“Un nuevo viejo presidente”
El pueblo francés tuvo que optar “entre la peste y el cólera” para frenar a la ultraderecha. Lo “menos malo” no deja de ser malo y reaviva el viejo debate sobre la incompatibilidad entre capitalismo y democracia.
El pueblo francés tuvo que optar “entre la peste y el cólera” para frenar a la ultraderecha. Lo “menos malo” no deja de ser malo y reaviva el viejo debate sobre la incompatibilidad entre capitalismo y democracia.
Como sucedió en 2017, Macron (27,8%) y Le Pen (23,1) disputarán la segunda vuelta. Para captar los votos de izquierda de Mélenchon (22) ambos ensayan piruetas retóricas propias de Tartufo, el gran farsante de la obra de Molière.