“Un verdadero educador tiene que ser cabeza y corazón, en ellas se resumen los principios humanistas que ubican al maestro, al docente, al científico como parte de esta humanidad. Un buen educador debe saber solidarizar la humanidad”, opina el académico e investigador cubano Orlando Terre Camacho. En charla con Redacción Rosario, valora el legado del Che Guevara para orientar la práctica ética en este trabajo.
El educador señala que Cuba no está al margen de los protocolos sanitarios que impone la pandemia a nivel mundial. Y resalta las medidas de cuidado colectivo adoptadas en su país para evitar mayores contagios y proteger también a la población escolar: “Es de destacar que las exigencias en las normas de prevención social nos han ayudado a tener, a nivel internacional, uno de los menores indicadores de enfermedad”.
Según datos del Ministerio de Salud Pública de Cuba, al sábado 10 de octubre se registraban en total 5.978 casos (acumulados desde el 11 de marzo de este año) y un total de 123 muertes asociadas a la enfermedad Covid 19. A nivel mundial y a este domingo 11 de octubre –de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS)- son 37.109.851 las personas contagiadas y 1.070.355 las fallecidas a causa de la enfermedad en todo el planeta.37 109 851
En esa realidad, las y los estudiantes cubanos retornaron a las escuelas el 1° de septiembre pasado, a excepción de La Habana y otros seis municipios. La enseñanza se aplica –describe una nota reciente del sitio Cubadebate.cu– de manera presencial en las escuelas y desde los hogares con actividades educativas para los territorios afectados.
“Desde el primer momento sabíamos que se necesitaría trabajar en equipos”, expresa el profesor Terre Camacho sobre una de las estrategias que adoptaron para pensar la educación en tiempo de pandemia y sostener el cuidado.
Orlando Terre Camacho reside en La Habana, es un reconocido especialista en temas de educación, y como tal varias veces visitó la Argentina. En estos mismos campos de la educación y la investigación, preside organismos internacionales: la Asociación Mundial de Educación Especial (Ame), la Organización Mundial de Educación, Estimulación y Desarrollo Infantil (Omedi) y el Consejo Mundial de Investigadores y Académicos Universitarios (Comau).
¿Cómo impacta en el sistema educativo cubano la pandemia?
Cuba no está al margen de todas las situaciones que a nivel internacional nos impone la pandemia. Desde el primer momento se adoptaron las medidas que desde la disciplina social ayudarían a evitar situaciones más complejas y cuidar de la población educativa. La primera fase imposibilitó la continuidad del curso escolar y por supuesto generó la ausencia de alumnos de todas las enseñanzas desde la primera infancia hasta la educación superior. Luego de conocer las variables de la Covid -19 se programó una campaña de trabajo comunitario y social apoyados en el aislamiento social para evitar contagios. La segunda etapa de continuidad permitió sensibilizar la comunidad educativa integrada por maestros, familias y comunidades y luego insertar la experiencia cubana con el uso de las TIC y las teleclases, las que ayudaron a que el Programa Educativo Nacional, con sus respectivas adecuaciones curriculares, no afectara la continuidad del curso escolar y el enfrentamiento social a la pandemia. Es de destacar que las exigencias en las normas de prevención social nos han ayudado a tener a nivel internacional uno de los menores indicadores de enfermedad y que aún se llevan a cabo en el programa “nueva normalidad” establecido por el Estado cubano. Logros significativos demuestran que hasta el mes de octubre daremos culminación del curso escolar 2019- 2020 y daremos comienzo al curso escolar 2020-2021.
¿Cuál es la clave del cuidado que sostienen a nivel comunitario?
De hecho, a las nuevas lógicas es necesario visualizarlas en el plano comunitario. La disciplina social y el pesquisaje y seguimiento de los equipos de salud y educación en cada una de las comunidades ponen en el centro de actuación el cuidado para salvar y sanar a las personas afectadas, así como minimizar el impacto que deja el aislamiento social en todas sus dimensiones y que afectan a la comunidad. El trabajo con la familia y la comunidad ha sido un elemento que ha garantizado bloquear el crecimiento de portadores y las lamentables muertes que deja la pandemia. Desde el primer momento sabíamos que se necesitaría trabajar en equipos y provocar la investigación de protocolos que ayudarían al enfrentamiento de la pandemia y el virus Covid-19. Consideramos que los dispositivos preventivos y de cuidado nos han acompañado a la población cubana junto con el extenso equipo de investigadores, laboratorios y centros que han precisado los datos reales y que han ayudado a la comunidad.
¿Qué dejará este tiempo para la escuela?
En estos últimos meses y dada la situación de la pandemia se han escuchado múltiples opiniones que ponen en evidencia la inoperancia de los modelos educativos de nuestros países. Han aparecido nuevas categorías del discurso pedagógico que incluso atentan contra las ventajas de muchos productos educativos que son necesarios para la educación. Nadie tiene la verdad absoluta. Cuando todo pase, a mi juicio, no será necesario cambiar la escuela, ni al maestro, ni a los componentes escolares. Hay que pensar en una nueva educación y revisar las pedagogías y desde ese intento creo que estaríamos construyendo experiencias que nos dejó esta terrible pandemia y con la que tenemos que convivir.
El legado del Che
“Mis lecturas resaltan en la figura del Che un principio elemental del hombre que es su humanismo”, responde el profesor Terre Camacho al ser consultado sobre qué valores rescata de la figura de Ernesto “Che” Guevara. La inquietud llega a poco de conmemorarse el 8 de octubre pasado el Día del Guerrillero Heroico, en recuerdo a esa jornada de 1967 cuando fue herido en combate y detenido. Y al día después, 9 de octubre, fusilado en el poblado de La Higuera (Bolivia).
¿Qué valores resaltaría de la vida del Che para tomar en cuenta en este tiempo de pandemia?
Para un cubano como yo, nacido con la Revolución Cubana y donde la igualdad de todos los ciudadanos a la salud, a la educación, el trabajo, la alimentación, la cultura, la ciencia, el bienestar son principios básicos y fundamentales la personalidad del Che tiene enorme impacto. Es lindo recordar que mi primer saludo de niño escolar era a mi bandera cubana y mi lema era Seremos como el Che. Dicen quienes lo conocieron que Ernesto era muy disciplinado y responsable y que su mejor aliado era ser buen compañero. Mis lecturas resaltan en la figura del Che un principio elemental del hombre que es su humanismo. El progreso depende del humanismo y creo que en situaciones actuales estamos llamados a rendir homenaje al Che. Salvar la humanidad y sanar al hombre constituyen principios que versan hacia el sentido y legado humano del Che y que hoy más que nunca tienen vigencia por cada uno de los acontecimientos políticos, sociales por el que transita el mundo.
De esos valores ¿cuál lo impacta más como educador?
Un verdadero educador tiene que ser cabeza y corazón, en ellas se resumen los principios humanistas que ubican al maestro, al docente, al científico como parte de esta humanidad. Un buen educador debe saber solidarizar la humanidad, desarrollar riquezas que protejan el medio ambiente y la biodiversidad, emocionar al que asiste a la escuela, comprender y defender la aceptación del otro, apoyar a la familia son principios que garantizan la nueva escuela. Hay retos para el progreso y esa capacidad sensible del Che me acompaña en mi ejercicio moral y ético de cada día.
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