El ministro Kicillof advirtió a grandes productores y cerealeras que seguir reteniendo la cosecha “no tiene lógica económica” porque el precio de la oleaginosa “seguirá en baja”, y les recordó que “por especular perdieron un 25 por ciento de su recaudación”. Agroexportadoras prometieron liquidar 6 mil millones de dólares.
Las grandes compañías agrupadas en la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), uno de los sectores –aunque lo nieguen– que más fuerte jugó para impulsar la devaluación de enero al retacear hacia fines de 2013 la liquidación de agrodólares, pasaron de desentenderse de las prácticas especulativas de retener los granos a decir que “por una baja en los precios de los commodities” ahora “es factible” despachar la cosecha gruesa e ingresar unos 6 mil millones a las arcas del Estado.
Por la caída en los precios internacionales que la soja registró en lo que va de 2014, el ministro de Economía Axel Kicillof sostuvo que los productores y exportadores “perdieron el 25 por ciento de su riqueza de un saque”. Y agregó: “Yo lo entiendo al productor porque tal vez cuando los medios de prensa generan un bombardeo de clima de desastre inminente, la gente se asusta. Y les dicen que guardando (la cosecha) les va a ir mejor, pero claramente no es así”.
El jefe del Palacio de Hacienda advirtió sobre el eventual perjuicio extra para los productores agrarios “si no se apuran en la venta, ya que todo indicaría que el precio (de la soja) va a caer” alrededor de 60 dólares de aquí a abril, y la demora en las operaciones, que incluyen el almacenamiento en silobolsas por parte de los grandes productores, “no tiene lógica económica”. En declaraciones a radio Nacional, Kicillof indicó: “Todo el mundo mira las reservas del Banco Central, pero todo el mundo sabe que en los campos, en los silos, hay entre 24 y 27 millones de toneladas que equivalen a unos 10 mil millones de dólares”.
El funcionario criticó a “los economistas agoreros, representantes de sectores devaluacionistas, que dicen que no va a haber liquidación”, y citó específicamente al diario Clarín entre aquellos “que anuncian apocalipsis sin rigor profesional y sólo expresan sus deseos”. Esos medios, agregó, llevaron a los productores a equivocarse: “Les dijeron «guarden la cosecha porque van a tener ganancia cambiaria», y hoy se encuentran con una caída de 25 por ciento de su riqueza”.
Después de varias reuniones y acaloradas negociaciones con funcionarios del gobierno, directivos de empresas agroexportadoras se comprometieron a liquidar 5.700 millones de dólares en los próximos tres meses (4.200 por ventas de granos al exterior y 1.500 por operaciones futuras). De concretarse estos ingresos de divisas a las cuentas estatales, representará un alivio para las reservas del Banco Central, que descendieron en 1.336 millones de dólares entre agosto y septiembre de este año, y ayudará a disipar la tensión en el mercado cambiario.
El último dato que difundió el Indec sobre el resultado del intercambio comercial, que arrojó un superávit de poco más de 400 millones de dólares, un 43 por ciento menos que igual mes del año pasado, refleja que la débil performance de la balanza estuvo directamente relacionada a una baja de las exportaciones de granos y productos derivados. Con cosecha récord y todo, grandes productores y empresas agroexportadoras igual hicieron prevalecer sus maniobras especulativas en busca de una devaluación. La menor venta al exterior de productos argentinos también estuvo relacionada al estancamiento del comercio regional y mundial.
Según datos de las propias cámaras exportadoras de cereales y oleaginosas, la liquidación de dólares por exportaciones de granos se redujo en septiembre 692 millones de dólares respecto a igual mes de 2013, una caída del 40 por ciento, y 478 millones si se la compara con los ingresos de agosto de este año, lo que representa un 32 por ciento menos. El recambio de autoridades en el Banco Central y un endurecimiento de los controles sobre las operaciones de las entidades financieras fueron ahuyentando la posibilidad de una nueva devaluación, aunque las presiones para que esto suceda todavía continúan.
Quizá también tocadas por la reflotación de un proyecto para crear una empresa estatal de comercialización de granos, el polo agroexportador decidió abrir el grifo y liquidar los billetes verdes correspondientes a las retenciones y a las ventas por venir. Lo cierto es que siete grandes empresas son las que controlan el mercado de granos, un sector clave para la economía argentina. Como ocurre en el último trimestre de cada año de manera recurrente, estas firmas ejercen presión para conseguir una devaluación y multiplicar ganancias. La posibilidad de contar con una empresa controlada por el Estado que al menos comparta el negocio con las compañías multinacionales haría más equilibrado el partido.
Granos bajo la lupa del fisco
La Afip busca controlar el comercio de granos. Estableció un régimen especial obligatorio para la emisión electrónica de la “liquidación secundaria de granos” y otro para la “certificación primaria” del acopio de cereales, con el fin de lograr un “cabal reflejo tributario” de la actividad agropecuaria. El organismo dispuso la puesta en marcha de un comprobante electrónico para la liquidación secundaria de granos, para respaldar las operaciones de compraventa y de consignación de granos no destinados a la siembra, que abarca a cereales, oleaginosas y legumbres secas. Este régimen involucra a las liquidaciones que se realicen entre operadores en el comercio de granos, sean exportadores, acopiadores, cooperativas, consignatarios, demás intermediarios, corredores y los mercados de cereales a término, de acuerdo con la decisión oficial.
Artículo publicado este sábado en el semanario El Eslabón.