La periodista Sonia Tessa presenta Invisibles nunca más, notas en el mar de los procesos colectivos, un compilado de crónicas que publicó a lo largo de los últimos 20 años en el suplemento Las12. Feminismo, interrupción voluntaria del embarazo y derechos humanos.

Sonia Tessa nació en Coronda, hizo la primaria en Santa Fe y la secundaria y la carrera de Comunicación Social en Rosario. Es, desde hace casi 20 años, editora de Rosario 12 y redactora del suplemento feminista Las12. También conduce el programa La siesta jugada, en Radio Nacional y ha colaborado en numerosos medios de la ciudad. Su forma de entender al periodismo está muy ligada a las causas y luchas nobles como las cuestiones de género y diversidad, el derecho al aborto –que acompañó y atravesó desde las muertes clandestinas hasta la aprobación de la ley– y el registro histórico de los juicios de lesa humanidad llevados a cabo en Rosario. El próximo jueves 10, a las 18, presentará su libro Invisibles nunca más, notas en el mar de los procesos colectivos, en el que repasa algunas de las notas que fue publicando sobre todo en Las12.

“Hace muchos años que trabajo en el periodismo y mucho tiempo que vengo haciendo periodismo feminista y desde la editorial Brumana consideraron una buena idea que algunas de esas notas estén en el libro”, señala, y detalla: “Entonces hay notas del 2003, del 2005, del 2009 y también algunas más recientes que hablan de algunos temas que en aquellos años no estaban muy abordados. Por ejemplo hay muchas notas sobre el derecho al aborto, o muertes por aborto clandestino que hoy con el tema de la aprobación de la Ley se habla más. Entiendo que hay ahí una suerte no sólo de historizar el tema sino también las sensaciones que me provocaron escribir esas primeras notas y creo que lo que se puede ver es la trayectoria de las luchas sociales, como lo fue en este caso que se logre la aprobación de la Ley de la Interrupción Voluntaria del Embarazo”.

En cuanto al proceso de selección de notas para plasmar en el libro, teniendo en cuenta la cantidad y la diversidad a lo largo de tantos años, Sonia confiesa que no le resultó “muy difícil”, pero “lo que sí hubo fue un arduo trabajo de selección sobre todo con las crónicas iniciales”, y destaca: “Me parece que empieza a tener sentido el libro en esto de poder dar cuenta de la trayectoria de las luchas sociales. Una de las primeras tiene que ver con el juicio de la causa Díaz Bessone, que para todos y todas nosotras era la Causa Feced y que fue muy difícil porque había muchísimos testimonios que yo tenía que relatar y además tenía que ir todos los días y escuchar esas historias. De ese registro, elegí el testimonio de Ana Ferrari por lo que significó para muchas personas y para mí como periodista”. 

Huellas en el mar

Sonia, hija de dos docentes, entiende que la pasión por comunicar le viene de la infancia. “En ese período está toda la cuestión de la escucha y a mí, como periodista, lo que más me agrada es escuchar”, dice, y agrega: “En mi infancia, mi papá y mi mamá eran maestros rurales y vivíamos en un lugar muy chiquito en el norte de la provincia que se llama Caraguatay, en el que no había hospitales (por eso nací en Coronda) y en el que todavía quedaba algún resabio de La Forestal. De todas maneras, yo era muy chiquita y no tengo recuerdos, pero cuando mi familia se instaló en Santa Fe se contaban esas historias. Después a mis viejos los trasladan a una escuela en el barrio Santa Rosa de Lima y ahí, como yo ya era más grande, el hecho de crecer en un lugar rodeado de tanta injusticia y desigualdad me dejó como marca esto de desde qué lugar mirar el mundo. Mi casa era la casa de la escuela y nunca pasé esas privaciones que sí pasaban mis amiguitas y amiguitos del barrio; entonces creo que algo de eso hay y a la vez me enorgullezco de que haya algo de eso porque me permite no olvidarme nunca que este mundo está afectado por una terrible injusticia”.

En cuanto a la lucha por la Memoria, la Verdad y la Justicia, Tessa remite a su llegada a Rosario. “Yo estaba en la secundaria cuando se produjo la recuperación democrática y leía a Rodolfo Walsh y no hubo nada que me haya marcado tanto en mi vida y profesión como haber leído a Rodolfo Walsh”, sentencia, y se explaya: “Ahora, mirá cómo son las vueltas del feminismo porque hace unos años leí el libro de Enriqueta Muñiz que es quien acompañó a Walsh en toda la investigación de Operación Masacre. Walsh, al que voy a seguir admirando, en el único lugar que la nombra es al principio o en el prólogo. Entonces yo pensaba, está claro que Walsh es alguien que hizo muchísimo no sólo por la memoria colectiva, pero a la compañera que lo acompaña a cada uno de los lugares a buscar los testigos, a buscar editores, apenas la menciona. Ahí también hay algo que estoy aprendiendo ahora del periodismo y este trabajo es como que completa la historia. 

El Nunca Más, el Juicio a las Juntas, son hechos históricos que nos han marcado, después está la tarea del periodista de cómo reflejar esos hechos, porque si uno es fiel a lo que ha creído y trabajado toda la vida, tiene que tampoco te podés creer que no hay pruebas que a Franco Casco no lo mató la policía, tenés que ir a buscar por qué la Justicia funciona así y decidió dejar impunes a todos esos policías porque las pruebas estaban ahí”.

Por último, Sonia se refiere al papel que cumple el periodismo, o mucha parte del mismo, en la actualidad. “Que es influyente, no tengo ninguna duda. Creo que el sector político y económico lo utiliza casi como una herramienta, a cierto periodismo, por supuesto, pero que es el hegemónico. Porque si vos te parás en la peatonal Córdoba o en cualquier barrio de Rosario y le preguntás a la gente quiénes son los periodistas de la Argentina, van a mencionar a tres o cuatro que son los que están en la tele. Y la tele es una gran maquinaria de construir mentiras y crear un sentido que va en contra de las mayorías populares. Desde la tele se construyen discursos que son tan contrarios a los intereses de las personas reales que consumen eso, porque el poder económico o los sectores poderosos no consumen eso porque tienen otro tipo de información. Al periodismo lo vamos a tener que reinventar y estamos haciendo lo que podemos, hay que repensarlo. De todas maneras creo que hay experiencias re lindas y que hoy el mejor periodismo es el que se hace en los márgenes como por ejemplo Enredando y El Eslabón”.

Invisibles nunca más, notas en el mar de los procesos colectivos se presenta el jueves 10, a las 18, en el Centro Cultural Roberto Fontanarrosa y Sonia Tessa estará acompañada de Almudena Munera, Dahiana Belfiori y Laura Rossi.

Nota publicada en la edición impresa del semanario El Eslabón del 05/08/23

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