El gobierno mexicano denunció un «asedio policial» desde el lunes pasado a su embajada en La Paz, Bolivia, donde se encuentran asilados nueve funcionarios del derrocado presidente Evo Morales, algunos de los cuales tienen orden de captura.

«El Gobierno de México reitera su exigencia al Estado Plurinacional de Bolivia para que cumpla con sus obligaciones internacionales, garantizar la inviolabilidad de las misiones diplomáticas y cesar la política de hostigamiento», se expresó en un comunicado.

Según las autoridades mexicanas, el gobierno boliviano de la presidenta interina Jeanine Áñez está llevando a cabo un «asedio policial» contra «el personal acreditado y contra las personas que se encuentran bajo la protección del Estado mexicano en ese país».

«El asilo es un acto de política exterior que se enmarca en el ejercicio de nuestra soberanía y es congruente con nuestra política de derechos humanos, incluido el que toda persona tiene derecho a solicitar asilo por motivos o delitos de carácter político», reivindicó el Ejecutivo mexicano.

Por ello, México «hace valer este derecho a las nueve personas que hoy se encuentran bajo la protección del Estado mexicano en los inmuebles diplomáticos de México en La Paz», citaron medios locales y la agencia de noticias EFE.

Dentro de la embajada mexicana se encuentran asilados cuatro ex funcionarios sobre quienes pesan órdenes de captura, entre ellos los que fueron ministros de Presidencia Juan Ramón Quintana y Culturas Wilma Alanoca.

El gobierno mexicano recordó que estas órdenes fueron notificadas a la Embajada de México en «una fecha posterior al otorgamiento de los asilos».

La tensión entre México y Bolivia se disparó desde que el pasado 12 de noviembre el presidente mexicano Andrés López Obrador concedió asilo a Morales en su territorio luego que las Fuerzas Armadas lo obligaran a renunciar.

Gobernantes de varios países, entre ellos el argentino Alberto Fernández, apoyaron la denuncia de Morales de que fue derrocado por un golpe de Estado.

En el comunicado emitido la noche de este miércoles, las autoridades mexicanas pidieron al Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia continuar con el procedimiento iniciado para la obtención de los salvoconductos de los asilados a fin de que puedan salir del país.

Asimismo, expresó que se mantienen «los canales diplomáticos abiertos» y que la embajadora mexicana en Bolivia, Teresa Mercado, tiene «comunicación directa» con la canciller boliviana, Karen Longaric.

En la víspera, el subsecretario mexicano para América Latina y el Caribe, Maximiliano Reyes, publicó en Twitter fotografías de la Embajada de México en La Paz rodeada de vehículos policiales bolivianos.

Fuente: Télam

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