Política con aroma de mujer

Argentina y Brasil acordaron una «posición común» en contra de las recetas de ajuste de cara a la Cumbre del G-20 que comenzó el lunes y finalizará este martes. Las presidentas Cristina Fernández y Dilma Rousseff mantuvieron, previa a la sesión inaugural, una reunión bilateral donde fijaron una postura conjunta para superar la crisis.

El encuentro que reúne a los 20 jefes de Estado de los países más industrializados (Alemania, Argentina, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido, Rusia, Arabia Saudita, Australia, Brasil, Corea del Sur, India, Indonesia, México, Sudáfrica, Turquía y la Unión Europea), desarrollado en el Centro de Convenciones de la mexicana ciudad de San José del Cabo, tiene como uno de sus principales temas convocantes la apremiante situación económica de Europa.

Precisamente, para hacerle frente a la crisis europea que presagia terribles coletazos para el resto del orbe, las mandatarias argentina y brasileña se reunieron por un lapso de 50 minutos, antes de la apertura oficial de la Cumbre; para unificar posiciones y  potenciar así su mensaje a favor de políticas de crecimiento y desarrollo.

El escenario que se despliega se evaluó negativo: las mandatarias advirtieron una presión cada vez mayor para que países en desarrollo abran sus mercados a los excedentes que las naciones desarrolladas buscan colocar; y por lo tanto, Dilma conminó a Cristina a “protegernos juntas”. “Hay una guerra de monedas que intenta castigarnos”, le había señalado a nuestra Presidenta, según confesó una fuente cercana a ella. De este modo, las líderes del Mercosur resolvieron coordinar políticas de protección del mercado regional ante lo que avizoraron, será un agravamiento de los problemas europeos.

«Hubo coincidencia entre las presidentas de Argentina y Brasil en mantener una posición conjunta en el G-2O a favor de las políticas de crecimiento y desarrollo», admitió el canciller argentino, Héctor Timerman y enfatizó, asimismo, la decisión de ambos países de “escuchar lo que señalen en esta cumbre los Estados de Europa y en especial la postura que planteará Alemania», en torno a las políticas que instrumentará la zona euro para superar la crisis.

El borrador del documento final que deberán terminar por acordar los miembros del G-20 se basa en tres ejes: la cuestión de la crisis europea y el tipo de medidas que se implementarán para superarla; la posibilidad de potenciar el rol de los órganos de regulación financiera; y las políticas proteccionistas que aplican los países más desarrollados.

Para este martes, el programa oficial de la Cumbre contempla la segunda sesión plenaria bajo el lema: «El fortalecimiento de la arquitectura financiera internacional y el sistema financiero, y promoción de la inclusión financiera».

Posteriormente, luego de un almuerzo de trabajo, se dará inicio a la tercera sesión que lleva por título: «Desarrollo: crecimiento verde, infraestructura y seguridad alimentaria», donde la Argentina planteará iniciativas para fortalecer la inversión en infraestructura como motor del crecimiento mundial.

Finalmente, durante el cierre, el presidente anfitrión de la Cumbre, Felipe Calderón, dará a conocer la declaración final del encuentro y le pasará la posta al presidente ruso Vladimir Putin, quien tendrá a su cargo la organización de la próxima Cumbre que se llevará a cabo en septiembre de 2013 en San Petesbrugo.

Cristina en la Cumbre

La delegación que acompaña a la Presidenta está integrada por el canciller Héctor Timerman, el ministro de Economía, Hernán Lorenzino; el secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro, y la embajadora argentina en México, Patricia Vaca Narvaja, entre otros funcionarios.

Para este martes, se prevé que Cristina se entreviste con el anfitrión de la próxima Cumbre y con el premier francés François Hollande, buscando forjar nuevas alianzas que modifiquen la faz neoliberal que viene mostrando la economía internacional. No obstante, la realización de tales encuentros bilaterales quedará supeditada a los tiempos libres de la ajustada agenda.

En un primer análisis sobre lo que está sucediendo en San José del Cabo, llama la atención la unánime coincidencia en la “preocupación por la marcha de la economía”. En este sentido, el titular del Palacio San Martín brindó detalles respecto de las intervenciones de la Presidenta durante la primera sesión plenaria, abierta por la canciller alemana Angela Merkel.

Al llegar su turno – Cristina fue la novena oradora del lunes -, la primer mandataria argentina advirtió que desde el inicio de la crisis en 2008, se perdieron en el mundo 50 millones de puestos de trabajo y opinó que la Unión Europea debe contar con un Banco Central «unificado» que funcione como «prestamista de última instancia».

«Cristina manifestó la necesidad de reestructurar las deudas de los países que hoy en día no pueden hacer frente a sus compromisos –relató Timerman-, pero hay que hacerlo de manera conjunta y no dejarlos solos como le ocurrió a la Argentina” que este año va a terminar de pagar el Boden 2012 que formó parte del proceso de reestructuración de deuda.

Además, según el resumen del Canciller, la jefa de Estado mostró “inquietud” ante la persistencia de los paraísos fiscales: desde 2008 “venimos hablando de los paraísos fiscales y, sin embargo, todavía siguen funcionado y este año han aumentado diez veces la salida de dinero, de cinco mil millones a 59.000 millones de dólares por año».

«Es hora de que el G-20 haga cumplir el compromiso de terminar con los paraísos fiscales», exhortó Cristina e incitó a tomar «medidas proactivas, anticíclicas” y a “trabajar de manera conjunta».

Fuentes: Télam, Página 12.