Chau España. Borbones, ¿reyes de quién?
Chau España. Borbones, ¿reyes de quién?

En la final de la Copa del Rey, vascos y catalanes silbaron a los Reyes y al himno español. Los liberales y conservadores se espantan y hablan de “una nación cadáver”. Los socialistas consideran que el regionalismo le da diversidad y fortalece al país.

La familia de Messi no encontró escuela en Barcelona en donde se dicten clases en castellano para que curse la hermana de Lio, la economía española registra la mayor caída desde 1970 y los vascos y catalanes este miércoles se pasaron el Reino de España por las pelotas en la final de la Copa del Rey jugada en Valencia.

Para colmo, la Televisión española (TVE) censuró el hecho lo que aumentó el escándalo por lo que renunció el director de Deportes de la TVE.

El mal momento lo pasaron los Reyes, que se sabe son (o eran) intocables.

“Lo que se oyó en el Estadio de Mestalla cuando el Athletic de Bilbao y el Barcelona estaban ya en el campo fue una fortísima pitada (silbidos) por parte de las dos hinchadas que apagó los acordes del himno nacional de España e hizo pasar al Don Juan Carlos y Doña Sofía casi un minuto que con toda seguridad no fue nada agradable. La policía ya había retirado de las gradas una pancarta con el lema "Somos naciones de Europa. Adiós España", en inglés. Además del pitido, en unas gradas plagadas de banderas catalanas y vascas y en las que no se adivinaba ninguna española se corearon cánticos del tipo "¡Y puta España…!"”, describió el Diario de Sevilla.

Tanto para los socialistas del PSOE en el poder como para la oposición liberal del PP, los abucheos desde las tribunas no se corresponden con el sentir de la mayoría de los españoles hacia la Casa Real.

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, dijo que fue un “hecho aislado” que no empaña el respeto de todos los españoles hacia la Monarquía, e instó a no mezclar política y deporte porque son ámbitos distintos, según refleja el portal español ADN.

Para la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia “no fue correcto” silbar a una institución del Estado y aseguró que desde su sitio en la cancha, las autoridades no fueron conscientes de los abucheos; algo difícil de creer.

El presidente del PP, Mariano Rajoy minimizó los hechos y sostuvo que “la inmensa mayoría de los seguidores de ambos equipos están, como todos los españoles, con el Rey, la nación y el himno”.

Nación cadáver

Al respecto de las autonomías regionales el columnista Javier Orrico del portal derechista Periodista Digital, se despachó indignado en su blog: “España se murió seguramente el día en que el patriotismo comenzó a ser considerado un adminículo reaccionario para ser suplantado por micropatriotismos regionales, es decir, reaccionarios, aureolados de progresismo”. Y responsabiliza al presidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero de autorizar a Cataluña a cambiar de lengua.

“Sólo esa conjunción de desarme e ignorancia puede explicar la ausencia absoluta de reacción, por ejemplo, ante la anunciada nueva Ley de Educación catalana, que erige un sistema educativo separado en lo esencial, soberano, y consagra el monolingüismo en la enseñanza, relegando a la lengua mayoritaria en Cataluña, que es la española, a una consideración menor que la del inglés”.

Nostalgia de tanques

Sobre las diversas expresiones de autonomismo Orrico se pregunta; “¿Qué se podría hacer? ¿Mandar los tanques? ¿Qué tanques? Ni es tiempo de tanques, ni hay tanques posibles cuando se ha dejado perder la razón, cuando ya no hay nación que defender. Mañana podría declararse la secesión de cualquier región española, como se está haciendo pausadamente en Cataluña gracias al Estatut, y no haríamos nada, niente, res. Entre otras razones, no lo olvidemos, porque el encargado de hacer algo, Zapatero, ha sido el verdadero impulsor de ese estatuto de inauguración nacional”, se quejó.
.
 

Más notas relacionadas
Más por Redacción Rosario
Más en Mundo

Dejá un comentario

Sugerencia

Un rompecabezas incompleto

Para recomponer el actual modelo de representatividad faltan piezas clave. Empresarios, Ju