“Estimados docentes, a partir del lunes 3 y hasta el 18 de agosto, comenzaremos con la organización y realización de una capacitación en el marco de la emergencia sanitaria por COVID-19, instituida por el Ministerio de Educación. La misma se llevará a cabo en el horario de 11.45 a 13.15 horas. Prontamente recibirán instrucciones, material de trabajo y convocatorias a videoconferencias. Las clases con los alumnos se desarrollarán normalmente. (…). Saludos Cordiales, Equipo Directivo”, este es el texto del correo que les llegó ayer al mediodía a las y los docentes del Colegio San Bartolomé de Rosario. Así, en la misma jornada que comenzaba la capacitación organizada por el Ministerio de Educación de la provincia, se la notificaba a la docencia de esa escuela. Desde el Sadop Rosario advierten que la medida de este colegio –no es el único- avasalla los derechos laborales y desconoce la circular oficial que determina que en esos días no se dictarán clases.
“Nos acaba de llegar un mail informando que las clases no se suspenden como indica la resolución ministerial y que debemos hacer la capacitación estas semanas de 11.45 a 13.15. Esta es la gota que rebalsa el vaso de meses de abusos laborales de todo tipo”, cuenta a Redacción Rosario una docente del Colegio San Bartolomé.
La educadora –de quien se preserva su nombre- relata con sumo pesar e impotencia la situación que padecen a nivel laboral, ahora potenciada por la pandemia. “Sufrimos una situación muy terrible, con amenazas veladas de recortes de salario y posibles despidos. Desde abril que nos obligan a dar clases por videollamada durante toda la mañana, como si fueran clases presenciales”, continúa describiendo los abusos patronales. Medidas que se ajustan más las demandas de las familias que quieren a sus hijos ocupados varias horas frente a una computadora, que a un sentido pedagógico. “No es generalizado”, señala antes de reconocer que “muchos padres se manejan como patrones de estancia” con la escuela y sus docentes.
Los abusos –comunes a otras instituciones- que describe esta docente pasan por ser citadas a “reuniones siempre fuera de horario”, desarrollar las tareas con los propios recursos desde las computadoras hasta el uso de internet. “Es realmente una situación de mucho estrés y mucha presión”, comparte con pesar.
“No hay mucha gente que levante la voz, lamentablemente porque muchos tenemos miedo de las represalias, a perder el trabajo y, desgraciadamente, tampoco hay mucha conciencia de clase entre los trabajadores de esta escuela”, admite la docente y agrega que “el malestar está naturalizado”, y “no hay delegados gremiales”.
Sesgo empresarial
El secretario general de Sadop Rosario, Martín Lucero, advierte que lo que pasa en el Colegio San Bartolomé “es el típico ejemplo de los problemas que hay en la educación privada con aquellas escuelas que tienen un sesgo empresarial o que se comportan como tal”. También contó que hubo otros intentos similares al del colegio de Tucumán al 1200 en escuelas privadas de la ciudad. Y en el interior, algunos establecimientos pretendieron hasta la asistencia presencial, cuestión que está de plano prohibida. La presencia es solo admitida para quienes se vinculan a tareas esenciales en tiempos de aislamiento y muy puntuales, como la atención de los comedores.
“La circular dice claramente que no hay que dar clases, no hay dudas de esto. No hay matices posibles, no se tiene que dar clases”, remarca Lucero respecto de los términos de la Circular 25 destinada a la Educación Privada de la provincia, que adhiere a otras normativas (circulares 14 y 24) planteadas por la ministra de Educación Adriana Cantero, y en este caso lleva las firmas del director provincial de Educación Privada, Rodolfo Fabucci, y del supervisor general de Enseñanza Privada, Ricardo González.
La circular 25 está dirigida a los representantes legales y equipos directivos de establecimientos educativos de gestión privada y dice expresamente: “Hacia el fin de la semana, los docentes darán a sus alumnos consignas para trabajar (tomando como ejes los cuadernos provinciales) durante las dos próximas semanas, período en el cual no se realizarán clases virtuales”.
Es decir, la orden era dejar actividades para estas dos semanas y no dictar clases para poder abocarse a la capacitación docente plenamente.
“Quienes creemos en la libertad de enseñanza, creemos que la familia elige el proyecto educativo que es el más apropiado para nuestros hijos. Pero eso no significa que las escuelas deben adaptarse a los proyectos educativos que tenga cada uno. Ese es el problema que estamos teniendo, que algunas escuelas corren detrás de las demandas de las familias, y así empiezan la visión mercantilista y los problemas”, expresa Martín Lucero.
El dirigente de Sadop afirmó que tuvieron varias denuncias similares a las del San Bartolomé. “Son siempre de las escuelas que tienen las mismas características: que no hacen paro, que presionan a sus docentes y que no permiten la agremiación”, enumera sobre el recorte de derechos que padecen las trabajadoras de la educación de estos colegios.
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Andrés
04/08/2020 en 20:22
Que porquería de nota!!! En vez de resaltar que se educan los chicos (que son el futuro del país) en una época complicada, critican!! Eso es nivelar para abajo
Carlos
05/08/2020 en 22:40
Fui a la escuela pública en los 70 y los 80, y era igual o mejor que las escuelas privadas. Las escuelas públicas hoy se degadaron hasta el punto que evidencia esta nota. Lo que necesitan hoy más que nunca los alumnos de las familias trabajadoras, que van a la escuela pública, es que los docentes le digan a su ministerio que ellos no van a permitir que sus alumnos pierdan dos semanas para hacer una capacitación.
