“Nosotros vamos a seguir bregando por la unidad”, fue la respuesta de la actual dirigencia de la CGT Rosario ante la consulta periodística respecto del proceso de elección de autoridades de la regional local de la central obrera. Fue el martes de esta semana, en la conferencia de prensa en la que la CGT expresó su respaldo a los gremios estatales de cara a las paritarias provinciales. ¿Por dónde buscar la unidad ante una situación que expone claras diferencias políticas entre dos sectores sindicales cegetistas? Desde la actual conducción anunciaron que volverán a hablar con el titular de la CGT nacional, Hugo Moyano, para encontrar una fórmula de acuerdo o para dejar que las diferencias se expresen y se cuenten los porotos. También indicaron que no tienen confirmación oficial de que el congreso cegetista que en noviembre pasado pasó a un cuarto intermedio se reanude el 19 de febrero, tal como se barajó verbalmente.

Los matices internos en la CGT Rosario muestran una particularidad: entre los sostenes de la actual conducción encabezada por el municipal Néstor Ferraza y Edgardo Arrieta, del gremio de Dragado y Balizamiento, se cuentan los gremios locales que mayoritariamente coinciden con la línea política de la conducción nacional, que es de defensa y apoyo al gobierno nacional. Allí se enrolan –además de Municipales y Dragado y Balizamiento– Luz y Fuerza, Smata, Sadop, Judiciales, la Bancaria, Sanidad y por lo menos una decena de sindicatos más.

Por el otro espacio, en tanto, el referente que se impulsa para suceder a Ferraza es un hombre del gremio de Moyano, el camionero Marcelo Dainotto; pero el grueso de los gremios que allí se agrupan, como por ejemplo Plásticos, Viajantes y Obras Sanitarias, no suelen expresarse en sintonía kirchnerista. Por el contrario, muchos de sus dirigentes han manifestado públicamente su adhesión a la todavía posible candidatura presidencial de Carlos Reutemann, claramente distanciado de la Casa Rosada y también del propio Moyano, como lo demuestra el nuevo cruce de declaraciones tras la reciente reaparición pública del ex gobernador santafesino.

Este intríngulis político explica, al menos en buena medida, que la unidad sea un valor que unos y otros invocan permanentemente pero hasta ahora no se traduce en la realidad. De hecho, el congreso de elección de autoridades que arrancó en la sede del Sindicato de la Carne el 13 de noviembre pasado encontró en el pase a cuarto intermedio indefinido una salida a una situación de confrontación que se perfiló con claridad.

Es con este marco que tres secretarios generales de los gremios que impulsan la continuidad de la actual conducción irán por la palabra de Moyano, que hasta aquí ha evitado pronunciamientos tajantes respecto de la elección de autoridades de la regional rosarina.

Desde ese espacio se insiste en enarbolar la bandera de la unidad, pero no se digiere fácilmente ceder en función de ese objetivo los principales lugares de la conducción de la central obrera. Sobre todo porque afirman tener el número suficiente de congresales para imponerse en una eventual compulsa entre dos listas. Y a la vez porque consideran que el accionar de la CGT rosarina debe ser coherente con el de la CGT nacional y su línea de respaldo al gobierno de Cristina y de alianza con el kirchnerismo.

Tampoco desde el otro sector se dan señales de disposición a ceder lugares, más allá de que también en las declaraciones públicas se invoque lo de la unidad. En la reciente conferencia de prensa por lo de los estatales, una periodista puso sobre el tapete declaraciones del adjunto de Camioneros a nivel local, Rubén López, en las que no descarta que ya no sea Dainotto sino él mismo quien se postule a secretario general de la CGT de una de las regionales más importantes del país. Semejante alternativa no cae nada bien en el otro campamento, donde de todos modos se resolvió insistir en la búsqueda de algún acuerdo vía una charla con Moyano.

La interna de la CGT no es para dramatizar. Las hay, y en muchos casos bien feroces, en distintos ámbitos de organización, desde un club de barrio a una cámara empresaria. Claro que la expectativa que despierta saber quién conducirá en el futuro próximo la regional local de la central obrera suele ser mayor que la que concitan otras instituciones, particularmente para los miles de trabajadores que necesitan una dirigencia sindical acorde a sus necesidades y sus anhelos en un momento histórico en el que las sindicatos argentinos vienen recuperando un protagonismo que se había desdibujado bajo el neoliberalismo que reinó desde la dictadura militar hasta el estallido de diciembre de 2001.

Más notas relacionadas
  • ¿Primero hay que sufrir?

    Desde medios y redes de difusión masiva se ametralla 24/7 con sucesos y datos que se recor
  • Dime a quién atacas…

    Con ayuda de trolls y voceros de los medios de comunicación hegemónicos, el gobierno nacio
  • Olvido, mentira, injusticia

    Marzo no es un mes cualquiera en la Argentina. Desde 1976, su día 24 tiene un significado
Más por Manolo Robles
Más en Ciudad

Dejá un comentario

Sugerencia

Casiello: “El gobierno no tiene ninguna voluntad de resolver el conflicto”

El titular de Amsafé Rosario hizo referencia este miércoles a la declaración jurada que hi