En el acto de este lunes por el Día de la Militancia, Hugo Moyano, titular de la CGT, reafirmó el respaldo al modelo económico de Cristina Fernández. Por su lado, el presidente del PJ, Néstor Kirchner, habló en el mismo acto de una “nueva derecha" en el país.
Durante el acto por el Día de la Militancia en San Vicente, en la quinta donde descansan los restos del ex presidente Juan Domingo Perón, el titular de la CGT convocó a “tener presente la militancia para evitar que los agoreros que quieren desestabilizar al gobierno tengan la intención de perjudicarlo”.
Moyano compartió el acto con el ex presidente Kirchner. Quien estuvo acompañado por los ministros Florencio Randazzo y Aníbal Fernández. También por el gobernador Daniel Scioli y el vicegobernador bonaerense Alberto Balestrini e intendentes del conurbano bonaerense.
“Nueva derecha”
El titular del Partido Justicialista reafirmó el modelo y criticó a “la nueva derecha en la Argentina” porque “son los mismos que le descontaron el 13 por ciento a los jubilados, son los mismos que declararon el default y los mismos que quebraron a la industria”.
Al encabezar el acto por el Día de la Militancia, en la quinta de San Vicente, donde descansan los restos del ex presidente Perón, Kirchner dijo que “esa nueva derecha fue la que impuso también el corralito bancario, la que generó el del 27 por ciento de indigencia, los mismos que se fueron volando en un helicóptero, los mismos que se escaparon cuando todo estaba durísimo”.
“Dios nos libre de esa alianza que alienta lo que pasó en el 2001, porque son las mismas que llenaron de pobres a la Argentina”, dijo el titular del PJ en referencia a la alianza electoral planteada por la UCR y la Coalición Cívica, a la que ya se sumó el ex ministro de De la Rúa, Ricardo López Murphy. Por ahora, el socialismo no se sumó.
Por otra parte, el ex presidente señaló que el Grupo de los 20, que se reunió el viernes y sábado último en Washington, "no soluciona los problemas" porque "muchos de lo que están allí son responsables directos".
En ese sentido, indicó que la Argentina, a través de Cristina Fernández de Kirchner, "fue a levantar la voz de los países emergentes para que los organismos internacionales cambien sus actitudes, respeten la identidad de los países y dejen de extorsionar".
Precisamente sobre Cristina, el ex mandatario nacional elogió la actividad desplegada en Argelia, donde "está logrando buenos negocios para la Argentina".
"Cada día redobla con más fuerza su actividad –siguió- tratando de que el país cada día esté más integrado al mundo, a los países centrales, a los árabes, a los asiáticos".
Por otra parte, indicó que Perón "esté tranquilo y nuestra querida Evita" también porque "estamos convencidos del rumbo y la profundización del camino", además del "esfuerzo que los argentinos estamos realizando, con justicia, equidad e inclusión".
Además, expresó que "quede claro" que el mundo se ve nuevamente amenazado por las políticas neoliberales de los países centrales" y pidió a los que "informan a la opinión pública que digan la verdad, por qué pasó esta crisis, por qué la burbuja" inmobiliaria en Estados Unidos que originó la crisis financiera global.
Al mismo tiempo, solicitó que "cambien los organismos internacionales" que pregonaban recetas recesivas y expresó que "las políticas neoliberales de los países centrales fundieron al mundo entero".
Kirchner manifestó que "sabemos las circunstancias que vive el mundo" y que remarcó que "algunos no lo quieren reconocer que las amenazas (económicas) no vienen por las administraciones desde 2003 a la fecha".
En ese marco, señaló que "gracias a esa administración tuvimos superávit fiscal primario y comercial, combatimos la desocupación, la pobreza e indigencia, se repotencializó la industria y nos desendeudamos al decirle adiós a esas políticas perjudiciales para la Argentina que impuso el Fondo Monetario Internacional".
La crisis internacional actual "no fue generada por nosotros y hoy podemos afrontarla", sostuvo el titular del PJ, y añadió que distintas consultoras "con nombre y apellido que estaban más preocupadas por nosotros que por lo que pasaba en el mundo", decían que "la Argentina no era confiable y espetó que "eran servicios pagos por los países centrales".
Solicitó "defender la actividad y defender el empleo, que tiene que seguir multiplicándose", y al dirigirse a los productores les dijo que el gobierno "quiere trabajar con los brazos abiertos pero no hay ningún sector que se pueda salvar solo y nosotros trabajamos para la nueva Argentina, profundizando la justicia y la equidad".
Para Kirchner, el Estado "debe interactuar con el mercado porque no se puede concentrar la riqueza en unos pocos", y pidió por un "mundo multilateral, solidario y activo, para que no haya premio para unos pocos y castigo para el resto".
Solicitó a la oposición que "tenga una alternativa superadora" pero dudó de la nueva alianza "de la derecha que actúa más por resentimiento que por ideas" y opinó que los argentinos "queremos seguir mirando para adelante, construyendo un nuevo destino".
"Somos plurales y aceptamos divergencias, pero apelamos a la memoria", advirtió Kirchner, y reafirmó que "estamos de un solo lado, del lado de los argentinos trabajadores, empresarios, estudiantes, intelectuales, artistas, poetas y todos aquellos que piensan construir un país diferente".
Además, dijo que "hay que trabajar para defender las industrias nacionales" y pidió a los industriales "a defender el capital con decisión nacional y Es hora de que los industriales se sumen a un acuerdo con los trabajadores y el gobierno para construir un proyecto inclusivo".
"Queremos trabajar -continuó- con los pequeños y medianos productores, entendiendo por ello la solidaridad, porque ningún sector se salva solo", y agregó que la Presidenta "abre los brazos de un nuevo país con justicia y equidad".
Consideró que a Cristina "le pusieron piedras desde el primer día porque la veían débil, mujer" y aclaró que "está asombrando con su fuerza, decisión y coraje para llevar adelante la profundización de este modelo".
En otro tramo de su discurso, Kirchner defendió el "sistema de reparto solidario" que el Senado podría convertir en ley el jueves, impulsando por el gobierno para terminar con las jubilaciones a cargo de las AFJP y calificó al proyecto de "reforma estructural, fundamental, seria y responsable".
"Se termina una de las inequidades más grandes", indicó, y refirió que los fondos "administrados por manos privadas generaron deudas por 100.0000 millones dólares y una rentabilidad para un pequeño sector, saqueando el dinero de los jubilados para invertirlo en la especulación".
