La Facultad de Psicología de la UNR realizará un seminario con cursado virtual, desde este jueves a las 18, a cargo de la licenciada Edith Benedetti. “La droga pareciera tener el lugar de sujeto y el sujeto como lugar del objeto”, dijo en una entrevista.

El seminario “Abordaje vincular de los Consumo Problemáticos” –impulsado por la Secretaría de Extensión y Vinculación de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Rosario (UNR)– comenzará este jueves 20, a partir de las 18, y se dictará con una frecuencia quincenal.

Edith Benedetti es psicóloga, interventora del Hospital Nacional en Red “Laura Bonaparte” y presidenta de la Fundación SEDHA (Salud, Educación, Derechos Humanos y Ambiente), que cuenta con una sede en Rosario.

“La droga pareciera tener el lugar de sujeto y el sujeto como lugar del objeto, entonces se dice «la droga te agarra». Pero esto tiene mucha representación social porque se construyó a lo largo de los años y está representación lo que incluye es, estos dichos, donde muchas madres dicen «es por la mala junta». Como si fuera una enfermedad infecto-contagiosa”, indicó la especialista en una entrevista con la organización del seminario, al que se puede inscribir o realizar consultas escribiendo a extensión.psi@unr.edu.ar o cursosgraduados.unr@gmail.com

Benedetti indicó que “si el problema es la droga, para separar, la solución es la abstinencia y esta es la lógica del encierro”. Y agregó: “En esta línea están estas clínicas que plantean la internación, pero la lógica sería «interno para que no se drogue». En realidad, todas estas propuestas son anacrónicas y que ya se ha mostrado que no dieron resultado, por eso la Ley Nacional de Salud Mental plantea que la estrategia no puede ser abstencionista sino desde el paradigma de reducción de riesgo y daño. Me parece que es clave, entender que esa representación que plantea que la solución es el encierro, cuando en realidad el encierro no cura e incluso produce mayor padecimiento”.

La entrevista completa

¿Ese abordaje vincular qué nos quiere decir?

Muchas cosas. En principio, soy parte de un colectivo de profesionales que venimos pensando en una práctica psicoanalítica distinta donde lo vincular no significa trabajar los vínculos. Por eso es “lo vincular”. Y me parece que es ofrecer a quienes quieran hacer el curso una manera distinta de pensar la clínica. Particularmente centrados en la clínica actual.

En relación a esto que planteabas de los nombres (porque también tiene que ver con esas prácticas clínicas) yo estoy nuevamente en el Hospital Laura Bonaparte y me parece importante contar porque en lo que yo estuve en la otra gestión, en lo que fue el ex CeNaReSo (Centro Nacional de Reeducación Social) y transformarlo en el Hospital Laura Bonaparte. ¿Por qué elegimos ese nombre? Porque tal vez hay muchos que no saben quién fue Laura Bonaparte y Laura fue una psicóloga que trabajó en un equipo que hizo historia, o sea que marcó un camino, que fue el equipo del Dr. Goldemberg en Lanús en el Hospital Evita. En la década del 60 y del 70 marcaron una forma de trabajar –como muchos colegas que fueron víctimas de la dictadura cívico-militar– en un tipo de prácticas en Salud Mental y que está vinculada hoy a lo que nos propone la Ley Nacional de Salud Mental Nº 26.657. Laura además trabajó con el Dr. Floreal Ferrara como parte asesora del equipo. A su vez, Floreal Ferrara fue un sanitarista –que tampoco es muy conocido en los ámbitos de salud en general pero particularmente en los psi es menos conocido aún– que fue discípulo de Ramón Carrillo y que desarrolló una teoría propia sobre la concepción social de la salud. Digo todo esto porque hace a cómo pensar algunas cuestiones epistémicas del seminario.

¿Por qué elegimos el nombre de Laura para el Hospital? Porque Laura, con todo esto, tiene que ver con una base teórica de la Ley Nacional de Salud Mental y de cómo pensar las prácticas vinculadas a una concepción social. Lamentablemente le tocó ser lo que no le hubiese gustado ser: fue Madre de Plaza de Mayo línea fundadora. Porque su familia de una de las familias más diezmadas por la dictadura cívico-militar y esto también es otra de las cuestiones claves, que tiene que ver, con una línea de Derechos Humanos y como nuestras prácticas tienen que estar vinculadas a defender los derechos y eso implica una posición ética y de responsabilidad en relación a las intervenciones. Porque la realidad es que muchas veces se nos quita (de lo clínico) que toda intervención es político-epistémica y me parece que situar estas cuestiones son claves en relación a pensar una clínica hoy.

