Bien entrada la madrugada, el Frente Progresista impuso su mayoría en Diputados tras casi nueve horas de discusión y giró al Senado el plan de reforma tributaria del gobierno. Pero en la Cámara alta la mayoría la tiene la oposición justicialista, que la semana pasada había aprobado la creación de una quinta cuota de los inmobiliarios rural y urbano y rechazado el resto de la reforma. Llegó la hora de negociar y los intendentes y jefes comunales serán el as bajo la manga del oficialismo.
La sesión comenzó con retraso y el debate, que terminó pasadas las 3 de hoy, fue largo y por momentos caliente. Hubo extensos discursos de ambas partes, pero nadie cambió de postura y ahora se abre una negociación que promete ser ardua.
Tal como estaba previsto, los diputados del Frente Progresista Cívico y Social (FPCyS), que tiene la mayoría en la Cámara de Diputados, apoyaron el mensaje que el Ejecutivo, aunque le introdujeron algunas pequeñas modificaciones. El proyecto oficial de reforma tributaria incluye incrementos en el impuesto inmobiliario (tanto urbano como rural), la restauración del ítem de ingresos brutos para la industria y la eliminación de los beneficios a la promoción industrial.
Ahora, las cosas quedaron trabadas. Ninguno de los dos proyectos puede convertirse en ley hasta que una de las partes modifique su postura. El oficialismo no votará en Diputados, donde tiene mayoría, la iniciativa de la oposición. Y la oposición, que tiene mayoría en el Senado, no votará allí el plan del gobierno frentista.
El presidente de la comisión de Presupuesto, el radical Carlos Fascendini aseguró que “el conjunto de la ciudadanía votó este programa”, en referencia a las últimas elecciones provinciales que le dieron el triunfo al FPCyS.
“Espero que no sea la intención del PJ, frente a este proyecto de gobierno, trabar o vengarse a destiempo. Que no se trate de impedir que el gobierno pueda hacer realidad su proyecto. La semilla del nuevo tiempo en Santa Fe está sembrada”, señaló el legislador oficialista.
Por su parte, la opositora María Alejandra Vucasovich, del Frente Federal, reiteró los motivos por los que su bloque se opuso a la reforma. “Nuestra provincia no tiene la necesidad de aumentar un solo peso los impuestos. Tenemos una provincia de lujo. En los 24 años de gobiernos precedentes no fue necesario hacerlo. Al inmobiliario lo podemos soportar. No hay que poner a los municipios y comunas como excusa para impulsar el plan”, aseguró la diputada duhaldista.
La extenuante sesión fue observada de cerca por un grupo de productores agropecuarios que bregaban para que la norma no se apruebe. Por momentos el clima fue áspero, pero finalmente, y pese a la presión rural desde las gradas, la reforma impositiva del gobierno fue avalada por la mayoría de los diputados.
Fue la respuesta al proyecto impulsado por los senadores justicialistas la semana pasada disponiendo un incremento del impuesto inmobiliario para ser repartido íntegramente entre municipios y comunas. Pero ahora se abre una negociación.
