El represor condenado a prisión perpetua, Juan Daniel Amelong, podría quedarse sin su matrícula de abogado, según reveló el presidente de colegio local de profesionales, Ignacio del Vecchio, quien anunció que la decisión se tomará este jueves.
El máximo representante de los abogados rosarinos, aseguró en diálogo con Radio 2, que la posible cancelación de la matrícula de Amelong se resolverá entre los catorce miembros del directorio del Colegio.
El retiro de la matrícula de Amelong es un reclamo largamente solicitado por los organismos de derechos humanos y abogados comprometidos con los derechos humanos.
El año pasado, el Tribunal Oral Federal Nº 1 condenó prisión a perpetua a Juan Amelong, junto con Oscar Guerrieri, Jorge Fariña, Walter Pagano y Eduardo Constanzo, en el marco de una causa que investigó el secuestro y torturas de una treintena de personas y el homicidio y desaparición de 17 víctimas.
Este 24 de agosto, Amelong, junto a buena parte de los integrantes de la patota del Batallón 121 del Ejército con asiento en Rosario, enfrentará un nuevo juicio oral y público en los tribunales federales de Paraná (Entre Ríos), en la denominada causa Hospital Militar.
En ese expediente, se investiga el destino final de una de las secuestradas del centro clandestino de detención Quinta de Funes (Raquel Negro), y de sus mellizos, una de los cuales fue restituida por Abuelas de plaza de Mayo hace dos años y es querellante en la causa (Sabrina Gullino).
Matrícula en discusión
La decisión comenzó a analizarse la semana pasada en el Tribunal de Ética, donde se manifestaron posiciones divididas. En ese marco Del Vecchio afirmó que intervendrá en la discusión y que lo hará para “velar por el decoro del foro” y “enaltecer” la profesión.
“No hay abogacía sin ética. No sólo en este caso, en donde la sentencia (contra Amelong) no está firme pero que está condenado por temas tremendos, con crímenes de lesa humanidad”, aseguró Del Vecchio.
“Hay que ver la parte ética, la razón de ser del Colegio de Abogados es además de controlar la materia asegurar el imperio de la ética”, argumentó Del Vecchio, quien agregó que “el divorcio entre el derecho y la moral suele tener consecuencias catastróficas para la sociedad y para la abogacía. Tenemos entonces en nuestras manos una gran responsabilidad, ya que sin moral el abogado se convierte en un depredador social”.
Fuentes: Rosario3, Radio2, Diario del Juicio