“Esta es una decisión política que va más allá de las decisiones singulares de cada familia. La decisión de la conducción política debería estar jerarquizando, en primer lugar, el cuidado de la salud colectiva”, expresa la psicóloga Paula Alvarez Ghergo sobre la determinación del gobierno de la provincia de Santa Fe de retornar desde este lunes a las clases presenciales. La profesional de la salud -en charla con Redacción Rosario– también consideró que el regreso a la presencialidad es una medida “insensata, un contrasentido”, por significar una movilización importante de personas que repercutirá en la recarga del sistema sanitario, y hasta por darse además en los días más fríos del año.
El viernes por la noche pasado se conoció una nueva circular del Ministerio de Educación de Santa Fe que establecía, desde este lunes 28, el retorno a las clases presenciales en todas las escuelas primarias de la provincia, además de las de nivel secundario, con el sistema de burbujas. En este último caso, con la excepción de los departamentos Rosario y La Capital, por seguir el estado de alarma epidemiológico. El nivel inicial ya había retornado en esa misma semana del 22 de junio.
Apenas difundida la decisión oficial, la Asamblea de Trabajadorxs por la Salud Colectiva se expresó sobre los riesgos de la presencialidad y la necesidad de fortalecer la vacunación. En ese documento además cuestionó la urgencia de retornar días antes del receso escolar de invierno. Esta Asamblea está conformada principalmente por trabajadoras y trabajadores de la salud y la educación, investigadoras e investigadoras del Conicet.
La psicóloga Paula Alvarez Ghergo integra la Asamblea, trabaja en un centro de salud que depende la Salud Pública Municipal y es profesora adjunta de la Cátedra Práctica Profesional Supervisada “B” de la Facultad de Psicología (UNR). La Asamblea se nutre del aporte de catedráticos e investigadores del Conicet que son personas muy calificadas y respetadas – remarca la psicóloga- “que sienten la responsabilidad de transmitir al contexto local los riesgos que estamos corriendo”.
Respecto de los riesgos de regresar en este momento a la clases presenciales observados en el comunicado de la Asamblea, Alvarez Ghergo profundizó: “Desde la Asamblea consideramos que es un riesgo desde muchos puntos de vista. Estamos atravesando los días más fríos del año, la presencialidad de los niños en las escuelas implica una gran movilización no solo de los niños, de los padres, de los trabajadores. Esto aumenta los riesgos del contagio no solamente del Covid sino de las demás enfermedades estacionales. Las condiciones edilicias de las escuelas tampoco jugarían a favor. Si los protocolos se cumplen, tiene que haber circulación de aire constante, por tanto hará mucho frío en las escuelas. Esto expone a una situación de estrés a los niños”.
También asegura que no hay justificativos ni del punto de vista pedagógico, educativo, ni desde el punto de vista subjetivo para este regreso, en esta realidad. “Pensamos -dice- que esto recargará más el sistema sanitario, que ya está recargado. Los indicadores epidemiológicos de ningún modo hablan de un alivio en relación al aumento de casos, ni de la disponibilidad para la atención de los pacientes, ni hablar de los pacientes graves”.
Recuerda además que las familias de las niñas y niños que este lunes retornan a la primaria tienen madres y padres de unos 30, 40 años, en promedio, que no están vacunados aún, a lo sumo han recibido la primera dosis. Sumado a la alerta de la variante Delta del virus, “que no está claro si ya está entre nosotros”. “Me parece de una irresponsabilidad total y una amenaza al cuidado colectivo de la salud”, advierte Alvarez Ghergo sobre la vuelta a las aulas presenciales.
Y remarca que “el objetivo principal de Salud pública es vacunar masivamente, lo más posible, y para esto es necesario tiempo”.
“Un contrasentido”
El pronóstico del tiempo anticipa que los días más fríos -hasta el momento- del año seguirán a lo largo de la semana, sumado que el viernes 9 de julio es el último día escolar antes del receso de invierno. “¿Por qué volver a la escuela por una semana? ¿Por qué movilizar miles de niñes, familias, trabajadores de la educación en la semana de alerta de frío? ¿Por qué exponer a toda la población a una ola de movimiento evitable que mueve y expone a una nueva ola de contagios? ¿Qué razón vital promueve esta decisión o qué presión oculta la determina?”, se pregunta el comunicado de la Asamblea.
“Esta es una decisión totalmente insensata, un contrasentido. Estamos en una situación mucho peor que la del año pasado respecto del incremento de los casos. No creo que haya una lectura epidemiológica que pueda avalar esto, esto es de espalda a los números, de espalda al cuidado de la salud de nuestra población y de espalda al sistema sanitario de salud, y a los trabajadores que están sosteniendo esto”, opina la psicóloga integrante de la Asamblea.
Afirma que la descentralización de la aplicación de las vacunas a los centros de salud fue una tarea asumida “con euforia” por el personal de Salud, pero también que no debe perderse de vista que implica una carga más al trabajo que ya se venía haciendo. Una razón más que obliga a preguntar por qué seguir arriesgando un sistema que ya está recargado.
Sobre las razones pedagógicas que se suelen esgrimir a favor del retorno a las clases presenciales, en contextos como el actual, Paula Alvarez Ghergo expresa que le gustaría conocer esos “argumentos educativos y pedagógicos de esos estudios, las fuentes en los que se basan, porque los estudios en salud mental son algo serio. También conocer de qué metodología están hablando, y si han escuchado a los niños, si es que les han preguntado”.
La psicóloga remarca otro punto de vista sobre estas miradas al recordar que los niños son muy permeables a los discursos que circulan desde el año pasado sobre la pandemia y hacen hincapié en la necesidad de cuidarse y quedarse en casa. “Por tanto -explica- me parece que son mensajes terriblemente paradojales los que se les están transmitiendo, porque de repente hay que ir a la escuela y en estas condiciones”.
Por otro lado, se argumenta sobre la “socialización” de las infancias. “Si los protocolos de las escuelas se respetan no hay una socialización posiblemente placentera, porque se van a encontrar con más límites que posibilidades de contactos afectivos, de intercambio. Es una argumentación en nombre de los niños que se plantea desconociendo la situación de cada niño”, señala la especialista. Y observa que muchas familias en este tiempo le han buscado la vuelta, con acuerdos de cuidado, para que las chicas y los chicos se encuentren.
Para Alvarez Ghergo las decisiones sobre la pandemia y el cuidado de la salud que se tomen a nivel Estado deben ir más allá de las individuales. “Esta es una decisión política que va más allá de las decisiones singulares de cada familia. La decisión de la conducción política debería estar jerarquizando en primer lugar el cuidado de la salud colectiva”, opina.
Además del frío de la semana, hay que sumar a este panorama que los servicios de copa de leche y comedor escolar se transformaron el año pasado en la entrega quincenal de bolsones de alimentos a las familias. Este año -señalan desde el Ministerio de Educación- se retomó el servicio de copa de leche a las chicas y chicos que asisten a la presencialidad.
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