Miles de personas salieron a las calles de Brasil para celebrar la victoria de la candidata del Partido de los Trabajadores (PT), Dilma Rouseff en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Con 99,54 por ciento de los votos escrutados, la candidata oficialista que impulsó el popular presidente saliente, Luiz Inácio Lula da Silva, ganó la contienda al sumar 55.522.944 (56,01%) sufragios, mientras que Serra obtuvo 43.605.264 (43,99%). Rousseff, quien enfrentó a la dictadura y sufrió cárcel y tortura, –y superó un cáncer años atrás–, recibirá de manos de Lula la banda presidencial el 1º de enero de 2011.
Una gran convocatoria se reunió en las cercanías del Palacio do Planalto (sede de Gobierno), donde Dilma da el discurso de victoria junto actual presidente Luiz Inácio Lula Da Silva.
Con banderas y música los asistentes celebran la nueva victoria del PT con la elección de la primera presidenta de Brasil en 121 años de República.
El protagonista de la jornada fue el alto nivel de abstención que alcanzó más del 21 por ciento, cuatro puntos más que la primera vuelta en la que se registró 17,5 por ciento, en un país donde el voto es obligatorio y su falta acarrea sanciones.
La saturación por la prolongada campaña proselitista, la solidez de la ventaja que las encuestas asignaron a la candidata oficialista, Dilma Rousseff, y el feriado del martes próximo, que llevó a muchos a considerar a éste como un fin de semana largo, restaron interés a muchos electores.
Este martes es el Día de los Fieles Difuntos y es feriado nacional en Brasil. Y aunque este lunes es un día laborable, en casos como éste es común que se tome descanso corrido desde el viernes.
En las dos elecciones presidenciales anteriores hubo mayor ausentismo en la segunda vuelta que en la primera, con tasas del orden de 20 por ciento.
Dilma Rousseff nació en Belo Horizonte, estado de Minas Gerais, sureste de Brasil, un 14 de diciembre de 1947. En los años 70 fue detenida por su participación activa en movimientos de resistencia en contra de la dictadura. Durante su reclusión fue torturada.
Tras largos años de actividad constante en el movimiento estudiantil y la militancia, Rousseff se dedicó de manera profesional al área del sector eléctrico en el estado de Rio Grande do Sul, en donde Lula la llamó para trabajar en la elaboración del programa energético del entonces candidato.
Al llegar Lula al poder, fue designada ministra de Minas y Energía a partir del 1 de enero de 2003. Su cargo, al lado de Lula, fue reconocido por la construcción de plantas hidroeléctricas, centrales térmicas y parques eólicos a lo largo y ancho del país. También impulsó un programa de viviendas y la implementación de proyectos de telecomunicaciones.
El 20 de febrero de 2010 fue proclamada candidata presidencial por el IV Congreso del Partido de los Trabajadores y actualmente es la nueva presidenta de Brasil.
