El presidente brasileño será recibido este sábado en la capital norteamericana por su par estadounidense con una agenda que repasará los temas más importantes que tienen en común ambos países.

El presidente de Brasil, Lula da Silva, será recibido este sábado en Washington por su par estadounidense, Barack Obama, con una agenda que va desde la relación de la Casa Blanca con Venezuela y Cuba al controvertido tema de los biocombustibles y las posturas que llevarán al próximo encuentro del G20.

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva se reunirá este sábado durante 20 minutos, a puertas cerradas, con su par de Estados Unidos, Barack Obama, sólo con traductor mediante, en el primer encuentro del estadounidense con un gobernante latinoamericano, lo que refleja la importancia que le otorga Obama a las relaciones con el gigante sudamericano.

Ni los ministros brasileños que acompañarán a Lula en su visita oficial, Dilma Rousseff, jefa de la Casa Civil, una suerte de jefa de Gabinete, y el canciller, Celso Amorim, participarán del encuentro a solas entre Lula y Obama, informó Itamaraty.

"Lo que quiero es que Estados Unidos tenga una mirada diferente para América del Sur", dijo Lula recientemente, citado por las agencias DPA y ANSA. Agregó que "somos un continente democrático, pacífico y, por lo tanto, Estados Unidos tiene que enfocarnos con una mirada productiva, desarrollista", agregó.

Amorim, gestor con su par norteamericana Hillary Clinton de la agenda del encuentro, afirmó que "es importante comprender las transformaciones políticas de América latina, como resultado de los anhelos de los pueblos de la región en favor de cambios sociales".

El canciller brasileño anticipó esta semana que Lula pedirá a Obama el fin del bloqueo a Cuba, e "intentará contribuir" al diálogo entre Estados Unidos y los países de América latina y el Caribe, especialmente con Venezuela, cuyo gobierno aceptó otorgar esa misión al mandatario brasileño.

"El presidente (venezolano) Hugo Chávez tiene interés en una política de aproximación con la nueva administración estadounidense; pidió públicamente que Lula lo haga y entonces vamos a hacerlo", dijo el martes último Marco Aurelio García, asesor en asuntos internacionales de la Presidencia de Brasil.

García precisó luego que ni Cuba ni Estados Unidos pidieron una mediación brasileña, pero "si el tema sale, Lula repetirá lo que dijo, que cree importante un cambio de postura de Washington en relación con Cuba".

Por su parte, el ministro de Defensa de Brasil, Nelson Jobim, recordó el martes, tras la creación del Consejo de Defensa Suramericano, que le dijo "a las autoridades norteamericanas que es importante cambiar la política hacia Cuba como un requisito para que Estados Unidos" se reaproxime a América latina.

"Cuba es muy simbólica en América latina y la diversidad debe ser respetada", subrayó por su parte Amorim, quien en esa dirección recordó las recientes medidas del presidente Obama, como la decisión de cerrar la prisión de Guantánamo y la de permitir que los cubanos que viven en Estados Unidos visiten con más frecuencia a familiares en Cuba.

El plan de recuperación económica lanzado recientemente por Obama prevé destinar unos 15.000 millones de dólares al año al desarrollo de la nueva generación de tecnologías de energía "limpia", para reactivar el mercado laboral, reducir la dependencia de Estados Unidos del petróleo importado, especialmente el venezolano, y reducir las emisiones de gases causantes del cambio climático.

"Si Estados Unidos quiere diversificar su matriz energética, nosotros tenemos la receta: eliminar las trabas a las importaciones del etanol brasileño", señaló Amorim. El canciller brasileño, en cambio, relativizó la posibilidad de vender petróleo de las grandes reservas descubiertas en 2007 en su plataforma submarina, de unos 50.000 millones de barriles.

Tras la reunión con Obama, Lula viajará a Nueva York, donde hablará en un congreso sobre biocombustibles ante empresarios estadounidenses.

El gobierno brasileño pretende "ampliar" el acuerdo firmado por Lula y el ex presidente George Bush en marzo de 2007, para la producción de biocombustibles. Lula también intentará suavizar el clima entre Estados Unidos y Bolivia, que expulsó ya a varios diplomáticos de Washington, el último esta semana.

"Es necesario contribuir para disolver malentendidos o eventuales relaciones conflictivas, creados en ciertos episodios", sugirió Amorim.

Con las próximas reuniones del G20 (países industrializados y emergentes, entre éstos Argentina), en Londres, para esbozar propuestas de superación de la actual crisis mundial con epicentro en Estados Unidos, y luego la cumbre de las Américas en Trinidad Tobago, el tema de la situación global se llevará también buena parte de la agenda entre ambos presidentes y sus ministros.

 

(Télam)

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