un dólar estable, que posibilita una renta financiera descomunal en dólares”.
Si bien el dólar por estos días promedió los 39 pesos, con intervención del Banco Central, el IPyPP proyecta un escenario más o menos estable durante los primeros meses del año, gracias a los dólares que ingresan del agro y de los desembolsos del FMI.
De todos modos, en el informe se prevé “una tendencia alcista a partir del segundo semestre, en el marco de la dolarización de las carteras de empresas y particulares de cara a las inciertas elecciones de octubre” y la posibilidad de que se desencadene “una pequeña corrida en la segunda parte del año (con sus lógicas consecuencias políticas y sociales), ya que la diferencia entre el piso y el techo de la banda cambiaria que fija la presente política monetaria (de 37 a 48 pesos) es de casi un 30 por ciento”.
“No hay virtuosismo alguno en la presente estabilidad cambiaria, el fracaso de esta política es completo y, lamentablemente, su persistencia indica que sus daños aún no han terminado”, concluyó el informe del IPyPP.