Un sondeo de opinión le da mayor intención de voto al candidato de izquierda, Pedro Castillo, 42 por ciento, contra el 31 por ciento de Keiko Fujimori. Pero en términos políticos el 6 de junio todavía está lejos y nada está dicho.
El 6 de junio Perú elige nueva presidenta o presidente en el marco de un sistema social, político e institucional devastado por décadas de neoliberalismo. La encuesta de la empresa Ipsos señala que el maestro rural de izquierda Pedro Castillo tiene una intención de voto de un 42 por ciento, contra un 31 por ciento que cosecharía Keiko Fujimori, la hija del ex dictador genocida Alberto Fujimori, condenado a 25 años por delitos de lesa humanidad
Un 16 por ciento responde que no apoyará a ninguno de los dos y un 11 por ciento señala que todavía no ha decidido su voto. O sea que hay un 27 por ciento de votos no definidos, que podrían resultar significativos para una elección en la que por ahora, al menos según las primeras encuestas, hay 11 puntos de diferencia entre los candidatos.
Según informó Página 12, Keiko gana con comodidad en Lima, con 43 por ciento contra 26 por ciento de su rival. Lima representa un tercio del electorado.
En el interior del país las cifras se invierten: Castillo saca una amplia ventaja, con 51 por ciento, contra 24 por ciento de la candidata fujimorista.
El mayor apoyo al profesor de escuela rural se da en las zonas andinas, las más empobrecidas y marginadas en un país donde la injusticia social es evidente y brutal.
En el centro y sur andino, el candidato salido de los sectores populares alcanza 68 y 58 por ciento, respectivamente, contra 22 y 17 por ciento de Keiko.
Viendo los datos por niveles socioeconómicos, agrega Página 12 reproduciendo la encuesta de Ipsos, la candidata del fujimorismo gana en los estratos medios y altos, mientras Castillo lo hace en los sectores populares y la clase media baja.
Keiko es la preferida de los más ricos, donde alcanza 52 por ciento, mientras Castillo queda atrás entre los más acaudalados, con 17 por ciento. En el otro extremo, en el sector de mayor pobreza, Castillo alcanza su mejor resultado, con 56 por ciento, contra 24 por ciento de la candidata fujimorista.
El rechazo a Keiko (y a todo lo que representa la herencia fujimorista) alcanza el 55 por ciento. La hija del preso Alberto Fujimori está procesada por lavado de dinero, y el fujimorismo fue una pesadilla criminal que devastó al Perú en todos sus aspectos. Con la aceptación (que fue decreciendo con los años) de una parte de la población, y también por la fuerza y el cierre del parlamento que lo convirtió en dictador.
Castillo tiene un nivel de rechazo mucho menor: 33 por ciento.
Es obvio aclarar que no sólo Mario Vargas Llosa expresó su apoyo a Keiko. Todo lo que el escritor y militante representa (el establishment, los más ricos, los banqueros, las corporaciones y todas las expresiones de los poderes fácticos) se juega por la hija del genocida para que siga profundizando (si fuese posible) el saqueo y empobrecimiento de las peruanas y los peruanos.
Dirigentes del partido de Castillo, Perú Libre, y de la coalición de izquierda Juntos por el Perú, que lanzó la candidatura de Verónika Mendoza, quien quedó en sexto lugar con 7,8 por ciento, coordinan una reunión con miras a un acuerdo. Mendoza ha expresado dudas sobre algunas propuestas de Castillo y criticó abiertamente otras, como la oposición del candidato de Perú Libre a las políticas con enfoque de género, el matrimonio igualitario y el aborto, pero al mismo tiempo destacó sus coincidencias en cambiar el modelo neoliberal y la Constitución heredada de la dictadura fujimorista.
“Con el fujimorismo no vamos ni a la esquina”, dijo Mendoza, haciendo pensar que, acaso, el caso Perú se diferencia en este punto de lo sucedido en Ecuador, donde el correísmo no logró aglutinar a su alrededor fuerzas aliadas que le permitieran captar más votantes.
Los ataques de los medios corporativos están dirigidos a Castillo. Lo presentan como un peligroso pro- guerrillero y simpatizante de los rezagos políticos del derrotado grupo armado maoísta Sendero Luminoso, que desató una guerra interna en los años ochenta y noventa, una supuesta cercanía que Castillo ha rechazado indignado.
Keiko, la hija del dictador genocida, acusa al maestro de ser “un peligro contra la democracia”. Fiel al espíritu de la derecha y la ultraderecha de estos días, pone las cosas en términos de guerra fría, una lucha entre el comunismo y el anticomunismo.
Según señala el diario peruano El Comercio, el plan de gobierno de Pedro Castillo consta de 77 páginas y fue elaborado en febrero del 2020, antes de los estragos de la pandemia en el país. El eje principal de este documento es el cambio de Constitución y la propuesta de un nuevo régimen económico para el Estado. Adicionalmente, plantean una nueva escuela pública “orientada a la liberación”, nueva salud pública, una política para transportes y medios de comunicación, política agraria, cultura, descentralización, anticorrupción, política laboral, derechos humanos, la “mujer socialista”, soberanía, y plantean su postura frente al empresario privado.
El diario indica asimismo que el plan de gobierno de Keiko Fujimori consta de 90 páginas. La presentación la abre una fotografía de la candidata a página completa, y se especifica que se trata de la propuesta para los años 2021-2026. Luego del prólogo y capítulo introductorio, el partido plantea lo que denominan el “plan rescate 2021”. Presenta una serie de ejes estratégicos para retomar actividades e impulso para el país tras la pandemia. “El pilar estratégico es la reactivación económica, generación del empleo, emprendimiento y sectores productivos. El siguiente eje estratégico es la salud, innovación e investigación científica”.
Los textos completos de ambas propuestas se pueden descargar desde la versión electrónica de El Comercio.
“Hoy empieza nuestro recorrido. El Perú no se arregla a cañonazos, no se arregla con indiferencias. Hoy queremos ver que los candidatos que no pasaron a la segunda vuelta se sienten a conversar con nosotros. Vamos a llamar a sus bases, a las organizaciones del país, porque es la gran oportunidad que el país está esperando”, señaló Castillo, según reproduce el sitio del diario peruano La República.
Por su parte, Fujimori, según La República, acusó a Castillo de plantear “la vieja tesis comunista de la lucha de clases del odio y la confrontación, es su decisión y su derecho, pero nosotros no vamos a hacer eso”, dijo.
En diálogo con Página 12, el psicólogo social y catedrático de la Universidad de Lima, Hernán Chaparro, señala que no funciona sumar los votos de los candidatos de derecha por un lado y los de izquierda por el otro para proyectar un resultado para esta segunda vuelta. Y lo sucedido en Ecuador es el ejemplo más reciente de lo que plantea el académico.
Chaparro afirma que desde hace mucho tiempo el voto en el Perú no es ideológico, sino que tiene que ver más con la persona de la candidata o candidato. Las afinidades e identificaciones se producen a través de otros mecanismos no directamente relacionados con las propuestas y los programas de gobierno.
“En estas elecciones hay una disputa entre cambio y continuidad del modelo económico neoliberal, pero en el Perú eso hay que leerlo de una manera que no es sólo entre izquierda y derecha, sino también en términos raciales, étnicos, de reconocimiento”, señaló Chaparro.
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