El equipo de Sensini le dice adiós y hasta nunca a un torneo que pasará rápidamente al olvido. La fiesta será de Racing que festejará la salvación como si se tratase de un campeonato. Arranca 21.15 y dirige Gabriel Favale.
Ya está. Lo mejor que podía ocurrirle a Newell’s era que se termine el Clausura. Es que las ilusiones que se habían creado sus hinchas tras la caída del Imperio López y la llegada de un hijo pródigo de la institución como Boquita Sensini a la conducción técnica, se fueron diluyendo con el paso de las fechas hasta llegar a convertirse en la nada misma.
Fue un semestre para el olvido y habrá que replantearse varias cuestiones para que el futuro tenga más luces que sombras. lo positivo es que la gente acompañó como nunca un proceso que se inició a fines de 2008 con las primeras elecciones desde la asunción de Eduardo López y con el triunfo de una oposición que tardó 14 años en erigirse como tal.
El partido ante Rácing es exclusivamente de compromiso. Newell’s hace rato que no pelea por nada (ni arriba, ni abajo) y ni siquiera le quedó el plus de especular con un resultado que perjudicara a Central en su ya antigua lucha con los de Avellaneda para escaparle a la promoción. Ni siquiera eso.
Brillará blanca y celeste
La fiesta será exclusivamente de Racing y la Lepra deberá conformarse con verla de afuera ya que la dirigencia del club de Avellaneda decidió festejar la salvación absoluta (ni descenso directo ni promoción) como si se tratase de la conquista de un campeonato: habrá sorteos al por mayor y seguramente fuegos de artificios y mucho color.
Qué lejos quedaron los viejos buenos tiempos para equipos que supieron ser grandes de verdad como Racing y Newell’s. Se despiden del torneo como lo iniciaron y lo transitaron: bordeando la mediocridad absoluta
