No conforme con el genocidio en Gaza, Israel inició una serie de ataques al Líbano como nunca antes en la historia de la guerra moderna, con un saldo de 1.300 muertos, 6 mil heridos y 600 mil desplazados.
La organización israelí para los DDHH B’Tselem publicó un informe que incluye cantidad de pruebas y testimonios sobre asesinatos, torturas y abusos sexuales perpetrados por soldados del ejército de Israel en Gaza y Cisjordania.
Mientras la población de Gaza muere por las bombas, el hambre o enfermedades, Israel asesinó a un líder de Hamás en Irán y al comandante de mayor rango de Hezbolá en el Líbano. Se espera la venganza de la resistencia islámica.
Una investigación del medio palestino-israelí +972 Magazine reproduce experiencias de soldados de Israel en Gaza: “Cuando me aburro, disparo, para pasar el tiempo”. Además, “saquean y luego queman los hogares palestinos”.
Una revista de EEUU describe el accionar de voluntarios expertos en tecnología que ayudan al gobierno de Israel a denunciar publicaciones que consideran pro-terroristas o pro-palestinas, con la excusa de eliminar noticias falsas.
El censor en jefe de Israel Kobi Mandelblit elaboró un instructivo para la prensa con restricciones para dar a conocer ciertos hechos, datos y testimonios de la masacre. El funcionario pertenece a Inteligencia Militar.
La ONU denunció que “los ataques de Hamas contraviniendo leyes de la guerra no absuelven a Israel” y calificó la situación como “dantesca”. “Todo tiene lugar en medio de una pesadilla humanitaria en espiral”, dijo el organismo.
Grupos evangélicos estadounidenses, que vienen apoyando a Israel desde hace años, alientan la masacre y además apuntan a Irán. Son “los que ven en el conflicto una confirmación del advenimiento del Juicio Final”, dice The Nation.
A un mes del inicio del conflicto armado, pequeños gazatíes mueren por las bombas o la sed. En los hospitales que quedaron hacen cirugías sin anestesia. El clamor para frenar la barbarie es censurado por las “democracias europeas”
Las protestas por la apertura de la embajada de EEUU en Israel en la ciudad de Jerusalén –casi todo el mundo se opone– dejaron ya al menos treinta y ocho palestinos muertos y casi 1.700 heridos a manos de fuerzas israelíes.
