En el marco de la campaña “Plantamos Memoria”, sobrevivientes y familiares pudieron ingresar -por primera vez- al predio de la ex Quinta Operacional de Fisherton, que funcionó como un centro clandestino de detención.

Las entidades deportivas locales no gambetearon la iniciativa nacional de homenajear a las y los desaparecidos con un árbol, y sembraron memoria en sus sedes. La campaña también echó raíces en la AFA.