A 45 años del secuestro y desaparición de diez estudiantes secundarios en La Plata, que peleaban por el medio boleto estudiantil, los nietos y nietas de la plaza 25 de mayo de Rosario recuerdan y hacen propia la lucha por la Memoria, Verdad y Justicia.
El 16 de septiembre de 1976 se inició un operativo que derivaría en el secuestro de Claudio De Acha, María Clara Ciocchini, María Claudia Falcone, Francisco López Muntaner, Daniel Racero, Horacio Ungaro, Emilce Moler, Patricia Miranda, Pablo Díaz y Gustavo Calotti por parte de un grupo de tareas al mando del represor Ramón Camps. No superaban los 19 años, y sólo cuatro sobrevivieron, el resto permanecen aún desaparecidos, así como otros 224 adolescentes secuestrados durante la última dictadura cívico militar.
Lua Conechny, Emiliano Toniolli y Camila Garat forman parte de la tercera generación de familiares de víctimas del terrorismo de Estado. Los tres tienen a sus abuelos desaparecidos y actualmente se encuentran organizando un grupo que nuclea a nietos y nietas así como a todos los pibes y pibas que quieran formar parte de un nuevo espacio de memoria, en vías de construcción.
Lua tiene 19 años y desde siempre acompaña la lucha por la Memoria, Verdad y Justicia. Militó en el centro de estudiantes del Politécnico y hoy se encuentra transitando la carrera de Gestión Cultural en la Universidad Nacional de Rosario. En diálogo con El Eslabón contó lo que significa esta fecha y la importancia de conmemorar a esos chicos y chicas que solo reclamaban por sus derechos: “Es importante reivindicar la lucha de esos compañeros y compañeras que estaban buscando un mundo mejor, nosotros tenemos un recorrido de militancia, somos la tercera generación con una impronta propia, pero tenemos muy claro que el futuro que los compañeros soñaron es el presente que nosotros necesitamos”
Emiliano tiene 17 años y se encuentra cursando quinto año en la escuela Rivadavia, y es vicepresidente del Centro de Estudiantes. Para él esta fecha es sumamente importante para la construcción de la Memoria colectiva: “Creo que no sólo para mí y para los nietos que somos un montón, sino que para todos los estudiantes esta fecha es recontra importante. Más que nada porque le pasó a chicos que tenían nuestra edad y que de alguna manera buscaban lo mismo que nosotros: un país mejor. Luchaban por un modelo que nos incluya a todos, no hay que olvidar que los buscaron y desaparecieron nada más que por reclamar el medio boleto estudiantil, y hoy en día lo tenemos gracias a ellos. Es una lucha que viene de hace años y nosotros la tenemos que seguir. Pienso que si no seguimos con esto, será en vano su lucha”.
Camila tiene 15 años y se encuentra cursando tercer año en la escuela secundaria Nº 6055 27 de Septiembre. Desde siempre, primero con su papá y familia y ahora con los nietos y nietas, defiende y levanta las banderas por las que su abuelo Eduardo dió la vida: “A mí me pone re feliz que estemos armando todo esto y que sigamos con la memoria y la lucha de todas nuestras familias, con nuestra historia. Es importante ponerse a pensar que eran adolescentes, militantes como nosotros y los secuestraron, se los llevaron y nadie sabía nada. Siento que lo que les pasó a ellos me hace querer seguir militando por los derechos de los estudiantes y los chicos que estamos armando el futuro”.
Un lugar para los pibes
Los pibes de hoy, como los de ayer sueñan y luchan por un país con más y mejores derechos, ya lo dijo Néstor Kirchner en septiembre de 2006 cuando declaraba el Día Nacional de la Juventud: “La juventud tiene que ser el punto de inflexión de la construcción del nuevo tiempo” y para la construcción de esa Patria grande, libre y soberana es necesario escuchar y tomar nota de éstas generaciones que desde la cuna aprendieron que sin solidaridad y justicia social no se puede llegar.