¿Cómo pensar los consumos problemáticos?

Este es un gran tema, porque además coexisten modelos muy antiguos y que muchas veces se los desvincula de los marcos ideológicos que tienen estos modelos. Entonces , lo que vamos a intentar es poner blanco sobre negro acerca en que cuando estamos pensando en distintos dispositivos clínicos: ¿de qué estamos hablando?. Hay algunas cuestiones que creemos que son semánticas pero no lo son: como nombramos el tema de “adicciones” (por eso hablo de consumo problemáticos) y muchos colegas plantean que “no atienden adicciones” o plantean que alguien “no tiene adherencia al tratamiento” , “que no tiene conciencia de enfermedad” o que pasa con “la demanda” y me parece que todas cuestiones que van a atravesar este seminario. ¿Qué estamos diciendo y a que marco corresponde? Particularmente yo llevo una línea en relación a los consumos problemáticos que tiene que ver con pensar: no como una enfermedad, no como un síntoma, sino como una presentación y entender (lo digo rápidamente, así también hacen el curso) que lo tóxico no es la droga. Hay que desubstancializar la clínica y entender que como toda clínica hay un enigma a trabajar y sobre esto es una de las líneas que vamos a trabajar en este seminario. Porque es verdad que es una clínica compleja (como la nuestra en general) y yo creo que no tendríamos que pensar en una especialidad para trabajar sobre consumos problemáticos pero me parece que es un momento importante para quitar algunas cuestiones más fantasmáticas en relación a estas presentaciones: uno entiende que lo que le ocurre no es que consume sino que es solamente una presentación que ofrecemos desde lo social para de alguna manera enmascarar algo de lo que ocurre. Sobre estas cuestiones vamos a ir trabajando con algunos invitados.

Hay modelos muy antiguos que tienen otra representación y se encuentran vinculados a la estrategia abstencionista. Estos modelos han sido conceptualizados por una psiquiatra que se llamaba Helen Nowlis en el 1975 para la UNESCO. No es algo que hice yo, aunque haya gente que habla de estos modelos y no la nombran. Y hay dos modelos, que son como la doble cara de la misma cuestión, que es el “Ético-Jurídico” que viene de la mano de la penalización que en nuestro país se instaló mucho con la Ley 23.737 de penalizar el consumo. Que viene de la mano de pensar que el “problema es la droga”, entonces se habla que “la droga es un viaje de ida”. La otra cara de cuestión es el “Modelo Médico-Sanitario” que plantean los DSM y hablan de enfermedad. Por eso cuando alguien dice “no tiene conciencia de enfermedad”, la pregunta es ¿a qué modelo estamos refiriéndonos? ¿Qué estamos diciendo con eso? Generalmente los DSM plantean que es una enfermedad crónica y entonces si el problema es la droga , la solución va a ser separar al sujeto de la droga. La droga pareciera tener el lugar de sujeto y el sujeto como lugar del objeto, entonces se dice “la droga te agarra”. Pero esto tiene mucha representación social porque se construyó a lo largo de los años y está representación lo que incluye es, estos dichos, donde muchas madres dicen “es por la mala junta”. Como si fuera una enfermedad infecto-contagiosa. Entonces, si el problema es la droga, para separar, la solución es la abstinencia y esta es la lógica del encierro. En esta línea están estás clínicas que plantean la internación, pero la lógica sería “interno, para que no se drogue”. En realidad, todas estas propuestas son anacrónicas y que ya se ha mostrado que no dieron resultado, por eso la Ley Nacional de Salud Mental plantea que la estrategia no puede ser abstencionista sino desde el paradigma de reducción de riesgo y daño. Me parece que es clave, entender que esa representación que plantea que la solución es el encierro… cuando en realidad el encierro no cura e incluso produce mayor padecimiento.

La propuesta nuestra va a ser pensar y construir una epistemología crítica. Suely Rolnik, hace poco la habíamos convocado a una conferencia y ella planteaba que hay que “Surear” y me parece interesante poder pensar en alguna cuestión vinculada al sur.

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