El gobierno brasileño está mostrando señales de malestar a raíz de las intenciones de la Casa Blanca de usar bases en Colombia en su lucha contra el narcotráfico, lo que constituye una fuerte presencia militar estadounidense en América latina. Este lunes llega a Brasilia el consejero de Seguridad Nacional del presidente Obama.

Este entredicho se produce tras meses de "luna de miel" diplomática, durante los cuales Brasil y Estados Unidos inauguraron una relación privilegiada. Según manifestó el canciller Celso Amorim en una entrevista publicada este domingo en el diario Folha de San Paulo, Brasil está "preocupado" por la intención de Estados Unidos de ampliar su contingente militar y civil en América latina en tres bases militares colombianas hasta 2019.

"Lo que preocupa a Brasil es una presencia militar fuerte, cuyo objetivo y capacidad parecen ir mucho más allá de lo que pueda ser la necesidad interna de Colombia", señaló Amorim, y exigió "garantías formales" de Estados Unidos, según el diario La Nación.

Según el canciller, la polémica por las bases en Colombia se asemeja a lo ocurrido el año pasado, cuando el gobierno de George W. Bush decidió reactivar la IV Flota en el Atlántico Sur a pesar de la resistencia de muchos países en la región.

Amorim consideró "comprensible" la preocupación de Venezuela por el acuerdo, porque Estados Unidos alega que el blanco principal de las bases es el narcotráfico, y al mismo tiempo dice que "hay informes del Congreso estadounidense que dicen que Venezuela estaría siendo connivente con el narcotráfico".

También dijo que una de las preguntas que se hace Brasil es la contradicción en la que entra Bogotá al decir, por un lado, que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), supuestamente vinculadas con el narcotráfico, están aniquiladas, y, por otro, justificar una presencia militar más fuerte en su país para combatirla.

El canciller dijo que Brasil prefiere no juzgar por ahora si las acciones del gobierno de Obama se contradicen con el discurso de paz, no injerencia y desmilitarización que expuso en su campaña electoral. En ese contexto, este lunes llegará a Brasilia el consejero de Seguridad Nacional de Obama, Jim Jones, con la misión de explicarle a Lula los detalles del acuerdo con Colombia.

Lula, cuyo gobierno fue considerado por Obama un "ejemplo" para toda la región, también hizo saber sus discrepancias con Washington en otros dos temas cruciales, como la Ronda de Doha y el etanol. Amorim se manifestó "escéptico" respecto de la conclusión exitosa de la Ronda Doha de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que busca liberalizar el comercio mundial.

En su opinión, Estados Unidos, "país que tiene la clave para que Doha concluya rápidamente, continúa con demandas para los países en desarrollo totalmente incompatibles con lo que concede".

Amorim dijo que el gobierno de Obama no sólo no cambió en nada su posición en relación con su antecesor, George W. Bush, sino que ni siquiera deja en claro si tiene interés en que Doha concluya con éxito.

Además, se refirió a las tarifas que Estados Unidos aplica a la importación del etanol brasileño, y dijo que a Brasil "no le pareció bien" que después de que Obama manifestara su interés en revisar esas tarifas bastara la resistencia de un senador para que retrocediera.

Fuente: Télam
 

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