Julian
04/08/2020 en 20:49
Si no están contentos, renuncien y dejen laborar a los que tienen ganas!
Pablo F
05/08/2020 en 22:46
«debemos hacer la capacitación estas semanas de 11.45 a 13.15. Esta es la gota que rebalsa el vaso de meses de abusos laborales de todo tipo” (…) «»Desde abril que nos obligan a dar clases por videollamada durante toda la mañana, como si fueran clases presenciales”, continúa describiendo los abusos patronales»
¿Es en joda? ¿No quieren que los capaciten? ¿No quieren dar clases por videollamadas? ¿Que quieren cobrar por ver television en el sillon de su casa?
Se merece un plan social esta docente.
Leandro
04/08/2020 en 21:39
Triste leer esta nota, unos de los pocos colegios que en el medio de la pandemia avanza haya docentes avalados por los gremios que tiren para el otro lado.
Javier Cantilo
05/08/2020 en 22:28
Una circular que propone empezar las clases, recibir con afecto a los alumnos y luego dejar de dar clases por dos semanas???!!!! Cual sería el abuso? Ir en contra de la «conquista gremial» de dejar de dar clases durante dos semanas que normalmente serían de clases???!!!. Sindicato y Ministerio unidos en contra de los alumnos santafesinos… Es una burla también para los trabajadores que en medio de la pandemia que no genero el gobierno, pero tampoco las «patronales», nos la rebuscamos para seguir haciendo nuestro trabajo, con menos ingresos, con más dificultades pero con el orgullo de estar trabajando para nosotros, nuestras familias, y para el país
Wilfredo
11/08/2020 en 12:08
Wilfredo Scarpello. Trabajando junto al pueblo:
https://viapais.com.ar/rosario/942483-piden-elevar-a-juicio-contra-contra-el-abogado-wilfredo-scarpello-por-lavado-de-activos/
Fede
06/08/2020 en 15:04
alguien piensa que a cualquier otro trabajador de cualquier otro rubro le dan computadora, telefono, le pagan internet, una silla comoda, un escritorio, etc, etc para trabajar desde su casa? son contados con los dedos de una mano….
Anónimo
06/08/2020 en 23:32
Soy docente de la institución mencionada y también trabajo en la escuela pública. Evidentemente la escuela pública y privada cuenta con los mismos recursos humanos pero ante esta emergencia se nota la gran diferencia económica más que nunca. Una de las funciones que la escuela tenía era la de lograr un cambio económico-social en los alumnos, por el mundo laboral o el profesional. Por eso el Ministerio de Educación debería fomentar estrategias para aumentar los días dictados de clase y no plantear estas suspensiones que incrementa aún mas la diferencia. Asistí a la capacitación y no vale la pena suspender dos semanas las clases por algo que en un día se puede realizar.
Es falso el comentario de la docente cuando escribe: “Sufrimos una situación muy terrible, con amenazas veladas de recortes de salario y posibles despidos. Desde abril que nos obligan a dar clases por videollamada durante toda la mañana, como si fueran clases presenciales”.
Lo único veraz del comentario es que damos clases en nuestros horarios habituales. Pero lo hago con orgullo sabiendo que además de ser mi deber estoy colaborando para mantener los buenos hábitos en mis alumnos: levantarse temprano, tener un orden en su estudio y que cumplan con sus tareas. Hábitos que el mundo laboral será implacable si no los cultivan a esta edad.
Marta
11/08/2020 en 12:12
También sos la vice directora.
Luisa
11/08/2020 en 12:41
Las clases dictadas en los «horarios habituales» no contemplan en lo más mínimo las dificultades que surgen de trabajar dentro del hogar, sin disponibilidad de recursos tecnológicos o teniendo niñes a cargo. A quienes plantearon esta situación se les respondió en una plenaria que esos eran «problemas particulares», que de ninguna manera podían interferir en sus tareas.
Anónimo
11/08/2020 en 10:49
Soy docente de la institución y debo decir que, hablando por mi y algunos de mis colegas con los que lo he hablado, esta nota no demuestra lo que se vive en la institución.
La capacitación no ameritaba de ninguna manera dos semanas sin clases para ningún colegio. Y en el momento en que los docentes expresamos la imposibilidad de tantas horas fuera de horario laboral, la institución hizo lo posible para adaptar dicha capacitación a horarios mas flexibles y eficientes.
Dar clases en el horario de clases presenciales no es un abuso laboral. Es hacer nuestro trabajo. Me considero afortunada de trabajar en una institución donde se valora y se pone primero la Educación.
Juan
11/08/2020 en 12:30
La única expresión de «imposibilidad de tantas horas fuera de horario laboral» fue la denuncia en este medio. La institución no hizo nada más que profundizar las persecuciones y aprietes.
profesora 1
11/08/2020 en 12:05
Soy docente del colegio y estoy en desacuerdo con la nota. Me encanta trabajar de más, incluso los fines de semana. También que me exijan trabajar ilegalmente por fuera de las directivas del Ministerio de Educación.
Amo el sadomasoquismo y la pasividad. Todos amamos al Colegio y a su glorioso régimen!
Con amor,
Profesora 1
Profesora 2
13/08/2020 en 14:06
Se nota que le falta la nota al pie de página y no respeta la normas de redacción Profesora 1, es paradójico que usted lo enseñe… Es tan evidente el seudónimo que utiliza que creo no es necesario. Al menos comienzan con la misma letra.