El ministro de Seguridad de la provincia, Daniel Cuenca, aseguró que se está trabajando para la incorporación de policías en las esquinas. Y Boasso propuso colocar cámaras de vigilancia. Una vez más, los legítimos reclamos de seguridad de la población generan respuestas que, lejos de solucionar el problema, demuestran dónde están parados los funcionarios y los medios de comunicación.

Durante la jornada de hoy, dos ideas circularon como las posibles panaceas. El anuncio de Cuenca del retorno de la ronda y el vigilante fue tomado con alborozo retro, claramente reaccionario, en Radio 2, donde no se dudó en utilizar la expresión “todo tiempo pasado fue mejor”, sin ironía, sin intención de parodiar, como si se dijera en serio. Por su parte, el concejal radical Jorge Boasso, que propuso la colocación de cámaras en las calles, vuelve a demostrar que viajar por el mundo no siempre permite capitalizar experiencias válidas para ser aplicadas en otros pagos.
"Necesitamos dotarlo de comunicación, de un uniforme adecuado para que trabaje a pie y sin problemas de enfrentarse al peligro", explicó Cuenca con referencia al “vigilante”, una suerte de recuerdo o fantasma del pasado que causó regocijo en los nostálgicos.
Boasso demostró que es un buen edil para Londres, donde hay instaladas decenas de miles de cámaras. “En muchas ciudades del mundo lo han hecho. Se trata de un complemento de seguridad que consiste en instalar cámaras antivandalismo en distintos espacios públicos de la ciudad, al aire libre, en aquellos lugares donde se haya establecido que el índice de delitos es más elevada o excede lo tolerable”, dijo el edil, el Pasaporte en mano.

 

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