Alicia Kirchner y Patricio Griffin, durante el acto de conmemoración.
Alicia Kirchner y Patricio Griffin, durante el acto de conmemoración.

La ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, destacó  “la importancia” que tiene el cooperativismo en la Argentina, y explicó que este tipo de empresas antes “estaban olvidadas”, porque “no les convenía a los monopolios que tuvieran el rol que hoy tienen”. 

La ministra recordó que fue su hermano, el ex presidente Néstor Kirchner, quien “cuando asumió en 2003 nos dio la tarea de impulsar al movimiento cooperativo”, y subrayó que “la economía social genera un millón de puestos de trabajo”, lo que “demuestra el nivel de crecimiento que tiene el sector”.

La ministra lo expresó este sábado al hablar en el acto central de celebración del Día Internacional del sector, que se llevó a cabo en el Centro Cultural de la Cooperación de la Ciudad de Buenos Aires.

“Antes las cooperativas estaban olvidadas, no le convenía a los monopolios que tuvieran el rol que hoy tienen en la economía argentina”, enfatizó.

Para la funcionaria “antes lo único que importaba era el punto de referencia del mercado, mientras que ahora tenemos compromiso, convicciones y solidaridad”.

Respecto a la evolución del movimiento cooperativo en los últimos años, la funcionaria señaló que “hoy el cooperativismo y el mutualismo tienen un rol importantísimo y son punto de referencia en toda América Latina”.

Afirmó que el futuro del movimiento cooperativo “es muy significativo”, y agregó que “la fuerza de la economía social está en el tipo de vínculo especial que crea, que no se puede desarmar”, explicó

La funcionaria destacó que “el camino tiene que ser el de cooperativizar las pymes” y señaló que “hay algunas corporaciones impiden desarrollo” de esta vía.

La ministra estuvo acompañada por el presidente del Instituto Argentino de Asociativismo y Economía Social (INAES), Patricio Griffin, quien apuntó a que el movimiento cooperativo obtenga “más relevancia en la relación con los medios”.

En esa línea, Griffin señaló que “no alcanza solamente con lograr más visibilidad, sino que también que el cooperativismo debe creer en sí mismo”.

“Tenemos que participar más en los medios de comunicación”, apuntó.

El movimiento cooperativo en Argentina tiene más de 150 años, con fuerte presencia en provincias como Santa Fe y Córdoba, y cuenta con más de 18.000 entidades.

Según datos del INAES, el sector contribuye a más del 9 por ciento del PBI argentino, además de cumplir un rol destacado en la provisión de servicios públicos en la mitad de los municipios del país.

Declaración del IMFC “ En defensa del cooperativismo”

Con motivo de la celebración, el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos (IMFC) emitió un comunicado en defensa de la actividad. El texto se titula “En defensa del cooperativismo y del país” y expresa lo siguiente:

“«Las empresas cooperativas construyen un mundo mejor», expresa el lema establecido por la Alianza Cooperativa Internacional y las Naciones Unidas, para celebrar durante 2012 el Año Internacional de las Cooperativas.

En efecto, la contribución del cooperativismo para brindar soluciones eficaces a las múltiples necesidades de los asociados y la comunidad, es un hecho indiscutible en todo el mundo. Por algo, desde los modestos orígenes de esta forma de organización social hasta el presente, las cooperativas se han multiplicado en cantidad y crecido en la dimensión y calidad de sus prestaciones, congregando actualmente a cerca de mil millones de personas que han elegido el camino de la ayuda mutua y el esfuerzo propio.

Así, desde las pequeñas empresas asociativas integradas por seis miembros – como es el caso de numerosas cooperativas de trabajo en nuestro país- hasta las entidades de mayor envergadura, cuyo padrón societario asciende a cifras millonarias, hay un denominador común que define su naturaleza: la solidaridad para hacer.

Los datos cuantitativos acerca del volumen de operaciones, los balances económicos y financieros al igual que la gravitación en el Producto Bruto Interno de los países donde está presente el movimiento cooperativo, ilustran la realidad actual y el enorme potencial del cooperativismo. En particular, cabe destacar el aporte para generar puestos de trabajo decente y contribuir al ejercicio efectivo de un amplio conjunto de derechos económicos, sociales y culturales como son el acceso a la vivienda, la salud y la educación, entre otros.

Pero más allá de estos indicadores, insoslayables a la hora de hacer un inventario de realizaciones, hay un dato esencial cuya importancia es mayúscula en el escenario del mundo contemporáneo. La cooperación conjuga en su doble carácter la empresa solidaria y el movimiento social. Tiene principios y valores éticos y morales. Promueve la paz, respeta la diversidad y ejerce la democracia.

En otras palabras, el cooperativismo es la contracara del capitalismo. Y es oportuno tenerlo presente en un contexto internacional donde persisten las guerras de rapiña por la dominación de territorios y recursos energéticos no renovables. De igual modo, el ideario cooperativo debe estimular el pensamiento crítico frente a la persistencia de modelos perversos que despliegan burbujas especulativas, estimulan la valorización financiera por sobre las actividades productivas y generan crisis agudas como las que sacuden a un número creciente de naciones en el continente europeo.

Nuestro país ha sido víctima de las recetas neoliberales, con su secuela de miseria, desocupación masiva y caída vertiginosa de todos los indicadores referidos a la calidad de vida de la población.

Si la República Argentina ha podido iniciar el camino de la recuperación ha sido, entre otras razones, por la existencia de un Estado presente y activo, por la aplicación de políticas públicas de inclusión social, de estímulo a la producción y el consumo, como así también por el fomento a la economía solidaria.

Esta articulación virtuosa entre la acción estatal y la gestión cooperativa, preservando la independencia y autonomía de nuestro movimiento, ha sido uno de los factores que posibilitaron transitar esas difíciles circunstancias con resultados satisfactorios.
La experiencia acumulada en los últimos años confirma lo que el IMFC ha señalado con acierto en el transcurso de su existencia: hay otra forma de organizar la economía, al servicio de los intereses del pueblo y la Nación.

Este año, la conmemoración del Día Internacional de las Cooperativas se celebra en nuestro país dentro de un contexto histórico excepcional: por una parte, concuerda con la puesta en marcha del Congreso Argentino de las Cooperativas 2012 y, al mismo tiempo, tiene lugar en el marco de un proceso electoral cuyos resultados marcarán el futuro político, económico y cultural de la Argentina. Se trata de un momento clave en el cual podremos avanzar hacia las transformaciones pendientes, o retroceder hacia las prácticas perniciosas de las décadas pasadas, con sus consecuencias nefastas para la mayoría de la población.

Como ciudadanos y cooperativistas sostenemos el compromiso de trabajar por los mismos ideales que acuñó el Instituto Movilizador, a lo largo de más de medio siglo de trayectoria consecuente. Y tal como lo expresa la Propuesta Cooperativa, seguiremos aportando nuestros mejores esfuerzos para contribuir a la construcción de una Argentina con más democracia y equidad distributiva”. 

Más notas relacionadas
Más por Admin
Más en País

Dejá un comentario

Sugerencia

El niño que lee

La gente llama al médico a domicilio por un montón de cosas, pero a veces esas cosas son l