“Es fundamental que no solo se piense desde la militancia, son necesarias políticas de Estado que acompañen, contenidos curriculares, brindar información para que todos puedan acceder”, sostuvo Lua.
En ese sentido, Emiliano se refirió a la política comandada por adultos y la posición de muchos de ellos ante la juventud: “Con todo esto de las elecciones noté que a los jóvenes se nos subestimó muchísimo. Candidatos de distintos partidos están muy al margen de lo que verdaderamente nos pasa a los jóvenes. No somos pibes que en lo único que piensan es que llegue el fin de semana para reventarnos, somos jóvenes que queremos seguir llevando adelante la lucha de nuestros abuelos y también la de nuestros padres. Son tiempos diferentes, nuestros abuelos lucharon por el medio boleto y nosotros por el boleto gratuito y los próximos seguirán reclamando derechos para ellos y para los que vengan. Porque siempre que se reclama un derecho, es colectivo, para todos y para todas” puntualizó.
“La verdad es que a los adolescentes nos tratan como que no sabemos lo que queremos o lo que sentimos y para mí lo tenemos más claro que nada. Sí, nos estamos formando y dándonos cuenta de quienes somos y por eso está bueno que vayamos investigando, estudiando, leyendo y aprendiendo sobre lo que pasó para seguirlo y mejorarlo”, expresó Camila.
Los nietos y las nietas toman la posta
Después de más de un año sin la “Ronda de las Madres” hace unas semanas, el jueves 9 de septiembre, la plaza 25 de Mayo volvió a ser escenario de la tradicional caminata, esta vez con la sentida ausencia de las madres, pero con la imponente presencia de más de una docena de nietos y nietas de entre 12 y 20 años que se volvieron a encontrar para tomar el lugar que la historia y los años les han legado.
“Sentí muchísima emoción”, cuenta Emiliano, y acota: “Con la mayoría nos conocemos desde la panza básicamente y seguir con la lucha de nuestros viejos me produce un montón de emoción. Porque también pienso que los que vengan van a seguir nuestro camino. Juntarse, organizarse, seguir luchando, demostrar que esto no se terminó, siempre se va a recordar. Todas las fechas son importantes, si no las recordamos fue en vano”.
Por su parte Camila contó: “Somos amigos de la infancia, en las marchas jugábamos, compartimos, y nos habíamos alejado un poco por la cuarentena y porque somos grandes y cada uno tiene sus cosas. Volver a encontrarnos, a reunirnos está muy bueno, me pone muy feliz. Vamos a empezar a armar actividades, queremos empezar nuestro propio camino, siguiendo la senda de nuestros viejos y abuelos desde un nuevo mundo, con toda la gente que se sume”.
Lua hizo hincapié en el diálogo y las decisiones colectivas por parte de este grupo de jóvenes que desde hace poco empezaron a pensarse como protagonistas de esta historia desde un lugar independiente al de sus familias: “La prioridad es definir en grupo y colectivamente, estamos empezando a dar ciertas discusiones, es importante remarcar que todos los chicos y chicas que se sientan identificados, aunque no tengan un familiar desaparecido pueden venir y ser parte. Invitamos a todos y todas a acompañarnos y hacer propia esta lucha”
En esta fecha particular, además, participaron como organización del acto llevado a cabo en el Monumento Nacional a la Bandera donde cientos de estudiantes se congregaron luego de marchar desde Plaza San Martín por el centro de la ciudad para finalizar en avenida Belgrano y el río.
Al cierre de esta edición, se esperaba la lectura de un documento confeccionado conjuntamente entre diferentes organizaciones que plantearon, en las reuniones previas, los principales reclamos de la población estudiantil como las condiciones edilicias de las escuelas, el voto joven (que tanto en la provincia de Santa Fe como la de Corrientes no se encuentra implementado) así como también una mayor presencia de contenidos curriculares e información acerca de las luchas y los derechos estudiantiles a lo largo de nuestra historia.
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