La exploración, instalación y explotación de recursos naturales se puso en debate. Martín Ayerbe, presidente del Foro Naval Argentino, propone la creación de Yacimientos Mineros Argentinos.
La reacción contra la exploración, instalación y explotación de recursos naturales abrió una discusión de posiciones insalvables. Minerales en Chubut y petróleo en Mar del Plata azuzaron los ánimos ya caldeados por el estío entre otras causas más profundas que la climática. En la provincia sureña se vivió como una epopeya el rechazo al proyecto de Ley de Zonificación Minera hasta su derogación. Mientras que la Ciudad Feliz se indignó por la prospección de petróleo a 350 kilómetros de la costa. ¿Se puede prescindir de estos recursos? ¿O el eje pasa por cómo y quién los extrae y utiliza? Martín Ayerbe, del Movimiento Social 21, terció en la discusión desde su inclaudicable lugar de análisis: la soberanía. Y propone la creación de la empresa Yacimientos Mineros Argentinos.
Para Ayerbe, que en las redes se presenta como argentino, peronista y metalúrgico, la agenda es insoslayable, pero deja en claro que todo depende de quién analiza y de sus convicciones. “Minería, petróleo, energía nuclear, son cuestiones estratégicas que debemos llevar a la discusión con seriedad”, aseguró. Y rompió una lanza sobre una cuestión de fondo para encarar el tema: “A nosotros sí nos da la relación de fuerza que es a favor del pueblo, no de las multinacionales”.
“Asegurar la implementación del Plan de Industrialización Nacional, requerirá orientar el desarrollo minero argentino, mediante un Programa de Explotación Minera conducido desde el Estado, hacia los procesos productivos del mercado interno, que garanticen un crecimiento en la escala industrial de la Argentina, a fin de abastecer al Plan de Defensa Nacional y crear fuentes de trabajo”, aseguró articulando ejes tan profundos como complejos.
En su opinión, y bajo la perspectiva así planteada, el ejercicio soberano del plan de gobierno, en torno al Programa de Explotación Minera, estará compuesto de tres materias fundamentales: la jurisdiccional; la productiva y la financiera. Claro que no es la primera vez que Ayerbe, que preside el Foro Naval Argentino Hipólito Bouchard, hace pie en la soberanía para integrar causas y soluciones a cuestiones estratégicas. A modo de ejemplo, su reclamo por la industria naval argentina es otra de sus banderas concebidas desde los mismos paradigmas
“En lo jurisdiccional debemos ir hacia un nuevo Acuerdo Federal Minero que reemplace al regulado por la Ley 24.228, y que contemple un plan productivo integral de nuestras provincias, que debe incorporar el desarrollo logístico ferroviario y vial que integre la región andina”, aseguró. Y afinando el análisis planteó el establecimiento de un canon unificado del valor de boca de mina por las características del yacimiento y a través del Ministerio de Defensa mediante el Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (CITEDEF), ejercer como órgano clasificador que certifique y habilite los procesos productivos de los minerales estratégicos.
“Es decir, aquellos de necesidad imprescindible para la defensa y el Plan de Industrialización Nacional y también los minerales críticos, que son aquellos metales o aleaciones y combinaciones que por su escasez y reserva nacional, se prohíbe su exportación o comercialización interna a empresas que no sean del Estado Nacional”, explicó el portavoz del movimiento Social 21.
En el escenario así planteado, Ayerbe considera la necesidad de retornar al Plan Savio establecido por leyes 12.987 y 12.709, que determina la prohibición de la exportación de determinados metales como hierro, acero, cobre, aluminio, antimonio, cinc, cromo, níquel, bronce y latón, a los cuales ahora habría que adicionar la prohibición de exportación del litio, uranio, y tierras raras. El plan aludido corresponde al general Manuel Savio (1892-1948), quien impulsó un modelo de industrialización que armonizaba sectores sin ceder un palmo la soberanía; un año antes de su muerte, elaboró el plan siderúrgico argentino, conocido como Plan Savio, mediante el cual se creó la Sociedad Mixta Siderúrgica Argentina (Somisa).
En manos del Estado
Para Ayerbe, una de las formas de zanjar la discusión, o al menos tender un puente entre las posiciones planteadas como irreconciables frente a la extracción de minerales, es la creación de la empresa Yacimientos Mineros Argentinos Sociedad del Estado (YMA S.E.). “En materia productiva esta sería la institución encargada de la exploración y explotación de los yacimientos clasificados como estratégicos y críticos, debe centralizar estos procesos y estar bajo la órbita de la Dirección General de Fabricaciones Militares, en tanto establecimiento industrial del Estado, registrada por las leyes 20.705/74 y la Ley 12.709”, detalló.
Con respecto a la incumbencia y accionar de la empresa propuesta, dijo que deberá tener por objeto la prospección, exploración, descubrimiento, adquisición, operación y administración de explotación de minas y yacimientos minerales. Además, no pasó por alto la necesidad de crear tecnología necesaria para la explotación minera cuyo diseño correrá por cuenta de la CITEDEF.
“Es decir, el empleo de aquellos instrumentos, técnicas y procedimientos que contemplen la protección de la salud y el trabajo de la comunidad, la conservación de la vida y las riquezas de la Nación y que vele por las capacidades nacionales en relación con la experiencia y potencial industrial que poseen los trabajadores argentinos”, argumentó. Y dijo que estas son, justamente, las razones por las cuales será necesario “retornar al modelo de explotación de minería a socavón o subterránea, y sólo en los casos de desarrollo minero en superficie del terreno, como tierras raras o molibdeno, se utilizará el proceso de cielo abierto a baja escala”.
Con respecto a la materia financiera, dijo que el respaldo metálico del peso argentino es un modo simple, a través del trabajo no de la especulación, de “salir de la dolarización de la economía que muchos señalan pero pocos resuelven”. Además señaló que “el oro y la plata de Santa Cruz se acumulan en Suiza y Londres, y retornan como dólares de la deuda externa”.
Por lo tanto, para Ayerbe, el camino a seguir para proteger el patrimonio y los intereses estratégicos de la Nación, será la implementación de un programa de acopio de recursos naturales con el fin de preservar el valor de la moneda, con un encaje en reservas físicas a través de un Instituto Argentino de Promoción del Intercambio (IAPI) siglo XXI, mediante un banco de recursos minerales, hidrocarburíferos y semillas. “Argentina exporta 630 ton/año de minerales estratégicos en bruto que implican 3 mil millones de dólares anuales, el equivalente a las flacas reservas en papeles verdes del Banco Central”, enfatizó. En su opinión, es necesario volver a plantear la nacionalización del comercio exterior a través de una herramienta de independencia económica, como el IAPI, que fue destruido en 1955.
“Hay tradición argentina en la explotación mineral desde la concepción geopolítica de defensa nacional”, enunció. Y dijo que eso es el retorno de la Dirección General de Fabricaciones Militares (DGFM), Comisión Nacional de la Energía Atómica (CONEA), Yacimientos Carboníferos Fiscales (YCF) y Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), a la actividad minera bajo la custodia de las Fuerzas Armadas Argentinas. “Fuerzas de Defensa Nacional que deben reorganizarse bajo la hipótesis de conflicto de ocupación territorial por parte de las potencias extranjeras”, consideró.
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