Cuando Mauricio Macri era jefe de gobierno porteño, una vez al mes se reunía a desayunar con sus empleados, no con todos claro, sino con aquellos a quienes quería reconocer por su desempeño. La idea mucho recuerda a los “desayunos de directores” que cada tanto organiza Junior Achievement (y las organizaciones de empresas metidas en la educación que se le parecen) para contarles, entre medialunas y dulce de leche, acerca de sus programas educativos de formar mini gerentes en las aulas o implementar proyectos de emprendedores y liderazgos.
La más conocida de estas iniciativas de premios en el ámbito laboral es sin duda la de McDonald’s, que se resume en poner en un cuadrito la foto del “empleado del mes”. Quizás sea la que más incentivó al gobierno de Maximiliano Pullaro para anunciar su Premio Asistencia Perfecta en la docencia provincial. Esto no significa otra cosa que aunque te estés muriendo, enterrando a un ser querido, a punto de parir, amenazada por los narcos o con dengue estés igual en las aulas dando clases.
No se exagera ni una sola coma con esta afirmación. En la presentación de este premio provincial, el ministro de Educación, José Goity, lo explicó así: “Queremos premiar a los docentes que hacen un esfuerzo extraordinario. Es un reconocimiento a quienes tienen asistencia perfecta a su lugar de trabajo. Este premio está para aquellos que no solicitan licencias justificadas o injustificadas”.
Describió a esta premiación como “una iniciativa inédita para nuestro sistema educativo, no para el mundo laboral, en el que funciona muy bien”, y que se busca aplicar “para mejorar la calidad educativa”.
No es todo. En la presentación de este “reconocimiento” al magisterio -y ante la consulta de un periodista- Goity aseguró que lo que terminaban de anunciar no era “tema de discusión en el ámbito de paritarias”.
La implementación de este premio provincial a “la maestra del mes” se inscribe en las lógicas del mercado que hacen pie en la educación, en tiempos de Milei presidente y de Pullaro gobernador. Es un paso más en la aniquilación de derechos conquistados por el magisterio y negados por el Estado provincial.
Una decisión que va en consonancia con la destrucción de la educación pública, en favor de la mercantilización educativa, tal como vienen denunciando los gremios docentes. Se inscribe en la línea de la persecución ideológica con la que se busca desacreditar el trabajo de enseñar. Y la pueden llamar Premio a la Asistencia Perfecta, disfrazar de reconocimiento o distinción. Pero, como en los 90, se llama presentismo. Como hacen las empresas, pero en la escuela.
*La ilustración la realizaron chicas y chicos de una escuela primaria de Rosario en el año 1995, en un taller de periodismo escolar.
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Gustavo Lopez
16/04/2024 en 9:54
Mi hijo hizo varios programas con junior achievement desde que comenzo el secundario y la verdad que yo estoy agradecido le sirvio a mi hijo para relacionarse mas con sus compañeros de clase y aprender cosas utiles para el dia que empiece a buscar un trabajo. que desilusion la verdad que un medio que leo hace tanto se la agarre con una fundacion que ha ayudado a muchos chicos como mi hijo