Los trabajadores municipales se preparan para volver a la pelea en pos de lograr el 10 por ciento de aumento de salarios que reclaman porque volvieron a ofrecerles sólo el 5 por ciento y, encima, el intendente Miguel Lifschitz consideró que “viven en un frasco” por pedir lo que piden.
La oferta de un 5 por ciento de incremento se escuchó este jueves, en la audiencia conciliatoria en la sede del Ministerio de Trabajo de la provincia, que intervino en el conflicto dictando una conciliación obligatoria.
“Es lo mismo que nos habían ofrecido antes en paritarias, nos están tomando el pelo”, se quejaron desde la Festram, que agrupa a los sindicatos municipales de la provincia. Enseguida, desde los gremios avisaron que concurrirán a la nueva audiencia convocada por la cartera laboral para el próximo lunes a la mañana y que después, si no reciben una oferta mejor, se reunirán para definir nuevas medidas de fuerza, que incluirán una movilización en Rosario.
Tras el fracaso del intento de conciliación, este viernes Lifschitz volvió a descalificar el reclamo, ahora blandiendo la crisis financiera internacional que no aparecía tan descarnada hace dos mese y medio, cuando los trabajadores empezaron a pedir el 10 por ciento de aumento: “Creo que la dirigencia gremial en este caso está totalmente fuera de contexto, no entienden el país que se viene, las consecuencias de la crisis, ni lo que está hablando la sociedad argentina. Me parece que viven en un frasco”, espetó Lifschitz, en declaraciones a LT8.
Además, repitió lo de que los empleados comunales han tenido en este año “un 35 por ciento de incremento y están reclamando todavía un 10 por más, en un panorama donde todo el mundo vaticina que los recursos tributarios se van a caer en los próximos meses y en el año próximo”.
Desde la Festram, Antonio Ratner respondió que “todo este enojo es parte de no tener capacidad negociadora, de diálogo y consenso”. Y negó que los municipales hayan tenido este año un 35 por ciento de aumento, remarcando que en lo que va del año tuvieron los mismos incrementos que los empleados públicos provinciales salvo el último, que promedió un 10 por ciento, que es lo que ellos reclaman ahora.
El reclamo de los municipales ya lleva dos meses y medio y en principio se discutió en el marco de la comisión paritaria. Pero cuando los trabajadores empezaron con paros de actividades el Ministerio de Trabajo dictó una conciliación obligatoria que la Festram acató a medias: suspendió nuevas medidas de fuerza y accedió a negociar ante la cartera laboral, pero avisó que no iba a esperar los 15 días hábiles fijados como tiempo de conciliación.
